domingo, 31 de mayo de 2015

Mesa camilla

 Los bancos y entidades bancarias quieren controlarnos

    Así, como suena, los bancos y entidades bancarias quieren controlarnos. ¿Será posible? Pues sí. Está claro que ni de los que no tienen más que deudas quieren competencia. 
     Cinco años han tenido los bancos y entidades bancarias para hacer esta gestión que parte de la Comunidad Europea. Tan ocupados han andado en embargar pisos para los que habían concedido hipotecas a sabiendas de que sus titulares no podrían hacer frente, en cobrar comisiones a los clientes por todo y por nada, en captarlos a golpe de vergonzosa publicidad, en      cerrar sucursales para dejar sin servicio a núcleos importantes, en celebrar reuniones de presidentes y consejeros para estudiar la forma de llevarse más dinero sin dejar huellas que pudieran delatarlos y en negociar con el gobierno la salida de la crisis que ellos mismos habían provocado con dinero público que no han tenido tiempo de hacerlo.   El plazo concluía el viernes 1 de mayo y las vísperas todos recibimos una carta de nuestro banco, según la cual, antes de esa fecha, teníamos que personarnos en nuestra oficina con el carné de identidad para ser escaneado como medida de control y seguridad para evitar la fuga de capitales y el blanqueo de dinero, es decir, esas cosas que solo pueden hacer los banqueros precisamente, los políticos y los grandes empresarios. ¿Pero qué dinero pensarán las eminencias europeas que podemos lavar los españoles para cambiarle el color con la de políticos que tenemos dispuestos a poner lavadoras con dinero público? Más nos valiera que empezaran por controlarlos a ellos y los llamaran al orden por lo mal que cumplen sus instrucciones.
     No conformes con enviar las cartas a última hora y poniendo de fecha límite la víspera de tres días festivos, amenazaron con bloquearnos las cuentas automáticamente, lo que provocó colas interminables en todas las oficinas. ¿Pero cuándo demonios gobernará alguien con lereles para prohibirles practicar la política del miedo?             Somos ciudadanos mayores de edad y estamos hartos de que se conviertan en lobos y nos traten de caperucitas; además, si no nos conocían de nada, si no nos tenían controlados, si los datos solicitados al abrir las cuentas no servían para identificarnos, ¿con qué derecho nos multiplicaban las comisiones sin tan apremiantes avisos, nos subían los importes y los cobraban?
     Decir que es de vergüenza es quedarnos cortos.

    Movistar anuncia una subida del cinco por ciento, incluso en las tarifas fijas
   
    Lo de Movistar ya clama al cielo. Cuando contratamos una tarifa fija con Movistar, la Compañía nos obliga a no darnos de baja en un año cuando no en dos. Lo normal es que Movistar no respete lo pactado en el contrato. Generalmente no se reciben los servicios establecidos, y los que se reciben, funcionan cada vez peor. Lo que tampoco se cumple  nunca es el precio. Ni el primer mes nos cobran lo acordado, por hache o por be, siempre nos cobran más, y antes de tres meses ya pagamos     lo mismo que antes de contratar o más. Los que con toda la razón del mundo deciden darse de baja antes de la fecha, están obligados a pagar el importe íntegro de la permanencia, y mejor ni hablar de los problemas que se busca quien devuelva la factura. Siguiendo esta política nos anuncia una subida del cinco por ciento, incluso para los que tienen tarifa fija, que aplicará con todas las de la ley. Si los clientes estamos obligados a respetar los contratos, ¿por qué demonios no lo está la Compañía?  Seguramente porque alguien está interesado en beneficiar a la Compañía aunque sea a costa de sangrar a los ciudadanos, y ante estos desatinos legales, solo cabe una pregunta que puede servir de respuesta: ¿No es esto también una forma de corrupción?

    Muere el empresario salmantino Mariano Rodríguez 

     Somos muy dados en este país a hablar bien de los muertos, pero si todos los que nos preceden en la muerte hubieran sido personas tan valiosas como decimos, no tendríamos que hablar de una sociedad tan injusta y tan corrompida como la que nos toca vivir.
     Ante la muerte del popular constructor Mariano Rodríguez, los salmantinos se preguntan si merecía tantos honores oficiales como ha recibido.
    Mariano Rodríguez nació en un pueblo de la Sierra salmantina, en el seno de una familia muy humilde, entre otras causas porque en esa zona no había familias ricas. Él mismo contaba que hasta los 14 años no usó zapatillas. Pese a su bajo nivel cultural y falta de medios,  llegó a ser uno de los más importantes constructores de Salamanca, ¿pero toda su fortuna obedece al esfuerzo personal y al talento como en estos días pregona la prensa y demás medios de comunicación locales?
     No nos cabe la menor duda de que cosas buenas hizo en la vida –si bien es verdad que nadie es tan bueno como para no hacer algo malo, no es menos cierto que nadie es tan malo como para no hacer algo bueno-, pero los salmantinos de a pie lo conocían por lo tarde y mal que pagaba a sus trabajadores, por lo que les costaba a los proveedores cobrarle una factura,  por los engaños en la venta de materiales… y era del dominio público que de nada servían las denuncias, que conseguía para construir todos los permisos que quería, que no tenía problemas para que se le adjudicaran las mejores obras…  
    Con esfuerzo, constancia y talento, se puede llegar muy lejos en la vida, pero pasar de pobre a rico trabajando, es imposible, entre otras razones porque si no eres amigo de las autoridades pertinentes, las autoridades se vuelven impertinentes y te matan a impuestos, y a estas alturas de la película ya hemos visto todos como se han comprado y se han vendido favores entre políticos y constructores.
    Que Mariano Rodríguez tenía buenas relaciones con el Ayuntamiento de la ciudad y demás instituciones locales, quedó claro en el funeral: pese a estar en plena campaña electoral, todos los políticos acudieron a darle su último adiós, incluso el ya exalcalde Sr. Lanzarote.
    De todas formas, como de cualquier ciudadano, lamentamos su muerte. Descanse en Paz.

    Un día sin música en señal de protesta 

     El gobierno Rajoy nos subió el IVA de la cultura del 4 al 21 por ciento. ¡Para qué andar con miserias! España pasó a ser el país de la Unión Europea que más impuestos paga por la cultura. ¡En esto sí somos los primeros! Pero como el señor Rajoy no es partidario de tratarnos a todos por igual, hizo una excepción genial: la pornografía paga solamente el 4 por ciento. ¿No será que a él le gusta más una película porno que una obra de Lope de Vega? Nos parece estupendo, naturalmente, pero que pague lo mismo, y si no le alcanza el sueldo, que se quede en casa y no vaya al cine. Esto es lo que han tenido que hacer muchos españoles y las pérdidas económicas en el sector son alarmantes. Por esta razón, el pasado 20 de mayo, en España no hubo conciertos, ni teatros, ni música en los establecimientos ni hilo musical en las tiendas para pedir que la cultura en general pague de IVA lo mismo que la pornografía. A la singular protesta se sumaron cantantes, músicos, empresarios y público en general, pero el señor Rajoy no ha dicho ni chus ni mus, ni lo dirá, claro, porque sabe que la cultura también mata, pero no a los ciudadanos, sino a los gobernantes, y él no tiene ninguna gana de estirar la pata, políticamente hablando.

     Doña Esperanza Aguirre se enfada porque los españoles hayamos conocido su declaración de la renta y amenaza con denunciar para saber quién demonios ha filtrado sus datos

    No se entiende su postura. Lo que  predica su partido últimamente es exigir la transparencia en las ganancias de todos sus cargos. Debería sentirse orgullosa de ser la primera en rendir cuentas para evitar sospechas. De todas formas, la doña no debe preocuparse, a estas alturas, con la declaración en la mano y sin ella, nuestros políticos, los de un lado y los de otro, son sospechosos de todo, incluso de que les toque la lotería, que ya es casualidad.
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