sábado, 17 de diciembre de 2016

PORTADA

 Queridos lectores: Acaba de salir el número 46 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus crónicas a: mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia.

    Tarjeta de Navidad

     Cuatro rosas florecen entre la nieve para anunciarnos la Navidad. La blanca exhala salud; la amarilla, trabajo; la rosa, amistad; la roja, alegría. Ojalá te alcancen sus perfumes estos días y no te abandonen a lo largo del nuevo año.

    María Jesús. 

    NOTA IMPORTANTE

    Algunos lectores de este periódico, sobre todo los que trabajan con revisores de pantalla, se quejan de que no pueden poner comentarios. Esto puede deberse a varias cosas: problemas con Internet, cambios en la página de Blonger, falta de accesibilidad en algunas opciones… De todos modos, si quieres que tus comentarios aparezcan en cualquiera de las secciones, puedes enviarlos al correo electrónico del blog y aparecerán. Es el siguiente:

    mjsanchezoliva@gemail.com

    También la puedes localizar visitando el enlace Página de Perfil.  

    CONTENIDO

    LA VITRINA: Como cada último mes del año, toca hacer balance de los libros leídos.  
    MESA CAMILLA: Los niños españoles no quieren hacer deberes, pero ¿son los niños o son los padres?
    CAJÓN DE SASTRE: En España despedimos el año comiendo doce uvas al ritmo de las últimas doce campanadas del reloj. ¿Quieres saber por qué?
    EL ÁLBUM DE LA Lengua: He aquí una expresión que curiosamente utilizan también los franceses.
    LA BUTACA: Lamentable la noticia que envía Daniel, estas cosas no tenían que pasar, pero pasan y bueno es que la Justicia haga justicia.
    CARTA a… Las líneas de hoy son para la suerte, pero para la buena, no para la mala. 
    COSAS DE GARIPIL: Antón Sánchez, cuento de Navidad.

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

    María Jesús. 

    Seguidores de Honor:
    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.
    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.
    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.
    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

LA VITRINA

BALANCE DE LIBROS LEÍDOS

    Estos son los libros que he leído o releído a lo largo de 2016. Unos los he sugerido en los distintos números; otros, no. Pero todos merecen un hueco en este espacio, y por si alguno te interesa, he aquí sus títulos y sus autores:
        
    “La muerte del decano”,  Gonzalo Torrente Ballester.
    “La mujer de las nueve lunas”, Carmen Torres Ripa.
    “El balcón en invierno”, Luis Landero. 
    “El médico”, Noah Gordon.
    “La buena reputación”, Ignacio Martínez de Pisón. 
    “Los privilegios del ángel”, Dolores Redondo Meira.
    “La mansión de las rosas”,  Thomas Burnett Swann.   
    “La canción número 7”, Lena Blau. 
    “El largo camino a casa”, Danielle Steel.
    “Las armas y las letras”, Andrés Trapiello. 
    Trilogía del Baztán, Dolores Redondo Meira:
    “El guardián invisible”.
    “Legado en los huesos”.
    “Ofrenda a la tormenta”. 
    “La maestra republicana”,  Elena Moya. 
    “Los recuerdos”, David Foenkinos.
    “La sonata del silencio”, Paloma Sánchez Garlica. 
    “Las siete cajas”, Doris Fonthainert. 
    “Los últimos días de nuestros padres”, Dicker Joër. 
    “El sueño del celta”, Mario Vargas Llosa. 
    “Patapalo”, Bartolomé Soler. 
    “Nido vacío”, Alicia Jiménez Bartlett. 
    “La casa de los dioses de alabastro”, Magdalena Lasala.
    “Las tres heridas”, Paloma Sánchez Garlica.
    “El violinista de Mauthausen”, Andrés Pérez Domínguez.
    “El tren de los huérfanos”, de Christina Baker Kline.
    “Irse de casa”, Carmen Martín Gaite.
    “Llamaradas”, Nora Roberds.
    “Inés y la alegría”, Almudena Grandes.
    “El lector de Julio Verne”, Almudena Grandes.
    “Bodas de odio”, Florencia Bonelli.
    “La casa maldita”, Barbara Wood.
    “Lazos de familia”, Danielle Steel.
    “Todo bajo el cielo”,  Matilde Asensi.
    “Un corazón lleno de estrellas”, Álex Rovira.
    “Como el viento entre los almendros”, Michelle Cohen Corasanti.
    “Los pies de la concubina”, Kathryn Herrison.
    “Cinco panes de cebada”, Lucía Baquedano.
    “Las dos vidas del capitán”, Mari Pau Domínguez.
    “Retahílas”, Carmen Martín Gaite.
    “La rosa de Asturias”, Iny Lorentz.
    “La bibliotecaria de Auschwitz”, Antonio G. Iturbe.
    “El otro árbol de Guernika”, Félix Rodríguez de Castresana.

MESA CAMILLA

Los niños españoles están de huelga. ?Los niños? Los niños españoles no quieren hacer deberes. ¿Los niños? Los niños españoles necesitan tiempo para jugar. ¿Los niños?...
     Los padres  españoles se pusieron en huelga para que los niños no tuvieran clase por la tarde, sus hijos necesitaban tiempo para hacer los deberes, dormir la siesta y   pasar varias horas al día con ellos. Imponerles el sacrificio de ir y venir dos veces al colegio era privarles de los más elementales derechos.
     Los padres españoles se movilizaron para que en los colegios se organizaran actividades extraescolares por las tardes y en vacaciones, no podían permitir que sus hijos perdieran el tiempo en casa, y costaran lo que costaran, las pagarían encantados. No les parecía educativo que sus hijos pasaran tantas horas frente al televisor y tenían que evitarlo.
    Los padres españoles luchan para que sus hijos dispongan de tiempo para divertirse, pero exigen que aprueben con notables y sobresalientes; los padres españoles no toleran que los docentes reprendan a sus hijos en clase, pero exigen que los enseñen a portarse como Dios manda; los padres españoles no solo quieren que sus hijos se preparen para ejercer profesiones mejor  remuneradas que las suyas, mejor vistas, más cómodas, quieren, además, que aprendan baile, música, gimnasia rítmica, natación, atletismo, patinaje artístico… y todo lo que se ponga de moda. ¿Habrá en el mundo padres mejores que los españoles?
    La introducción de las AMPAS (Asociaciones de madres, padres y alumnos) en el sistema educativo fue un acierto. La colaboración de padres y profesores, es algo muy positivo,nadie puede negarlo. Pero las asociaciones han alcanzado tanto protagonismo que para que no haya más días de huelga que de clase los padres tienen que ejercer de profesores y los profesores de padres.
    ¡Pobres niños!

CAJÓN DE SASTRE

¿Cuándo se popularizó en España la tradición de tomar doce uvas en Nochevieja? 

     DURANTE el último cuarto del siglo XIX, era costumbre entre la burguesía y la clase alta del país despedir el año con uvas y champán, tras una opípara cena compuesta, normalmente, de las mejores carnes de ave y los más suculentos mariscos.
    Para la población llana, el simbólico ritual de comer doce uvas en la Nochevieja era un sinónimo de buena suerte, pero no es hasta ya iniciado el siglo XX cuando se popularizó entre todas las clases sociales esta costumbre. Y he aquí la razón:
     Ante un excedente de uva tras la vendimia del año 1909, un grupo de avispados cosecheros murcianos y alicantinos, haciendo uso de su habilidad e imaginación, animaron a la población a tomar las doce uvas para emular la envidiable y sana costumbre de los más ricos.
     El plan les salió perfecto, ya que de ese modo pudieron librarse del excedente de la fruta y popularizar una costumbre que desde entonces lleva celebrándose año tras año.
     En la actualidad la tradición se ha extendido a varios países de Hispanoamérica pero sigue siendo una costumbre de nacionalidad española.

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

A cada cerdo le llega su San Martín

    Esta frase se  usa para advertirle a alguien que ha hecho algo 
malo que al final acabará pagándolo del mismo o parecido modo.
     Gastronómicamente hablando, su origen se remonta a que el día 11 de noviembre, San Martín, en honor de Martín de Tours, era una fecha típica para la matanza del cerdo en muchos pueblos.
     Curiosamente, en Francia tienen casi la misma expresión, por el 
mismo motivo, “à chaque porc vient la Saint Martin”.

LA BUTACA

En la ONCE no es oro todo lo que brilla gracias al dinero que resta a los servicios de los afiliados para maquillar su imagen ante la sociedad. La persecución a los trabajadores que la Organización ha venido ejerciendo desde que se convirtió en el Vaticano de España, es decir, un miniestado dentro del propio Estado, alcanza ya tal índice de atropellos que, antes o después, los responsables tendrán que pedir perdón a todos los afiliados y rendir cuentas a todos los españoles que son los que la sostienen económicamente con sus impuestos y la compra de sus productos.
     La situación puede resumirse en pocas palabras: los ciegos, aclarando que la palabra afiliado hace años que dejó de ser para la ONCE sinónimo de ciego-, por el hecho de serlo, son rechazados como trabajadores, y de nada sirve que fuera creada por ellos y para su integración laboral, y los videntes, si llegaron a sus respectivos puestos con la debida titulación y por oposición, también les estorban. Solo se salvan de la quema los parientes de… que sean buenos trabajadores o no lo sean, son intocables. El ciego que se rebelaba, solo tenía dos posibilidades: o la de ser despedido porque sí o porque no, o la de ser recluido en el despacho más escondido retirándole todas las funciones. Algunos se han pasado en esta humillante situación 25 años y a nadie se le ha caído la cara de vergüenza. Al contrario. Contribuir a estos castigos era premiado con jefaturas tan bien pagadas como mal ganadas.
     A punto de acabar con los empleados ciegos, han empezado el baile con los videntes que no sean ni parientes, ni amigos, ni amantes de…
     En esta cola de posibles víctimas le tocó el turno a Rosario Bernal, empleada de la sede de Salamanca. Rosario llegó a su puesto por oposición, hace casi 30 años, ni los que deciden estas cosas, ni los que las amparan, sin duda para mantenerse en sus cargos, dudan de que es una intachable trabajadora. Además de sus funciones administrativas, cosa rara en el personal vidente de la Institución, Rosario colabora en actividades artísticas con los afiliados que reportan a la ONCE una publicidad impagable. Todo esto no impidió que en junio se le aplicara un traslado forzoso. Por mucho que se maquillaron los hechos, era evidente que se trataba de un castigo. Rosario, meses atrás,     había defendido ante la justicia a un compañero, despedido, por hechos  más amañados que delictivos, circunstancia constatada por los tribunales tras condenar a la ONCE en todas las instancias.     Rosario presentó una demanda contra su empresa y con esta fecha me entero de la noticia que por buena quiero enviar: la ONCE, en sentencia firme, es condenada a trasladarla a su puesto habitual y en las mismas condiciones.
     Es cierto que la resolución no recompensará a esta trabajadora de los daños de salud, psicológicos y económicos ocasionados a ella y a su familia. Posiblemente ni siquiera sirva para frenar otros despidos que se ven venir, entre otras razones porque los responsables no tienen que pagar los gastos derivados de sus actuaciones con dinero de sus bolsillos,    pero servirá, al menos, para que la sociedad empiece a conocer el verdadero destino de su dinero.
   Desde Madrid informó para 30 días Daniel.

CARTA A...

No sé a quién escribirle este mes. Lo que normalmente me parece una tarea fácil, hoy se me antoja algo imposible.
    Podría felicitar al señor Donald Trump. En contra de todas las encuestas, será el 45 Presidente de los Estados Unidos, pero después de una campaña electoral en la que dejó claro su rechazo a las mujeres, a los extranjeros, a los negros y a las clases más desfavorecidas, solo puedo desear lo que siempre he reprochado a los gobernantes: que no cumpla su programa.
    Podría escribirles a los ciudadanos norteamericanos, más que para felicitarlos, para reflexionar. ¿Cómo es posible que votaran estas propuestas? ¿Dónde está su madurez democrática? ¿Qué hay de su formación en la defensa de las libertades individuales y de los Derechos Humanos? 
     Para encontrar una explicación más o menos convincente, podemos fijarnos en el caso de España. Los españoles, hartos de políticos corruptos, maestros del amiguismo, tergiversadores de la verdad, manipuladores del pensamiento, fabricantes de pobres para hacer ricos a los suyos, votan para vengarse, y estas reacciones suelen ser peligrosas, muy peligrosas. Los ciudadanos, a la hora de votar, siempre debemos tener presente que las víctimas de los tejemanejes de los políticos somos nosotros, y de nada sirve querer ignorarlos. Puede que los ciudadanos perdamos el interés por los políticos, pero ellos jamás dejarán de interesarse por nosotros, nos necesitan para llevar a cabo todas sus actuaciones.
    Podría felicitar a la señora Clinton, por las hermosas frases de felicitación que dedicó a su rival en las urnas, pero eso son simples formulismos, detalles que exige el guion, a los políticos, como a cualquier trabajador, hay que felicitarlos cuando han demostrado que son útiles a la sociedad, nunca cuando prometen que lo serán para conseguir votos.
  Así pues, no sé a quién escribirle hoy, bueno sí, a la suerte, pero a la buena, no a la mala, que las dos existen aunque siempre nos fijemos en la primera, porque si los políticos no cambian, que no parecen dispuestos a hacerlo, y los ciudadanos nos dejamos llevar por los sentimientos, puede que nos haga falta.

COSAS DE GARIPIL

¡Hola! Los centros comerciales se han comprometido un año más con los Reyes Magos a repartir los catálogos de sus regalos para que los niños elijan. Los buzones particulares están a cogüelmo de cartapacios que exhiben muñecas, coches, familias de animales y un sinfín de maravillas. Los niños se pasan las horas muertas pasando hojas y trazando rayas de colores en sus juguetes preferidos. ¡Cuánta ilusión! Lástima que no todos los niños puedan hacer lo mismo.
     Como siempre que me amenaza la tristeza, abro un libro de mi autora. En esta ocasión me he decidido por “El rosario de los cuentos” y sorpresa: el misterio que cierra los de dolor me hace pensar que si todos hiciéramos lo que su protagonista de vez en cuando, es decir, querer ser niños, no habría niños sin más reyes que un juguete de segunda mano, cuando no una lluvia de bombas, un plato vacío, un barco que lleva a la muerte, un invierno sin abrigo y otras barbaridades incompatibles con la condición humana. Dice así:

Quinto Misterio: Antón Sánchez

    Antón Sánchez había cumplido quince años el verano anterior. "Ya eres un hombre", decía su familia. Pero él se resistía a perder su derecho a soñar, su libertad de sentir, su categoría de niño.
    Aquella noche de diciembre se sentó ante la mesa camilla y sobre una hoja de papel cielo ribeteada por una cadena de soles encendidos, de lunas llenas, de medias lunas, de lunas luneras en cuarto creciente, en cuarto menguante... empezó a hilvanar su carta a los Reyes Magos.
     —No pierdas tiempo haciendo esas tonterías que los carteros se ríen de las cartas de los mayores y no las llevan a Oriente, -dijo su madre.
    —Más que de pedir juguetes, de lo que tienes edad es de pensar en trabajar, que los años mandan y hay que ponerse a sus órdenes, -añadió su padre.
    —Lo que debes hacer es echarme una mano en el comercio, que antes de acabar de cobrar tengo que empezar a despachar, -siguió su hermana.
    —Es mejor que me la eches a mí en el bar que por más ligero que voy y vengo nunca llego, -continuó su hermano.
    —¡Naranjitas, naranjitas! -protestó Tilo, el perro de la casa- Quien de veras necesita tus manos es la parcela, y mientras la lluvia mecánica riega el maíz, tú puedes jugar conmigo. ¡Anda, no lo pienses más! Me aburro tanto con tu padre y los jornaleros...
     Aquel vendaval de obligaciones hizo añicos su carta, pero su ilusión... su ilu¬sión quedó ilesa y con las alas más abiertas que nunca empezó a revolotear por los cuatro puntos de su corazón.
    Pasaron los días y la fuerza del tiempo desprendió las doce hojas del calendario y floreció la rosa del nuevo año. A ésta se le cayó el pétalo del primer día, el del segundo... y por fin el del quinto, el que puso al pueblo en la mágica noche de reyes. Los niños se arremolinaron en la plaza, una plaza de piedra, una plaza pequeña. Los pinceles del frío pintaban rosetones rojos en sus mejillas, pero no les importaba, lo único importante para ellos era la estrella de sus sueños, la estrella que zigzaguean¬do en el cielo de su infancia les anunciaba la visita de los Reyes Magos. "¡Que vienen, que vienen! -gritaba Colacho- ¿No oís los pasos de los camellos?" "Que no, tonto, que no se oye nada, que lo que suena es el viento que mueve las ramas", aclaraban los demás, después de aguzar el oído. "Pues no tardarán. Por la hora...” "¡Mirad, mirad! -insistía Tita- ¿Qué es esa luz?”
     Antón, que los veía desde su casa, que compartía su espera detrás de la ventana, llamó a Cosme.
—Si te doy mis años, ¿me darás los tuyos? Dejarías de ser un enano.
—¡Naranjitas, naranjitas!
    —Si aceptas, serás tan mayor como yo, y te darán permiso para ir a bailar los domingos. Lo pasarías tan bien...
—¡Naranjitas, naranjitas!
—Si vas por mí a la parcela, yo iré por ti a la escuela. Tendrías tanto dinero...
—¡Naranjitas, naranjitas!
—Si quisieras...
Y Cosme echó a correr para no caer en la trampa que le tendía aquel diablo disfrazado de hombre.
    Antón, tapándose la cara con las cortinas, empezó a llorar como cuando era niño y no podía sacar del río la luna que se ahogaba en sus aguas, como cuando era niño y no podía quitarle de los ojos al sol las legañas de nubes, como cuando era niño y al llegar el invierno no podía ponerles a los árboles un vestido de hojas verdes. A sus sollozos acudió Tilo, mordisqueó sus zapatos y tirándole de los cordones lo condujo al almacén. Tras unos sacos de azúcar descubrió Antón sus viejos regalos de reyes: un triciclo con dos ruedas, un caballo sin orejas, un payaso manco y tuerto... y ¡qué sor¬presa!, entre unas cajas de refrescos apareció impecable su juego de carpintero, el mejor de los regalos, el que más feliz le hizo. Lo recogió y contó las piezas. No faltaba ni una. Ya en uno de los mostradores lo envolvió y con letras muy grandes escribió: "Antón Sánchez. Plaza de la Alegría, n° 8. Mirador del Río. Salamanca. España.” De las tres puertas de la casa, abrió la del centro. Un gato que llevaba varios días persi¬guiendo a su gata Luna maulló a sus pies. "¡Ésta es la mía!", debió pensar, y se coló sin trabas. Miró hacia delante, nadie miraba hacia tras. Se escondió el paquete entre los fuelles de la cazadora y deslizándose entre la piña de niños como si tal cosa logró depositarlo en la tarima donde Sus Majestades vaciarían las alforjas sin ser ni visto ni olido.
El rayo de luz que se veía a lo lejos avanzó y avanzó hasta convertirse en todo un sol. "¡Ya vienen, ya vienen!", gritó la chiquillería saltando, riendo y llorando de emoción. Y como todos los años, llegaron por fin los tres Reyes Magos, y entre besos, cohetes y aplausos, se instalaron gozosos en sus tronos blancos.
—Lolita Jiménez, -llamó Melchor. Y Lolita, entre tímida y nerviosa, recogió su paquete con cintas rojas.
—Juanito Ruiz, -llamó Gaspar. Y Juanito, sin creerse lo que veía, recogió su paquete con cintas amarillas.
    —Pepita Martínez, -llamó Baltasar. Y Pepita, haciendo pucheros y a empujones de sus padres, recogió su paquete con cintas granates.
    Antón sentía que el corazón se le salía del pecho. ¿A qué rey le tocaría pronunciar su nombre? ¡Qué nervios, ¡¡jo!!, qué nervios! Aquellos renacuajos tardaban una eternidad en recoger sus regalos. Cada vez que llamaban a uno le entraban ganas de mandarlos a todos juntos de un empujón, pero tenía que aguantarse, que conformarse con restarle un pasito a la insufrible cola, los reyes no perdonaban la violencia, la castigaban con carbón.  Y aunque sólo fuera por no enfadarlos, por no perder su cariño y confianza, valía la pena armarse de paciencia y esperar turno.
Por fin los ojos del negrito se clavaron en el último paquete, un paquete raro, sospechoso. Aquel paquete no había salido de los talleres de su palacio. Estaba seguro, tan seguro como sus dos compañeros. Pero tampoco podían regresar con él, ellos no venían desde tan lejos para llevarse paquetes, venían para traerlos. Seguro que alguno de los pajes se lo había metido en las alforjas para no verse en evidencia ante algún niño despistado. Como los había que se fiaban de los mayores para poner las señas... Lo tomó pues con cariño y radiante de alegría dijo:
—Antón Sánchez. ¿Quién de vosotros es Antón Sánchez?
     Y Antón, encor¬vándose para disimular sus dos metros menos cuarto de estatura, y tapándose la cara con la bufanda para ocultar su incipiente barba, se acercó despacio, nervioso, exul¬tante, recogió su paquete de cuerdas y papel de estraza, y más contento que una gaita, sonrió a los tres y les dio las gracias.
     Mientras Melchor, Gaspar y Baltasar descendían de los tronos y se subían a los camellos para regresar a Oriente, los niños llenaron el jardín de mil papeles de colo¬res que el aire recogió presto y colgó de los árboles para vestirlos de navidad. Por la plaza empezaron a correr flamantes balones, muñecas muy limpias, coches relucientes... y mucha, mucha alegría, tanta tanta que hasta el frío se volvió calor de la ver¬güenza que le dio ser tan cruel con los seres humanos.
    Antón, sentado en el soportal, abrió su paquete y sacó las piezas de la carpintería: una sierra, una escuadra, un metro, una garlopa... y muchas, muchas y diferen¬tes tablas.
    —Pero Antón, Antón, a tus años y delante de nosotros, ¿no te da vergüenza jugar a los carpinteros y con ese juego precisamente?, -le preguntaban los suyos, los vecinos... los mayores.
    Y el ¡pon!, ¡onm!, ¡pon!, del martillo sobre las cabezas de las puntas, les respondía: "¡Qué ilusión!, ¡qué ilusión!, ¡qué ilusión!”, pues con las glorias de sus herramientas se le habían ido las memorias de que se las había echado él mismo.
    Y desde entonces nadie ha logrado impedir que cada Noche de Reyes Antón Sánchez se olvide de ser mayor para ser niño
    
    Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.
    Garipil-1995.
    Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.
    Letanías-1999.
    Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.
    El rosario de los cuentos-2003.
    Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.
    Cartas de la Radio-2007.
    Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc, y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.
    Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)-2014.
    Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás –y los papás- disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

    Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme,  solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:

garipil94@oliva04.e.telefonica.net 

    Estaré encantado de responderte.

    Gracias por tu visita y hasta el próximo número.