miércoles, 15 de diciembre de 2021

PORTADA

 

     Queridos lectores: Acaba de salir el número 95 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

 

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus noticias con dos sencillas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y reales. Y segunda: que las envíes a mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Cuento contigo.

 

TARJETA NAVIDEÑA

 

Sobre el fondo de la pandemia llega la Navidad; otra Navidad de mascarillas, de besos y abrazos prohibidos, de comidas y cenas suspendidas y de invitados ausentes. Un año más el virus solo nos permite hacer una cosa sin ponernos en peligro y sin poner en peligro a los demás: felicitarnos aunque sea en la distancia. Con su permiso pues hilvano estas líneas para desear a todos lo que deseo para mí: unas fiestas sin sobresaltos y un nuevo año más generoso que el que dejamos atrás.

 

Feliz Navidad y feliz 2022.

 

María Jesús Sánchez Oliva.

 

    CONTENIDO

 

    LA VITRINA:  Balance de libros.

    MESA CAMILLA: Cantamañanas con títulos universitarios.

    CAJÓN DE SASTRE: La teoría del cisne negro.

    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Nombres de impuestos, con minúscula.

    LA BUTACA: Excelente noticia.

    CARTA a… Almudena Grandes.

    COSAS DE GARIPIL: Quinto capítulo de Bella Luna.

 

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

 

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

 

    María Jesús Sánchez Oliva.

 

    Seguidores de Honor:

    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.

    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.

    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.

    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

    Claudio Hernández Díaz (pintor). Nacionalidad: española. 30-VI-2020.

 

 

 

 

LA VITRINA

Como cada mes de diciembre hago balance de los libros leídos a lo largo del año. Hasta esta fecha suman 71 sin contar los que tengo empezados. Unos me han encantado, otros me han decepcionado, pero como todos han sido leídos son dignos de estar aquí con su título y el nombre de su autor por si alguno te interesa.

 

2021:                                     

 

Título: La casa de los amores imposibles. Autora: Cristina López Barrio.

Título: La sangre de los inocentes. Autora: Julia Navarro (releído).

Título: Llanto en la tierra baldía. Autora: Toti Martínez de Lizea.

Título: Los ritos del agua. Autora: Eva García Sáenz de Urturi.

Título: Un granito de mostaza. Autora: Ibrahim, Laila.

Título: Las catedrales del cielo. Autor: Michel Moutot.

Título: Las páginas del mar. Autor: Sergio Martínez.

Título: Lascrónicas. Autor: Martín Caparrós.

Título: La casa de las muñecas. Autor: Ka-Tzetnik.

Título: La infiel. Autora: Reyes Monforte.

Título: Pedro Páramo. Autor: Juan Rulfo.

Título: La paloma de  Ravensbrück. Autora: Carmen Martí.

Título: La cuarta alianza. Autor: Gonzalo Giner.

Título: El jinete pálido. Autora: Laura Spinney.

Título: Yo, el rey. Autora: Pilar Eyre.

Título: El festín de Babette. Autor: Dinesen, Isak.

Título: El fuego del flamboyán. Autora: Yebra, Viruca.

Título: Donde brotan las violetas. Autora: Carmen Manzaneque.

Trilogía. Títulos: Dejar las cosas en sus días, La noche que no paró de llover y Todos los naufragios. Autora: Laura Castañón.

Título: La sonrisa de los cerezos en flor. Autora: Kate Connelly.

Título: El collar de la paloma. Autor: Heine, Ernst W.

Título: Historia de una maestra. Autora: Josefina R. Aldecoa.

Título: La peste. Autor: Albert Camus.

Título: Una pasión rusa. Autora: Reyes Monforte.

Título: El tatuador de Auschwitz. Autor: Eather Morris. 

Título: Flor de sal. Autora: Susana López Rubio.

Título: El heredero. Autor: Rafael Tarradas Bultó.

Título: El jardín de las malicias. Autor: Francisco Ayala.

Título: La melancolía de los feos. Autor: Mario Mendoza.

Título: Pacto de lealtad. Autor: Gonzalo Giner.

Título: La nostalgia del limonero. Autora: Mari Pau Domínguez.

Título: La octava caja. Autora: Doris Fonthainert.

Título: Mujeres que compran flores. Autora: Vanesa Montfort.

Título: Las amargas mandarinas. Autor: Iñaki Abad.

Trilogía. Títulos: Verdes valles, colinas rojas (La tierra convulsa), Verdes valles, colinas rojas (Los cuerpos desnudos) 2 y 3. Autor: Ramiro Pinilla.

Título: Violetas para Olivia. Autora: Julia Montejo.

Título: Olor a rosas invisibles. Autora: Laura Retrepo.

Título: Cara de pan. Autora: Sara Mesa.

Título: Palmira. Autor: Alberto Vázquez Figueroa.

Título: El jinete del silencio. Autor: Gonzalo Giner.

Título: El chico del Maravillas. Autor: Lluis Llach.

Títulos: Entre limones y El loro en el limonero. Autor: Stewart, Chris.

Título: La noche de los gitanos. Autor: Alfredo García Francés.

Título: Aguacero. Autor: Luis Roso.

Título: El manuscrito de fuego. Autor: Luis García Jambrina.

Título: El sueño de la crisálida. Autora: Vanesa Monfort.

Título: Hierba de brujas. Autora: Toti Martínez de Lizea.

Título: El zapato de la lengua rota. Autora: María Zabay.

Título: Un destino propio o El indiano. Autora: María Montesinos.

Título: La enredadera. Autora: Josefina R. Aldecoa.

Título: Las mujeres de la casa de las lilas. Autora: Martha Hall Kelly.

Título: La trenza. Autora: Laetitia Colombani.

Título: Mujeres de arena y mirra. Autora: Hanan Al-Shaykh.

Título: El susurro de la caracola. Autor: Máxim Huerta.

Título: Apóstoles y asesinos. Autor: Antonio Soler.

Título: El judío de Shanghai. Autor: Emilio Calderón.

Título: La camarera de Bach. Autor: Antonio Gómez Rufo.

Título: La sangre de los crucificados. Autor: Félix G. Modroño.

Título: De vidas ajenas. Autor: Emmanuel Carrére.

Título: Mientras la ciudad duerme. Autor: Frank Yerby.

Título: Los días modernos. Autora: Cristina López Schlichting.

Título: Los ingratos. Autor: Pedro Simón.

Título: El mapa y el territorio. Autor: Houellebecq, Michel.

Título: Entre vinos hablaos. Autora: Olga Luján.

Título: La canción de Dorotea. Autora: Rosa Regàs.

Título: Rosas azules. Autora: Lorena Pacheco Fiérrez.

Título: Las edades de Lulú. Autora: Almudena Grandes (releído).

 

María Jesús Sánchez Oliva.

 

 

 

 

 

 

MESA CAMILLA

Cantamañanas con títulos universitarios

 

Hasta los menos instruidos saben que el idioma de los españoles es el español, o castellano, que también vale. Por si quedara algún desmemoriado lleva 43 años recordándonoslo la Constitución del 78 y nos sigue garantizando el derecho a usar nuestra lengua con absoluta libertad. Como españoles que somos, sin que esto signifique que haya que olvidar el resto de lenguas cooficiales, también tenemos derecho a ser atendidos en español en los organismos públicos, a estudiar en castellano y hasta a oír la misa, la radio y la televisión en la lengua de todos. Pero en Cataluña no todos los españoles pueden ejercer este derecho sin correr peligro. La noticia ha sido portada de todos los periódicos esta semana: Un niño de cinco años y su familia se han convertido en centro de los ataques del independentismo catalán. La familia del pequeño, en el último año del ciclo de educación Infantil, pidió a los responsables del colegio donde está matriculado que a su hijo, tal y como ordena la ley, le dieran al menos el 25% de las clases en castellano. Desde que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dictaminara a favor de la familia y dijera que desde el jueves9 de diciembre debían impartirse en el aula del pequeño clases en español, el acoso es incesante.

 

La situación no es nueva en Cataluña, politizar la lengua para enfrentar a los ciudadanos ha sido una constante desde que empezó la democracia, pero ahora la situación ha dado un giro, y no para cruzarnos de brazos precisamente. Basta con analizar algunos de los mensajes que han circulado por las redes sociales. En la televisión autonómica catalana, padres de los compañeros del niño han llegado a decir que había que dejarlo solo en clase, o sea, aislarlo, como si fuera un maldito, un apestado. Parece que a un grupo de WhatsApp creado por el colegio para informar a los padres,  no tardaron en llegar mensajes amenazando con no llevar a sus hijos a clase, mejor tenerlos en casa que educándolos con un niño cuyos padres quieren que estudie en español, con lo que dejan claro la clase de familia que es. “Me apunto a apedrear la casa de este niño”, ha escrito en Twitter Jaume Fàbrega, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona. “No queremos supremacistas castellanos que nos odian”, añadió. Y no se le cae la cara de vergüenza, y sus alumnos no salen corriendo para huir de sus lecciones, y los padres de sus alumnos duermen a pata suelta, y nadie se atreve a pedirle que se ponga con urgencia en manos de un sicólogo que lo someta a unas sesiones de diccionario de la Real Academia Española para que aprenda el significado de las palabras libertad, derechos, obligaciones, compromiso, tolerancia, paz, progreso, justicia, democracia, educación, respeto, civismo, convivencia, catalán, español... y otros términos que en el catalán que él ha estudiado, habla y enseña significan lo contrario de lo que son. También ha sido denunciado por la Asociación ‘Hablamos español’ el mosso d’Esquadra (policía autonómico) Albert Donaire, quien publicó el siguiente tuit: “Este niño se tiene que encontrar absolutamente solo en clase. En las horas que se hacen en castellano, los otros niños deberían salir de clase. Reaccionemos o nos matan la lengua”. A este más que en manos del sicólogo, deberían ponerlo en manos del siquiatra, los andaluces, extremeños y castellanos que emigraron a Cataluña no dudaron en aprender catalán y se sienten orgullosos de ser bilingües, por lo que su miedo es más fruto de una obsesión que de un riesgo tangible.

 

Me gustaría decirle a este niño que no se preocupe, que nuestros gobernantes sabrán poner las cosas en su sitio y podrá seguir estudiando y jugando con sus compañeros sin problema, pero como engañar a un niño no es tan fácil como engañar a un adulto, prefiero callarme. Tendría que decirle que desgraciadamente vivimos rodeados de no pocos cantamañanas, por no llamarlos cernícalos, que es lo que más se me parecen, con títulos universitarios, y me parece muy pronto para empezar a decepcionarlo.

 

María Jesús Sánchez  Oliva

 

Publicado en Salamanca RTV al día.

 

13-XII-2021

 

 

 

CAJÓN DE SASTRE

La teoría del cisne negro

 

La teoría del cisne negro es una metáfora que, en el ámbito económico, describe aquellos sucesos que ocurren por sorpresa, que ningún analista había previsto ni tenido en cuenta porque, a priori, eran improbables y que, para bien o, generalmente, para mal, terminan teniendo un gran impacto y repercusiones trascendentales.

 

El creador de esta teoría es el economista Nassim Nicholas Taleb, que la bautizó así porque, hasta la llegada de los primeros exploradores a Australia en el siglo XVII, en Europa se pensaba que todos los cisnes eran blancos. El descubrimiento de este tipo de aves con plumas negras fue un hecho que se consideraba altamente improbable, pero que sucedió y que cambió la percepción que había hasta ese momento.

 

¿Por qué se los llama así?

 

A finales del siglo XVII, barcos europeos se lanzaron a la aventura de explorar Australia. En 1697, mientras navegaba por las aguas de un río desconocido del suroeste de Australia Occidental, el capitán holandés Willem de Vlamingh avistó varios cisnes negros, siendo posiblemente el primer europeo en observarlos. Como consecuencia, Vlamingh bautizó el río como Zwaanenrivier (río de los Cisnes, en holandés) por el gran número de cisnes negros que había allí.

 

Se trató de un hecho inesperado, novedoso. Hasta ese momento la ciencia solo había registrado cisnes blancos.

 

La primera referencia que se conoce sobre el término "cisne negro" asociado al significado de rareza surge de una frase del poeta romano Décimo Junio Juvenal(60- 128). Desesperado por encontrar una esposa con todas las "cualidades adecuadas" de ese entonces, escribió en latín que esa mujer es rara avis in terris,

nigroque simillima cygno ("un ave rara en estas tierras, como un cisne negro"), detalla el diccionario de Oxford. Porque en esa época y hasta unos 1.600 años después, para los europeos los cisnes negros no existían.

 

Volviendo a Taleb, y a su teoría del cisne negro, este  autor trata de cuestionar los análisis económicos que se hacen para predecir el futuro mediante una extrapolación de lo que ha ocurrido en el pasado, predicciones que, tarde o temprano, se verán confrontadas por la aparición imprevista de un cisne negro.

 

Así, para que un acontecimiento pueda denominarse cisne negro tiene que tener las siguientes propiedades:

 

Que sea inesperado. Se trata de un hecho a priori improbable, para el que no hay ninguna evidencia de que vaya a suceder y que, por tanto, es una sorpresa para los analistas y para el mercado. En el caso de que hubiera alguna probabilidad de que ocurriese, los agentes financieros se protegerían frente al mismo, con lo que no cogería por sorpresa al mercado.

 

Tienen un gran impacto. Son acontecimientos que afectan de forma importante a la economía o a la política mundial.

 

Se caracterizan por tener predictibilidad retrospectiva. Es decir, una vez que han sucedido, y solo entonces, se dan evidencias de que dicho hecho se podía haber evitado y se crean teorías que explican por qué se llegó a producir.

 

La teoría del cisne negro y el Covid-19

 

La pandemia de Covid-19 que está viviendo el mundo reúne todas las características que definen un caso de cisne negro. Por una parte, nada hacía esperar que la aparición de una serie de casos de neumonía causados por un nuevo tipo de coronavirus a finales de 2019 en la ciudad china de Wuhan iba a tener un impacto global. Sin embargo, ahora que el virus ya se ha extendido por todo el planeta, llegamos a pensar que esta crisis del coronavirus podría haberse evitado o, al menos, minimizado sus consecuencias, si se hubiera prestado atención a las señales.

 

En primer lugar, la experiencia de otros brotes anteriores, como el del SARS en China en 2003, el de la gripe aviar, también en China en 2013, o el del ébola en países de África Occidental en 2014. En segundo lugar, varios informes y expertos venían avisando en los últimos años del impacto que un brote vírico de alcance mundial podría tener tanto en las vidas humanas como en la economía. Así lo reseñaba el informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial de 2007, que, a través de un ejemplo ficticio (el surgimiento de un nuevo virus en Asia), analizaba el impacto en los negocios, el sistema financiero y político y  las condiciones económicas del surgimiento de una nueva pandemia. También lo advertía el mismísimo Bill Gates en una charla TED de 2015  en la que señalaba que el mundo no estaba preparado para una pandemia. Precisamente, el último  Informe de Riesgos Globales 2020 del Foro Económico Mundial volvía a situar las enfermedades contagiosas en el top ten de riesgos en términos de impacto.

 

Y pese a todas estas llamadas de atención, ¿por qué casi ningún país se había preparado? Pues por cuestión de probabilidad. Aunque estos estudios apuntaban desde hace tiempo el potencial impacto de una pandemia, sus probabilidades eran muy bajas, por lo que la mayoría de los países optó por destinar sus recursos a otras prioridades.

 

En resumen, lo que define la teoría del cisne negro es que, por mucho que creamos que tenemos una situación controlada, siempre hay factores aleatorios que se nos escapan.

 

Consecuencias en los mercados

 

En este sentido, las consecuencias derivadas de uno de estos cisnes negros son uno de los riesgos a los que se tiene que hacer frente cuando se opera en los mercados financieros. Por ello, aunque se trata de sucesos con baja probabilidad de que ocurran, sería un grave error ignorarlos. Y aunque es difícil protegerse de un cisne negro en su totalidad (porque no se pueden prever), es importante contar con una cartera diversificada y estructurada con distintas clases de activos para que puedan actuar como contrapesos en el caso de tener que responder a diferentes circunstancias económicas o financieras.

 

Y es que, aunque la historia parezca una concatenación de eventos inevitables, está llena de eventos cisnes negros que han cambiado el rumbo de la misma. La Primera Guerra Mundial, el ascenso de Hitler al poder, el crack de 1929 o el de 1987, los atentados de las Torres Gemelas, la caída de Lehman Brothers, el Brexit o la actual pandemia del Covid-19 son ejemplos de este tipo de terremotos, que no se pudieron prever y que tuvieron importantes consecuencias. Es decir, cisnes negros, cuya presencia conforme el mundo se ha hecho más complejo y global es más común y a los que los inversores comienzan a acostumbrarse.

 

Fuente consultada: Wikipedia.

 

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

nombres de impuestos, con las iniciales en minúscula

 

Las siglas de tasas e impuestos se escriben con mayúsculas (IVA, IRPF, IIVTNU); pero, cuando se desarrollan, las palabras que las integran se escriben

con iniciales minúsculas si son nombres comunes.

 

Uso inadecuado

 

• La Consejería de Hacienda, Economía y Función Pública viene informando sobre la aplicación de un nuevo procedimiento en relación con el Impuesto sobre

el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana.

• El Gobierno de Navarra impulsará una modificación del impuesto de Plusvalía Municipal.

 

Uso adecuado

 

• La Consejería de Hacienda, Economía y Función Pública viene informando sobre la aplicación de un nuevo procedimiento en relación con el impuesto sobre

el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana.

• El Gobierno de Navarra impulsará una modificación del impuesto de plusvalía municipal.

 

Tal y como se indica en la Ortografía de la lengua española, los nombres oficiales de

tasas e impuestos se escriben con minúsculas al ser nombres comunes (impuesto sobre el valor añadido, impuesto sobre la renta de las personas físicas, impuesto sobre el

incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana). Con las denominaciones no oficiales ocurre lo mismo: plusvalía es el nombre alternativo del

último impuesto mencionado y también se escribe con inicial minúscula.

El criterio de escribir en minúsculas los nombres de los impuestos permanece incluso si no se mencionan acompañados de su sigla. Así, en «El Impuesto de

Sucesiones y Donaciones afecta tanto a las donaciones mortis causa como a los supuestos inter vivos», lo adecuado habría sido «El impuesto de sucesiones y donaciones afecta tanto a las donaciones mortis causa como a los

supuestos inter vivos».

 

Recomendación de la FUNDÉU

 

LA BUTACA

¡Hola! Acabo de encontrarme con una noticia que me parece excelente. Como no me parece que haya sido muy difundida, me tomo la libertad de enviarla.

 

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) y el Fondo de Patentes de Medicamentos (MPP) anunció hace un par de días la firma de

un acuerdo de licencia para las pruebas serológicas de anticuerpos desarrolladas por investigadores del citado Consejo. Un acuerdo que constituye la primera

licencia transparente, global y no exclusiva para un diagnóstico de COVID-19 con un 99% de eficacia. Es decir, cualquier fabricante en cualquier parte

del mundo podrá disponer de ellos sin pagar nada por el uso de la patente. Esto es sin duda una gran noticia, aunque muchos de ustedes no la hayan podido

leer o escuchar.

Y lo es, en primer lugar, para luchar contra la pandemia en muchos países sin los recursos económicos suficientes para pagar las carísimas licencias de

las patentes del test. En segundo lugar porque sumarse al Fondo Común de Investigación Tecnológica para frenar el COVID-19 (C-TAP), organismo creado y

coordinado por la OMS, permitirá aumentar la producción de esta prueba en países de medios y bajos ingresos, acabando con la asfixia que supone tener que

pagar a la industria farmacéutica, lo que reforzará sus sistemas sanitarios beneficiando a millones de personas. Y por último, pero no menos importante,

porque España ha dado un paso al frente y está tirando con fuerza del carro de unas iniciativas que tienen como objetivo compartir conocimiento y apostar

por una ciencia abierta y libre del monopolio de las grandes empresas, y lo está haciendo con fondos públicos por lo que todos somos participes de este

éxito y debemos sentirnos orgullosos de nuestros investigadores.

El paso dado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), es la primera gran contribución de un país al organismo de la OMS.

 

Desde Soria informó para 30 días Virginia.

 

CARTA A...

6-XII-2021

 

Querida Almudena:

 

Tendría que llamarte Viernes, pero prefiero llamarte Almudena, que es nombre de tango. Ignoraba que llevabas meses luchando con los aires difíciles cuando el sábado 27 de noviembre el corazón se me quedó helado al saber que la muerte había puesto punto final a tu vida, una vida hermosa, una vida útil, una vida imprescindible, y vi llorar al lector de Julio Verne, a los pacientes del doctor García, a la madre de Frankenstein, a Inés entre los brazos de la alegría… y solo pude consolarlos dándote las gracias, gracias por invitarme a las tres bodas de Manolita, gracias por explicarme las edades de Lulú, gracias por permitirme recorrer las estaciones de paso, gracias por abrirme la puerta del mercado de Barceló… y prometiéndoles que me encerraría en tus castillos de cartón para seguir acompañándolos, porque los libros, aunque sus enemigos les prendan fuego, no mueren nunca, y gracias a ese don que los diferencia de los escritores, podemos seguir aprendiendo de Cervantes, de Shakespeare, de Platón, de Pearl Bukc, de Rosalía de Castro, de Pardo Bazán,de Lorca, de Machado, de Delibes… y de Almudena Grandes.

 

Quisiera poder despedirte como se despide a los que vuelven: con besos de pan, pero el viaje que emprendiste el sábado 27 de noviembre de 2021 no tiene retorno, y solamente puedo hacerlo diciéndote adiós, escritora, adiós. Puedes descansar en paz.

 

María Jesús Sánchez Oliva

 

COSAS DE GARIPIL

¡Hola! Abro el libro “Bella Luna” un mes más y me encuentro con el quinto capítulo. ¿Que no recuerdas los anteriores? Pues ya sabes, puedes encontrarlos en los 4 números anteriores, salvo, claro está, que no hayas ido copiándolos para no perder el hilo, como han hecho algunos de mis seguidores, por lo que aprovecho para darles las gracias aunque ya lo he hecho respondiendo a sus mensajes en privado.

  

          V LA MUÑECA ROTA

     Bella Luna era tan feliz con su única amiga que no la soltaba ni de día ni de noche. De día jugaban juntas a todas horas. Se intercambiaba con ella la ropa y el calzado, le peinaba bucles y se los despeinaba, lavaba su cara y la dormía y la despertaba para ver como abría y cerraba los ojos. La muñeca entendía todo pero guardaba silencio porque todavía no conocía las palabras. Nada era óbice para que Bella Luna charlara por los codos con su amiguita.

     —Eres igual de alta que yo, pero tenemos que crecer al mismo ritmo, para que no te quedes enana. Te enseñaré a dar pasitos y luego podrás andar moviendo las piernas igual de ligera que yo. Si te fijas en mis labios, sabrás hablar, y cuando seamos mayores podremos ir a jugar entre las mimbreras porque ya mi madre no tendrá miedo de que nos ahoguemos en el río.

     Su ilusión se desvaneció al cuarto día porque Tarri vio algunos detalles que la disgustaron.

     —Me desvivo porque tus cosas estén siempre como recién estrenadas por tu bien pero todos mis esfuerzos son en balde. ¡Qué desgraciada soy! Quiero lo mejor para ti y tú como si quisieras lo peor. ¿No ves cómo  tienes la muñeca y lleva cuatro días en casa?

     La muñeca tenía el vestido arrugado como una pasa y los lazos de sus zapatitos estaban deshechos. En la cabeza tenía algunas calvas: los cabellos se habían quedado prendidos entre las púas del peine. Un ojo lo tenía a la virulé y el otro casi: Bella Luna le pegaba de vez en cuando unos azotes y como no se quejaba le aplastaba los ojos para que le brotaran las lágrimas.

     Tarri leyó la cartilla a su hija:

     —Me dará mucho trabajo, pero te dejaré la muñeca como nueva, y esto no volverá a pasar. Desde mañana cogerás la muñeca solamente cuando no puedas moverte, o sea, cuando estés en la ventana, para que te la envidien todas las niñas. ¿No ves que ellas sólo tienen las de trapo que les hacen sus madres? Y por las noches, para que duermas con ella, a ver si así aprendes a ser más agradecida con tu madre.

     Bella Luna se aburría como una ostra cuando estaba con la nariz pegada en el cristal y la devoraban unas enormes ganas de tirar su muñeca a la basura y salir corriendo a revolcarse en la arena con todas las niñas que jugaban alegremente sin reparar en ella. De vez en cuando miraba por el rabillo del ojo con la esperanza de encontrar la ocasión de escapar pero Tarri siempre andaba al acecho. Se pasaba el día anhelando que llegara la noche. Tan feliz era achuchando la muñeca sin vigilancia que una mañana se negó a salir de la cuna.

     —Quiero quedarme aquí, para estar jugando con la muñeca.

     Tarri se puso negra.

     —Eso es imposible. No puedo dejar sin cambiar tus sábanas ni un solo día y tengo que ventilarte el cuarto para que no caigas enferma. Además, si no te pones en la ventana, nadie te vería la muñeca, y en lugar de envidiarte, te compadecerían, que la ignorancia venda los ojos de las entendederas.

     Aquel día Bella Luna se fue sola a la ventana. Su madre, con la urgencia de arreglar su cuarto, se distrajo y se olvidó de llevarla, de seguirla, de controlarla. Al verse sola y libre de amarras tuvo una idea genial para llamar a las demás niñas. Con una tijera recortó todos los gatitos de colores dibujados en el papel amarillo     que había envuelto la caja de la muñeca, abrió el cristal y niños y niñas se  arremolinaron. Bella Luna lanzó súbitamente una lluvia de gatitos de colores sobre todas las cabezas. Todos se  alborotaron a una y empezaron a gritar entre empujones:

     —¡Me ha tocado un gato verde! ¡Qué bonito!

     —¡A mí uno morado! ¡Mira, mira!

     —¡Tengo uno rojo y otro negro! ¡Qué suerte!

     —¡Yo tengo dos grises! ¿Me cambias uno por el azul?

     —¡Te cambio uno blanco por uno rosa, que los tienes repes!

     Poco duró su entusiasmo. Los gatos se agotaron enseguida y menos mal que Tarri no se enteró pues tenía el papel guardado como oro en paño en el trinchero para cuando hubiera que hacer un regalo al cura, al médico o al boticario, que eran los únicos santos de su devoción. Al terminar Bella Luna descubrió que hacer las cosas a escondidas de su madre la hacía inmensamente feliz y  decidió aprovechar cuantas ocasiones se le presentaran. La primera surgió dos días después. Tarri fue avisada con urgencia de la casa de empeños.

     —Si no retira hoy la sortija de oro, la venderemos sin más demora.

     Tarri insistió:

     —Tienen que aplazar la venta unos días, que Ñoto está al llegar.

     Echó tiempo en balde.

     —No esperaremos más de dos horas.

     Salió encorajinada y dio un portazo.

     —¡Cuando sea rica tendrán que suplicarme para que les compre esa basura de oro que empeñé y entonces les juro por mi hija del alma que les devolveré la moneda!

     Muy a su pesar había quedado sola a Bella Luna y para evitarle peligros domésticos la metió en la cuna y la sujetó con dos correas en vertical y dos en horizontal que la permitían moverse pero no escapar. Bella Luna no lo anduvo dudando. Retiró de un puñetazo el ovillo de mantas. Se movió hacia un lado y hacia otro buscando un hueco para salir. Era incapaz. Su cabeza ni cabía entre los barrotes ni cabía entre las correas. Se puso a mordisquear desconsolada un volante de la colcha de encaje color crema. A punto de resignarse soltó el volante de entre los dientes, metió los brazos entre las correas para separarlas, sin sacarlos metió la cabeza, se giró hacia un lado lentamente, apoyó las manos en el borde superior, sin respirar para que el aire no la engordara tiró de su cuerpo hasta verse libre de las correas y de una voltereta se plantó en el suelo. “¡Qué alegría!” Se subió en una silla para sacar del armario la muñeca. La desnudó y se quitó su pijama para cambiarse las ropas. La muñeca quedó preciosa con su pijama rosa con rayas verticales en blanco y un payaso de colorines en el blusón. Ella también se vio guapísima con el vestido rojo de volantes y lunares blancos aunque no podía mover bien los brazos porque las mangas de farol le hacían daño. Los pies de la muñeca nadaban en los zapatos de Bella Luna porque parecían barcos de grandes pero ésta se quedó descalza pues los de ella le apretaban los dedos. Juntas se fueron a la cocina. Bella Luna puso en un tazón leche, aceite, pan migado y azúcar, cogió una cuchara y empezó a batir para hacer unas sopas de gato, que era la papilla que las madres daban a sus infantes cuando empezaban a dejar de amamantarlos. Se sentó en una silla y cogió a la muñeca en su regazo después de ponerle una toalla de babero.

     —¡Abre la boca y traga de una  vez! ¿No ves que ya eres más baja que yo? Si no comes te meto en una mazmorra para que vivas cautiva como yo.

     Se oyó en la calle la algarabía de los niños. Abrazó la muñeca y se puso en pie. El tazón se volcó y la papilla se derramó sobre la silla salpicando las paredes y el suelo.

     —¡Trae el babero que tengo que fregarlo todo antes de que venga tu abuela! ¿No te he dicho nunca que mi madre es tu abuela? Pues se pondrá de mil uñas cuando venga si esto está así y a las dos nos meterá en el desván para que no manchemos más.

     El babero se embadurnó al instante y abandonó su labor porque una niña gritó desde la calle:

     —¡Sal, Bella Luna, sal con tu  muñeca de goma y jugamos a las mamás, que la mía es de trapo y por más azotes que le doy no se despierta!

     Sin pensarlo Bella Luna salió pies para qué os quiero. Tras pasear a la muñeca le cantaron para que se durmiera y, en cuanto cerró los ojos, la acostaron en el umbral de la puerta y se alejaron para saltar a la comba con otras niñas.

     Tarri se tropezó con el tío Navajas.

     —Si Ñoto no viene mañana, tendrá que pagarme unos reales más por cada día que pase.

     —Pagará  con billetes si hace falta.

     Cerca de casa la abordó un mimbrero.

     —El jueves fui al mercado de la ciudad y el posadero me dijo que había vendido los burros de Ñoto.

     —Ya se encargará él de venir con carro y burros nuevos.

     Al llegar a casa se volvió chaveta por el impacto que le causó lo que vieron sus ojos: un perro jugaba con la trenza de la muñeca que era la única pieza entera de su cuerpo, a mordiscos había destrozado su cabeza, sus brazos, sus piernas e incluso las ropas y los zapatos de Bella Luna. Los trozos estaban dispersos por el suelo. Tal fue su rabia, su cólera, su ira que de un puntapié dejó malherido al animal que empezó a ladrar desesperado sin poderse menear porque le había roto una pata. Entró en la casa y al ver el desastre de la cocina empezó a dar vueltas como una peonza por todas las salas mientras gritaba sus conjeturas:

     —¿Te han herido, ¡flor de mi jardín!, los salvajes que han entrado en casa aprovechando mi ausencia?

     Al ver que Bella Luna no se hallaba en la cuna salió despavorida y los vecinos se tronchaban de risa al oírla gritar entre manotazos al aire:

     —¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Me han robado a mi hija, me la han robado! ¡Si ya sabía yo que hasta los padres que tienen una docena de hijos me envidiaban por ser madre de un tesoro, pero, o me la devuelven sana y salva, o ahora mismo dejo huérfanos a los suyos!

     Al dar la vuelta a una esquina se topó con Bella Luna que estaba saltando a la comba con los pies descalzos, con los cabellos alborotados y sudando a mares mientras dos niñas agarradas a los extremos la hacían girar a toda velocidad. Cayó sobre su hija como una avalancha de tierra y ambas quedaron atrapadas en la soga que hacía de comba.

     —¡Ángel de mi cielo! ¡Estas bribonas tienen la culpa de todo, que a ti no se te ocurren estas gamberradas! Si me entretengo un minuto más, te dejan para enterrarte, pero ahora mismo las mando al infierno con los diablos, que son de su mismo pellejo.

     Bella Luna lloraba mientras su madre propinó dos bofetadas de padre y muy señor mío a una nena que no escapó por recoger la comba. Las otras huyeron a tiempo de la quema. Al oír el llanto de la niña abofeteada salió la madre y la pelea que se entabló entre Tarri y ella tardó mucho tiempo en olvidarse.

     —¡A mi hija no le pega nadie más que yo, y menos tú, que estás loca de remate!

     —¡Yo no le he pegado a tu hija, le he pegado a quien ha maltratado a la mía, y le sacaré los ojos en cuanto la pille como a las demás pues estoy tan cuerda que, como buena madre que soy, la defenderé siempre!

     —¡Eres tú quien maltratas a tu hija, solamente  tú, tú solamente!  ¿Pero cómo puedes creerte la mejor de las madres por tenerla encerrada como un preso en una cárcel?

     —¡Yo no tengo una hija para tenerla secuestrada en un cubil, como decís vosotras, ni para abandonarla en la calle como si fuera un perro vagabundo, la tengo para protegerla de buitres como vuestros hijos en una casa que me desvivo por tenerla como un palacio, porque es una princesa que os da envidia a todas!

     —¡Una niña tan castigada no puede dar más que lástima y lo triste es que paga tus manías, y la criatura va a acabar tan pirada como tú!

     —¡Piradas ya están las vuestras por ser hijas de madres tan comodonas que tras parirlas las echan a la calle para andar de cocina en  cocina poniéndome verde a mí!

     —¡Si te enteras es porque te pasas la vida expiando por las rendijas, y quien se pica, ajos come!

     Menos mal que al ruido de las voces acudieron otras vecinas y  mediaron para poner paz y las libraron de unos buenos tirones de pelo porque ya se estaban echando una a la otra manos al moño.

     Bella luna lloró desconsoladamente ante el cadáver de su muñeca. Su madre se indignó más todavía.

     —Le han echado tu muñeca al perro de la envidia que tenían de ti. Te han hecho llorar y tienes los ojos enrojecidos porque se te han puesto enfermos. ¡Ven, pincel de amores, ven antes de que te quedes ciega! Te los curaré con unas hebras de manzanilla hervida y te meteré en la cuna hasta que te recuperes y vuelvas a ser la que tanto odian.

     —No la han matado —Acertó a decir Bella Luna entre sollozos—, se ha muerto porque se ha cansado de vivir en el armario como yo me muero entre estas paredes. Si yo pudiera jugar como juegan todas las niñas seguro que no le habría pasado esto.

     Tarri se echó las manos a la cabeza.

     —¡Pero si esas víboras te han comido el coco! ¿Cómo puedes decirme eso?

     Por fin se le pasó el soponcio y se puso a ordenar la casa, le puso a Bella Luna un pijama de felpa, manoplas, patucos y gorro de lana, y aunque lucía el sol, la metió en la cuna para que se serenara después de darle un vaso de leche tan caliente que casi la escalda viva.

     —Duerme, lucero, duerme, que tu madre velará tus sueños y vigilará tu cuna para que no te despierte ni la luz de la luna.

     Dejó de cantar esta nana cuando se hizo de noche y dando un bostezo se sentó en una silla junto a la cuna y se durmió. De repente Bella Luna abrió los ojos y gritó angustiada. Tarri despertó al momento y de un impulso la estrechó junto a su pecho mientras la oía decir:

     —Mi padre está en la puerta y no se atreve a entrar porque Traía un saco lleno de rosas y mientras dormía un ladrón se las cambió por cardos salvajes. Al verse descubierto, el ladrón le dio una buena tunda de palos. Un hada lo vio llorar y con su varita mágica convirtió los cardos en rosas de oro. Está feliz pero tiene miedo de entrar por si acaso desvelamos su secreto, el hada se enfada y de nuevo transforma las rosas de oro en cardos. ¿Vamos a decirle que tendremos siempre el pico cerrado?

     Tarri se asomó sobrecogida por una rendija de la puerta y regresó a la cuna imponiendo silencio a Bella Luna con el dedo índice sobre los labios.

     —¡Chissssst, chissssst! Duerme, lucero, que estás soñando y los sueños son mentiras que dicen las estrellas para asustar a los niños.

 

    María Jesús Sánchez Oliva.

 

     Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.

     “Garipil” (1995).

     Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.

     “Letanías” (1999).

     Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.

     “El rosario de los cuentos” (2003).

     Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.

     “Cartas de la Radio” (2007).

     Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.

     “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).

     Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

      “Los días perdidos” (2018).

      Reseña: En esta novela se narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. Primer “Premio Tiflos” 2013.

 

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garipil94@oliva04.e.telefonica.net

 

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     Gracias por tu visita y hasta el próximo número.

 

     Garipil.