viernes, 1 de noviembre de 2019

PORTADA


Queridos lectores: Acaba de salir el número 74 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus noticias con dos sencillas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y reales. Y segunda: que las envíes a mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Cuento contigo.

CONTENIDO

LA VITRINA: El libro de este mes se titula “La rosa del viento”, y lo firma Corina Bomann.
MESA CAMILLA: Que Franco descanse en paz y los suyos nos dejen descansar.
CAJÓN DE SASTRE: Historia de la mesa camilla.
EL ÁLBUM DE LA Lengua: Queísmo y dequeísmo.
LA BUTACA: El milagro de la moneda de tres peniques.
CARTA a… Javier Cercas (escritor).
COSAS DE GARIPIL: Plegaria de la vida (poema).

Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

María Jesús.

Seguidores de Honor:
Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.
Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.
María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.
Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.



LA VITRINA

¡Hola! Este mes he sido yo el elegido entre varios libros para invitarte a leerme. Para animarte a hacerlo, me presento.

Mi título: “La rosa del viento”.

Mi autora: Corina Bomann.

La reseña la dejo en manos de la lectora que me ha invitado.

La novela cuenta dos historias. Una es la de Annabel y sus esfuerzos para rehacer su vida en otra ciudad. Con un ex marido que parece no querer saber nada de su vida, un futuro por dibujar y un pasado en el que hay un padre desconocido y una madre ausente. Y es que Annabel nació en la RDA y, cuando tenía sólo seis años, fue abandonada por su madre quien huyó a la Alemania Occidental. Annabel tuvo suerte y fue adoptada por un matrimonio que la quiso y la quiere con locura pero tiene clavada la espinita del abandono de su madre. En este sentido, "La rosa del viento" es una novela de tintes familiares en la que una persona, Annabel, intentará descubrir secretos de su pasado. Aprovecha la autora para desvelarnos los mecanismos que, tras la caída del muro, se habilitaron para que personas como ella pudieran investigar sus orígenes familiares y, si acaso, reunirse con sus verdaderas familias.

La otra historia es la del barco, La rosa del viento. A raíz de una carta que Annabel encuentra escondida en el barco, se da cuenta de que éste pudo ser utilizado para trasladar huidos del este al oeste de Alemania y no parará hasta averiguar su historia.

No sé si alguna vez os he comentado que me gusta la historia de Alemania. Me encantan las novelas situadas en la Segunda Guerra Mundial y me resultan especialmente atractivas las que nos muestran al pueblo alemán (supongo que en mi afán por entender lo incomprensible). Pero también me gusta conocer el después, qué pasó después de la guerra, cómo se reconstruyó Alemania. Y no son muchas las novelas que tratan de estos años, los cincuenta, los sesenta; y menos aún haciendo referencia a las dos Alemanias. Por eso, esta novela me ha resultado muy atractiva e interesante.

Será un narrador en primera persona quien nos irá contando toda la historia. La mayor parte del tiempo será la propia Annabel aunque habrá algún capítulo en el que otra persona tome el testigo: Christian. El estilo de Corina Boman es sencillo y de fácil lectura. Combina bien la narración y el diálogo y mantiene un ritmo medio constante, de tal manera que el libro resulta interesante y de muy amena lectura. A todo le da un tono amable pues, aunque en algún momento pueda contar alguna historia un tanto dramática, lo hace siempre de una manera tierna y sin cargar las tintas en el drama.

Es una novela con no demasiados personajes y entre ellos destacan Annabel, Christian y Leonie; sobre todo la primera, protagonista absoluta de la novela. Una mujer que cae bien al lector, con la que es imposible no empatizar. En general, los personajes están bastante bien caracterizados; cosa que la autora consigue, en parte, porque son pocos y, en parte, porque les deja tomar la palabra.

La novela contiene una historia de amor y una historia familiar. La verdad es que ambas son bastante previsibles pero es algo que no importa ya que las cosas transcurren tal y como tienen que hacerlo por lo que no es difícil intuir el camino que va a tomar la historia.

Conclusión final

"La rosa del viento" es una novela muy agradable de leer. Es la primera que leo de la autora y no será la última. Además de entretener, enseña, por lo que despierta interés desde el principio y deja un buen recuerdo al final.

MESA CAMILLA


Que Franco descanse en paz y los suyos nos dejen descansar

Aunque sin la discreción que anunció el Gobierno en funciones, que no ocultación del hecho, el pasado jueves 24, después de casi 44 años, Franco salió del Valle de los Caídos y llegó al lugar que razonablemente le corresponde: al precioso y bien cuidado a costa del Estado cementerio de Pingorrubio, junto a su esposa, otros familiares y personas vinculadas al régimen. Seguro que desde alguna estrella sus involuntarios compañeros han aplaudido su ausencia. ¿Hay algo más humillante para las víctimas que tener que compartir la última morada con los verdugos?

Esto que se ha hecho ahora debió hacerse en cuanto se instauró la democracia, pero se entiende que el gobierno de aquellos días no se atreviera ni a hablar de ello, a los españoles todo nos vale para dividirnos en dos bandos y no era el momento de ponernos sobre la mesa el juego de “yo soy el bueno y tú eres el malo” aunque todos seamos iguales para enzarzarnos en cualquiera de esas batallitas que tanto nos gustan . Sin embargo, las cuatro décadas de distancia no han servido para evitar que la exhumación se llevara a cabo libre de polémica, que es como corresponde a una sociedad madura, civilizada y responsable.

El primer punto negativo lo han puesto todos los partidos de la oposición.

Todos se han olvidado de que en su día apoyaron el traslado de los restos, y convencidos de que los españoles somos menores de edad por no decir imbéciles, no han dudado en acusar al Gobierno de hacer coincidir la fecha con los malos datos del paro para no perder votos en las próximas generales. ¿Es que acaso no pretenden ellos ganarlos con esta crítica?

El segundo punto negativo lo pusieron los pocos ciudadanos que unos porque se beneficiaron del régimen, otros por atavismos, otros por pura ignorancia y otros porque gustan de apuntarse a todos los eventos que pasen por televisión, acudieron con pancartas de apoyo al dictador y gritos de “¡viva Franco!” y “¡arriba España!” tras entonar el “Cara al sol.

Franco, lamentablemente, forma parte de la Historia de España, nadie lo niega, y nuestros niños tendrán que estudiarlo en los libros de texto, y pasarán las generaciones sin borrarlo del mapa, pero una cosa es esto y otra muy distinta tenerlo en un mausoleo y rendirle honores como a los hombres ilustres.

Y el punto más negativo para mí lo ha puesto su familia en todo el proceso. Ningún país ha tratado a las familias de los dictadores tan bien como España ha tratado a los familiares de Franco. En todo momento han gozado y siguen gozando del respeto de los españoles y de no pocos privilegios. Para mayor generosidad y aunque no estamos para estos dispendios, hasta les hemos pagado los gastos del traslado, algo que no habría ocurrido en otros países. ¿Por qué han puesto y siguen poniendo tantas trabas pues? ¿Qué más quieren? ¿De qué se quejan…?

Esperemos que Franco descanse por fin en paz, y que en un gesto de gratitud, los suyos nos dejen descansar.




CAJÓN DE SASTRE


HISTORIA DE LA MESA CAMILLA

La llamada mesa camilla, o simplemente camilla, es una mesa circular, rectangular o cuadrada, provista de un bastidor.

Se trata de una mesa de madera normalmente redonda, aunque no exclusivamente, cubierta con unas faldas de tela gruesa que pueden llegar casi hasta el suelo; en la parte inferior puede llevar una tarima de madera con un agujero circular central para colocar un brasero.

La mesa camilla fue un sistema de abrigo muy común, antes de la popularización de la calefacción central y a veces como complemento. La familia se reunía alrededor, poniendo las piernas bajo las faldillas para mantenerlas calientes. Aunque a veces se producían quemaduras superficiales en la piel que se llamaban cabrillas.

Actualmente, se sigue comercializando, en formato redondo o rectangular, y se suelen utilizar braseros eléctricos.

La mesa camilla es ese mueble que todos conocemos y que probablemente tú también tengas en tu casa. Consiste en una mesa que generalmente es circular y que debajo contiene un brasero. Su nombre se debe a que en invierno se viste con una falda camilla de mayor longitud que nos permite mantener dentro de la mesa el calor del brasero para de este modo, incrementar la temperatura de la habitación o del salón donde hayamos puesto el mueble.

¿Cómo se ha utilizado la mesa camilla durante estos años?

A lo largo de estos años y aún hoy en día ha sido una forma de abrigo familiar. La imagen más típica es ver a toda la familia alrededor de la mesa camilla con las piernas ocultas bajo la falda larga para poder entrar en calor. Es un método tan efectivo en invierno que por más que pasan los años no se pierde la costumbre en las casas.

En el interior de la mesa camilla a veces es habitual que tengamos un enrejado o una alambrera. Este artilugio se utiliza para colgar la ropa y que se seque antes al calor del brasero. En verano también es frecuente ver en las casas la mesa camilla, solo que la falda larga se cambia por un tapete algo más fino y de menor caída.

En la actualidad, se continúa comercializando debido a su alta efectividad y a que los costes son menores. No obstante, se suelen utilizar ya braseros eléctricos. Los formatos en los que se venden ya no son necesariamente redondos, también podemos encontrarlos rectangulares.

Como hemos dicho, la mesa camilla sigue siendo una pieza importante al uso moderno, al igual que lo ha sido estos años atrás. Es una de las piezas más utilizadas para crear en tu casa un rincón con encanto, por eso se puede poner en tantos sitios del hogar. Además de los recuerdos de su propia casa, todo el mundo tiene la clásica imagen de ir a casa de la abuela y sentarte a la mesa camilla.

A pesar de ser un elemento tan importante en las casas, poco se sabe sobre su procedencia. ¿Sabes de dónde procede? ¿O cuándo comenzó a aparecer? ¿Porqué se llama mesa camilla?

El nombre mesa camilla procede de antes de nuestros abuelos.

En este mueble existe una tarima con un agujero para poner un brasero, y en el salón donde se encontraba la mesa camilla se realizaban las tareas principales del hogar, ya que era el lugar donde había calefacción en las viviendas.

La familia se reunía para escuchar la radio, se hacían bordados y otras labores de costura alrededor suyo, sobre todo en invierno, se comía y se cenaba en ella…

Este mueble se cubría con unos faldones para mantener el calor en su interior y era muy frecuente taparse las piernas para resguardarse del frío, además, a la hora de irse a dormir, aprovechaban el calor del brasero colocándolo bajo la cama.

Se entiende que de este uso y de que posiblemente las personas se quedaban dormidas escuchando la radio después de cenar, se extendió y popularizó el nombre del mueble mesa camilla.

¿De dónde procede la mesa camilla?

Al contrario de lo que se suele pensar, la mesa camilla es un concepto que consiste en mantener el calor del ascua almacenado en el interior de un espacio cerrado con tela gruesa.

De forma similar se utilizó desde tiempos milenarios y todavía se utiliza casi de forma universal en lugares fríos donde no llegan otro tipo de recursos..

El origen de vestir la mesa en la Europa medieval

El origen de las mesas cubiertas procede del Medievo europeo. Lo común era ver la taula (mesa) cubierta con un mantelón. La taula empezó a cubrirse porque era costumbre en Roma y Grecia y toda Europa tenía el deseo de adoptar las costumbres de las ciudades punteras y civilizadas de antaño.

Cubrir la taula comenzó a ser protocolo en todas las reuniones distinguidas, donde se sustituían los triclinium por nuevos asientos y los tableros de mayor tamaño se utilizaban para servir las viandas y aportarles una presentación a los platos.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que en Europa lo que surge es una sociedad creada por nuevos señores. Los señores tenían una figura que era itinerante y cambiaban frecuentemente de castillo o mansión. De ahí surge el problema con las taulas medievales: No eran sencillas de transportar.

En lugar de llevarlas como equipaje aparatoso en cada ruta, lo que idearon era dejar en cada emplazamiento unos tableros para utilizarlos como taula y asiento, o bien fabricar unos nuevos al llegar.

Estas mesas totalmente improvisadas no eran lujosas y más bien aportaban una imagen basta.

La manera de que no quedase tan poco elegante, era vestirlas con mantelones.

Las taulas del Medievo europeo debían engalanarse para los señores, y se cubrían con unas telas que hacían de cobertores. Así, los señores podían ocultar la sencillez de la mesa.

Como ves, nada tenía que ver con retener el calor en un punto concreto ni de aportar calor a la estancia.

Lo que sí podemos decir en común con la actualidad es que ahí se empezó a acuñar la expresión de “vestir la mesa” De modo que en el Medievo de Europa no se encuentra tan solo el origen de la mesa camilla, sino también el de la expresión.

Del uso de la taula medieval con mantelón, a la mesa camilla que conocemos hoy tan solo había un paso.

La necesidad de protección frente a los climas fríos

Imagina los enormes salones que había en los castillos de la Edad Media en Europa. Ningún tipo de protección contra el clima más allá de las bastas paredes y los fuegos en las chimeneas.

Cuando llegaba el invierno, acercaban las mesas a las chimeneas para combatir el frío.

A medida que se extendía esta práctica, comienzan a aparecer los primeros braseros, también llamados infiernillos.

Consistían en pequeñas fuentes de calor que los siervos tenían que colocar y mantener a los pies de sus amos. Por tanto, empiezan a colocarse los braseros debajo de las taulas.

Gracias a los mantelones que se utilizaban para cubrirlas, el calor creaba confort para todos los señores que los comensales de los castillos agradecían debido a las corrientes de aire que padecían en las fortalezas y mansiones de los señores.

Cambio de función y apropiación femenina del mueble

El uso comienza a extenderse, por lo que los mantelones cambian de función. Ahora, estas largas telas ya dejan de tener como prioridad engalanar, para pasar a dar confort a los invitados o a los propios huéspedes. Así es como pasamos de la mesa de comedor a otras mesas más simples que eran principalmente de uso femenino.

Estas mesas con los braseros debajo comienzan a utilizarse en reuniones donde se cose, se borda, se lee, se reúnen personas y donde se practican otros hobbies y entretenimientos.

Aquellas tareas y aficiones se asociaban mucho a la mujer, por lo que las mesas camilla comienzan a nacer como tales para ser usadas con propósitos supuestamente femeninos.

En tiempo más reciente, cuando tener casa propia se extendió, la mesa camilla tuvo un papel importante en los hogares que se mantiene intacto en algunas regiones hasta el día de hoy.

Su popularidad en Europa

El nuevo uso que se les da a las mesas camillas se perfecciona, de modo que comienza a popularizarse por Europa. Sobre todo porque, además de crear espacios coquetos e íntimos, las mesas camillas eran muy simples de construir y, al estar cubiertas, no necesitan de materiales nobles, ya que su sencillez y sus elementos bastos pueden ser cubiertos.

Ya de manera previa a que aparecieran los radiadores, las mesas camillas eran las únicas fuentes que teníamos de calor en casa, aparte del propio fuego de los hogares. Por tanto, muy pronto se empezó a convertir en el centro de la vida de las casas y hoy sigue siendo así, puesto que es una forma muy efectiva de calentar la habitación, además de barata, íntima y especial.

Pero con el tiempo, pasamos del infiernillo a nuevos tipos de calefacciones. Hoy utilizamos braseros eléctricos especialmente, por lo que su significado como mueble calefactor está perdiendo importancia, a la vez que incrementa su relevancia como elemento decorativo imprescindible en un hogar. Y no siempre ocurre así, todavía gran parte de los hogares de nuestro país utilizan la mesa camilla como elemento calefactor.

¿Quién no tiene ese recuerdo tan característico del invierno de estar con su manta favorita en casa? O tener los pies fríos escondidos bajo las telas de la cubierta de la mesa camilla para pasar así las frías tardes del invierno? Charlando en casa, jugando, leyendo o comiendo, no importaba.

La mesa camilla es un mueble imprescindible incluso en la ciudad, pero también en los pueblos donde todavía las gélidas tardes y noches se combaten de la forma más sana que se puede: bien abrigados y con poca calefacción.

Si te fijas, actualmente, las mesas camillas están comenzando a recuperar el concepto del Medievo. Las telas se están empezando a utilizar sobre todo para embellecer nuestras mesas y para representar la belleza, la comodidad y el lujo. Hasta el punto de que su uso está ampliamente extendido tanto en los hoteles como en los mejores restaurantes.

¿Desde y hasta dónde se ha extendido el uso de mesas con brasero?

El impacto cultural de la mesa camilla no solo se ha dado en Europa. Como te hemos mencionado al principio, el uso de estos muebles está casi universalizado. ¿Quieres conocer algunos ejemplos? Te vamos a mostrar los usos de las mesas camillas en diferentes partes del mundo.

1. En Japón

kotatsu chabudai japones

Conocidas por el nombre de kotasu, son similares a las nuestras, pues consisten en una mesa básica de tipo chadubai que contiene un brasero debajo y que se cubre con un futón, en lugar de con las telas que usamos nosotros en Europa.

Este tipo de mesa es la más usada en Japón en la actualidad y las razones son las mismas que las que tenemos en Europa, pues al fin y al cabo las características son las mismas. A su vez, en Japón se utilizan para muchas funciones. No solo las tienen para comer o para estudiar sobre ellas, sino que incluso se utilizan para dormir debajo de los futones, utilizando el brasero para calentar a quien va a dormir ahí.

2. En China

En China contamos con otra versión algo diferente a la de Japón. Se llama mesa kang , sin embargo en este caso se prescinde de cobertor. Es más bien un tipo de horno que caldea la superficie.

3. En Corea y en Rusia

En estos dos países ocurre algo similar a lo que te acabamos de contar sobre China. En Rusia no hay cobertor, sino una especie de horno. La superficie aparece caldeada en forma de tarima de cerámica que se recubre, o simplemente se colocan plataformas que contienen esteras.

Las estructuras, tanto en Corea y Rusia como en China, se utilizan como cama y como comedor. Estas son otras de las razones por las que las mesas dejan de tener un cobertor. Se colocan de forma directa encima de las superficies que ya se encuentran caldeadas.

4. En Irán

En Irán es conocido un tipo de mesa similar a la camilla que recibe el nombre de mesa korsi.

Tiene una gran importancia en la cultura del país y el origen del tradicional mueble se remonta a la cultura persa.

Al igual que ocurre en Europa con la mesa camilla , es el centro neurálgico del hogar. En Irán es muy típico comenzar la fiesta de año nuevo, llamada Nowruz, alrededor de la mesa korsi del hogar.

Todos los comensales utilizan cojines para sentarse alrededor de esta mesa. Debajo de ellas hay braseros, no importa si son eléctricos o de carbón, y todo queda cubierto con un tapiz persa o con una alfombra. En diferentes culturas de los alrededores de la zona se encuentran versiones diferenciadas de la mesa. Un ejemplo muy claro es la sandalí, procedente de Afganistán y de Tayikistán.

Como puedes ver, la mesa camilla es un mueble muy útil y práctico, además de extendido. No solo es el centro de la vida familiar en España, sino en Europa y en casi todo el resto del mundo. Por eso, es algo fundamental que seguirá acompañándonos en nuestros futuros hogares.

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

Queísmo y dequeísmo

Se entiende por dequeísmo el error que se comete al anteponer indebidamente la preposición de a la conjunción que. "Opino de que el panorama es muy triste" es dequeísmo. Lo correcto es "opino que el panorama es muy triste". Este uso indebido se da en verbos como opinar, decir, pensar, mandar, sospechar, imaginar, contar, proponer, anunciar, disponer, saber, temer, suplicar... que no rigen preposición.

"Estábamos hablando de que tu amigo se ha metido en un buen lío" no es dequeísmo, sino un uso correcto, porque el verbo hablar rige la preposición de. Si la suprimimos, cometeríamos un queísmo.

El queísmo consiste en suprimir una preposición cuando no debería ser suprimida. Este error afecta casi siempre a las preposiciones de o en. "Le informo que ha sido admitido a las pruebas" es un queísmo, porque el verbo informar rige la preposición de. Lo correcto es decir: "Le informo de que ha sido admitido a las pruebas". Palabras y expresiones que rigen preposición son, entre otras: informar (de), confiar (en), alegrarse (de), acordarse (de), darse cuenta (de), no caber duda (de), con la condición (de), tener ganas (de), estar seguro (de), estar convencido (de)...

Estaréis pensando que esto es un lío, que cómo vamos a saber qué palabras deben llevar la preposición y cuáles no deben llevarla. Tranquilos: para todo hay trucos. ahí va uno: convierto la frase que quiero decir en interrogativa. Si al realizar la pregunta, pregunto ¿de qué?, en la respuesta tendrá que aparecer la preposición. Si cuando pregunto, no pongo la preposición delante de la pregunta, la preposición no ha de ir en la respuesta. Pondremos unos cuantos ejemplos, que con ejemplos es como se entienden mejor las cosas.
¿Cómo se dice: "Le dije de que no fuera" o "Le dije que no fuera"?: probemos el truco: si hago la pregunta, diré: ¿Qué le dijiste?, no diré: ¿De qué le dijiste? En consecuencia, lo correcto es "Le dije que no fuera". Probemos el truco otra vez. ¿Cómo se dice: "Eso depende que llegue a tiempo" o "Eso depende de que llegue a tiempo"? La pregunta es: "¿De qué depende?", y no "¿Qué depende?" Por lo tanto, la solución correcta es "Eso depende de que llegue a tiempo". Un ejemplo más: si no sé si se dice "Estoy seguro de que ha venido" o "Estoy seguro que ha venido", hago la pregunta: "¿De qué estoy seguro?"; está claro que lo correcto es "Estoy seguro de que ha venido".

Si este truquillo no nos convence, vamos a ver otro. Sustituimos la expresión que empieza con que por un pronombre y observamos si lo que resulta tiene o no sentido o el mismo significado Si no sé si se dice "Te recuerdo de que tienes que ir al médico" o "Te recuerdo que tienes que ir al médico", sustituyo la frase por un pronombre: "Te recuerdo eso"; no se dice "Te recuerdo de eso". Conclusión: debo decir: "Te recuerdo que tienes que ir al médico". Otro ejemplo: Si no sé si se dice "Me acuerdo que tenías un hermano pequeño" o "Me acuerdo de que tenías un hermano pequeño", sustituyo lo que va encabezado por que: "Me acuerdo de eso", no "me acuerdo eso". Por tanto, lo correcto es: "Me acuerdo de que tenías un hermano pequeño".

LA BUTACA

El milagro de la moneda de tres peniques

Una mujer quedó muda a los 12 años, y tras vomitar una moneda a los 25 recuperó la voz.

/10/2019 - 11:19 Mundo Web

Marie McCreadie, cuando tenía 12 años perdió repentinamente la voz extendiéndose por más de una década.

En diálogo con la BBC contó: “Me desperté un día con un fuerte dolor de garganta y con un gran resfriado. La primera semana la irritación era muy intensa por la fiebre, pero cuando me bajó la temperatura, la infección en el pecho desapareció y empecé a sentirme mejor y 'normal’”, pero aún sin poder hablar, dijo la mujer.

Pasadas varias semanas desde que desapareció la infección, Marie no recuperó la voz. Pero no solo eso, sino que no podía emitir ningún tipo de sonido, ni cuando tosía o reía.

Tras acudir a distintos médicos, fue recibiendo diagnósticos diferentes y equivocados, hasta que le dijeron que padecía de mutismo histérico, un trastorno correspondiente a la función vocal, que no depende de la función del cuerpo, sino que el silencio se da de forma voluntaria. “Iba a un colegio católico y una monja, al ver que no había una razón física que me impidiera hablar, dijo que Dios me estaba castigando al haberme dejado sin voz", relató McCreadie. Al mismo tiempo, sus compañeros de la escuela la apodaban la “mujer del diablo”, y le decían que tenía que confesar todos sus pecados para poder recuperar la voz. Pero ella dijo que no tenía nada para confesar.

Pasados los dos años sin poder emitir sonido alguno, Marie intentó quitarse la vida, y fue trasladada a un hospital psiquiátrico.

La mujer cuenta en su libro que en el hospital, sufrió en una ocasión una terapia con descargas eléctricas. “Era como una cámara de torturas. Muy cruel".

Finalmente, a los 25 años de edad, mientras se encontraba en el trabajo, McCreadie comenzó a sentirse muy mal, a toser sangre y sentía que algo se movía en el fondo de su garganta. Debido a esto se dirigió rápidamente al Hospital, y allí los médicos le removieron un bulto, que resultó ser una moneda de tres peniques.

La moneda se encontraba alojada al lado de sus cuerdas vocales desde que era una niña, impidiendo que pudiera vibrar y, por lo tanto, que emitiera algún sonido. En el libro Marie afirma que en su momento los doctores no pudieron descubrir la moneda a través de la radiografía, debido a la manera en la que la moneda estaba ubicada en su garganta.

www.elliberal.com.ar

Desde Buenos Aires (Argentina) informó para 30 días Karen.

CARTA A...

Javier Cercas:

Como todos los años en el mes de octubre los lectores supimos el nombre del nuevo Premio Planeta y el título de la novela galardonada. Celebro que el elegido por el jurado entre tantos aspirantes haya sido usted, y no me cabe la menor duda de que la novela ganadora es una gran obra, algo que no suelo pensar de todos los Planetas. ¡Enhorabuena!

Me congratula que los buenos escritores sean reconocidos de vivos y no de muertos, que es lo que suele pasar en este país, y le deseo muchos años de vida para seguir escribiendo.

Lo descubrí con “Soldados de Salamina”, acabo de leer “El monarca de las sombras” y espero tener pronto en mis manos “Alta Terra”.

Gracias por escribirlos.


COSAS DE GARIPIL

¡Hola! No siempre son los hombres los que tienen razones para quejarse de la vida. También la vida tiene razones para quejarse de los hombres. Esta es la conclusión que saco de este poema.

Plegaria de la Vida

Juventud que te deshojas
en una esquina cualquiera
al dibujar con mi sangre
amapolas en las piedras,
juventud que te derramas
en los antros de la noche
colmando cálices huecos
de mis bellas ilusiones,
juventud que alzas el vuelo
con unas alas metálicas
apostándole a los aires
mi cosecha de esperanzas…
Juventud que me extravías
en un arrabal sin puente
¿no ves que al cerrar mis ojos
te abres un túnel de muerte?
Juventud que palideces
sin beber mi primavera
¿no ves nublarse tus cielos
cuando apagas mis estrellas?
Juventud que vas a tientas
por caminos sin volver,
piensa que el día que pasa
no es mañana sino ayer.
Juventud que me desmayas
sobre tallos de sarmientos,
ponte mi capa de rosa
que acabe mi sufrimiento,
sal de las cárceles negras
y recoge iris del alba
que revienten mis colores
en tu opaca madrugada.
Juventud abre las venas
a la savia de mis guías,
que si en ti no nazco y crezco,
sólo soy vida sin vida.

María Jesús Sánchez Oliva.

Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.
“Garipil” (1995).
Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.
“Letanías” (1999).
Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.
“El rosario de los cuentos” (2003).
Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.
“Cartas de la Radio” (2007).
Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.
“Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).
Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.
“Los días perdidos” (2018).
Reseña: En esta novela se narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. Primer “Premio Tiflos” 2013.

Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:

garipil94@oliva04.e.telefonica.net

Estaré encantado de responderte.

Gracias por tu visita y hasta el próximo número.