lunes, 30 de abril de 2018

PORTADA

 Queridos lectores: Acaba de salir el número 60 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus crónicas a: mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia.

    NOTA IMPORTANTE

    Algunos lectores de este periódico, sobre todo los que trabajan con revisores de pantalla, se quejan de que no pueden poner comentarios. Esto puede deberse a varias cosas: problemas con Internet, cambios en la página de Blonger, falta de accesibilidad en algunas opciones… De todos modos, si quieres que tus comentarios aparezcan en cualquiera de las secciones, puedes enviarlos al correo electrónico del blog y aparecerán. Es el siguiente:

    mjsanchezoliva@gmail.com

    También la puedes localizar visitando el enlace Página de Perfil.  

    CONTENIDO

    LA VITRINA:   El libro de este mes lo firma  Kalotay, Daphne.
    MESA CAMILLA: El tabú del suicidio.
    CAJÓN DE SASTRE: Biografía de la Roldana, la primera escultora española. Extraído de Internet. 
    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Claves para resolver cuatro frecuentes errores gramaticales. Recomendación de la Fundación del Español Urgente.
    LA BUTACA: Gracias y enhorabuena. Enviada por Ramoni desde Valencia.
    CARTA a…  Doña Cristina Cifuentes.
    COSAS DE GARIPIL: Tercer relato de “Los días perdidos”.

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

    María Jesús. 

    Seguidores de Honor:
    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.
    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.
    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.
    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

LA VITRINA

¡Hola! ¿Que has terminado el libro que tenías entre manos y no sabes por cual decidirte ahora? Pues aquí estoy yo, para que me abras y recorras mis páginas. Espero no defraudarte.
 
     Me titulo “Invierno Rojo”.

     Nací de la pluma de Kalotay, Daphne.

     Y te resumo lo que cuento: Cuando decide subastar su magnífico ajuar de ámbar, Nina Revskaya, antaño la gran estrella del ballet Bolshói, cree que al fin ha bajado el telón de su vida. En suresidencia de Boston, sin embargo, se verá asaltada por los recuerdos de su patria y los hechos que le rompieron el corazón medio siglo atrás. En Rusia descubrió la magia del escenario. En Rusia se enamoró de un poeta. En Rusia sufrió la persecución estalinista. Y en Rusia fue donde un terrible descubrimiento indicó una traición mortal que empujó a Nina a huir a Occidente. Ahora dospersonas quieren remover su pasado. Son Drew Brooks, la tenaz empleada de la casa de subastas, y Grigori Solodin,un catedrático de literatura rusa. Ambos están dispuestos a resolver el enigma que plantean unas cartas, varios poemas y un collar de origen desconocido.
      Invierno rojo es una novela que habla del alto precio que exigen elarte y el amor en un ambiente represivo, y asimismo retrata la perseverancia del espíritu humano, capaz de aspirar a la belleza y la bondad aun en las circunstancias más adversas. Una historia sobre la traición y la redención que cautiva hasta la última página.
     Muy interesante ¿Qué voy a decir yo de mí mismo?

MESA CAMILLA

El tabú del suicidio

     El suicidio sigue siendo un tabú en nuestros días. Nos enteramos de que alguien se ha quitado la vida por  el boca a boca, no por los medios de comunicación; tienen por norma no dar la noticia. De lo único que sí se hacen eco de vez en cuando es de la cifra: alrededor de tres mil quinientas personas al año, más de las muertes que se producen por accidentes de tráfico, se suicidan en España, una media de diez personas al día, diez personas que cada día ponen punto final a su vida en silencio, sin quejarse, sin reproches, a escondidas, como si en lugar de quitarse la vida así mismo, se la quitaran a los demás, personas que no siempre tienen problemas aparentemente, que viven bien incluso, que no les falta nada de lo que tenemos por importante para vivir, hombres y mujeres, con frecuencia jóvenes, algunos tanto que no han dejado de ser niños, que quedan ante la sociedad como incomprendidos, inadaptados, conflictivos, incapaces de superar las adversidades de la vida; diez familias que cada día empiezan a sufrir el drama en silencio, sin quejarse, sin reproches, sin atreverse a reclamar, a exigir responsabilidades, a recibir apoyo, sintiéndose culpables, con la cabeza baja como si en lugar de víctimas de una desgracia tan terrible hubieran cometido un delito.

     Los expertos se dividen en dos grupos. Para unos, aunque sin dar detalles de los métodos utilizados, es hora de empezar a hablar del suicidio, imprescindible romper el silencio para sacar de las sombras este problema de siglos, necesario para que las administraciones tomen conciencia de las consecuencias y empiecen a plantearse el crear unidades de prevención, de asistencia a los familiares y de campañas de información que frenen estas cifras y dedicar más esfuerzos y recursos a los supervivientes. Otros opinan lo contrario y explican la principal razón: informar del suicidio incrementa el riesgo de imitación, y más que frenar las cifras, las aumentaría. Opiniones demasiado opuestas para venir de expertos en lo mismo.

     Se supone que unos y otros dan por hecho que lo primero es analizar las causas que llevan a una persona a quitarse la vida. Seguramente detrás de cada suicidio hay un problema de salud: depresiones, otros trastornos mentales, de personalidad, psicológicos… pero no hay que descartar que el fatal desenlace lo provoquen otros problemas de origen social: graves problemas económicos, deudas imposibles de saldar, implicación en asuntos fuera de la ley, obligadas metas inalcanzables, el paro que anula, la soledad que aísla, drogas, marginación, malos tratos y hasta ausencia de problemas o responsabilidades. Así somos los seres humanos, lo que a unos los hace más fuertes, a otros los hunde por completo.   

    Desde mi punto de vista, que no soy experta en tan complejo asunto ni mucho menos, pero que algo he aprendido de conductas humanas, me parece tan excesiva la atención que se presta a otras lacras sociales (violencia machista, acoso y fracaso escolar, tragedias provocadas por accidentes, conflictos derivados de separaciones matrimoniales), como escasa la que se presta al suicidio, y me gustaría poder creer que esto no obedece a que atender a unas víctimas resulta más rentable que atender a otras, pero ante la realidad de tan distintas actuaciones, de momento se me hace difícil por no decir imposible.

CAJÓN DE SASTRE

San Ginés de la Jara, de Luisa Roldán, la Roldana. Obra en el Getty Center.

     Luisa Ignacia Roldán nació en Villavicencio (Sevilla) en septiembre de 1652 y falleció en Madrid el 10 de enero de 1706. Fue conocida popularmente como La Roldana. Fue la primera escultora española registrada. Es una de las principales figuras de la escultura del Barroco en la Andalucía de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Su fama alcanza mayor relieve desde que Antonio Palomino la reconoció como una escultora tan importante como su padre Pedro Roldán.
     Se formó influida principalmente por su padre, en cuyo taller de Sevilla trabajó hasta su matrimonio en 1671. Su escultura fue de temática religiosa, siguiendo las directrices del Concilio de Trento de humanizar el arte de las imágenes, para poner la religión más cercana al pueblo. Realizó esculturas de tamaño natural para procesionar, en madera o de barro cocido con policromía y muchas de ellas de las llamadas «de candelero» o para vestir, así como también otras de pequeños grupos de devoción para particulares y conventos, con gran movimiento y expresividad con plenas características del arte barroco. Ejecutó numerosos belenes en terracota de estilo italiano, inclinándose más por los que formaban una escena de la Natividad como grupo escultórico unido.
     Después de una etapa de aprendizaje y primeras obras realizadas en Sevilla, en 1686 se trasladó a Cádiz para realizar diversos trabajos encargados por el cabildo municipal y el catedralicio. Después de dos años de estancia en esa capital andaluza viajó a Madrid, donde trabajó como escultora de cámara para los monarcas Carlos II y Felipe V hasta su fallecimiento.
      Fue la quinta de los doce hijos del matrimonio formado por el prestigioso escultor Pedro Roldán y Teresa de Jesús Mena Ortega y Villavicencio. Cuatro murieron jóvenes. En Sevilla y cuando su padre había montado el taller en la Collación de Santa Marina, nació Luisa Ignacia y fue bautizada el 8 de septiembre de 1652. Se tenía como año de nacimiento el de 1654 hasta que se encontró su partida de bautismo, el año 1984, en la parroquia de San Julián de Sevilla, cuyo documento dice: En la ciudad de Sevilla, domingo ocho del mes de septiembre del año 1652, yo el licenciado Pedro Ambrosio de Poblete, cura de esta iglesia de la Señora Santa Marina de Sevilla, bauticé a Luisa, hija de Pedro Roldán y de Teresa de Jesús, su legítima mujer; fue el padrino Juan Peral Crespo, vecino de la Magdalena; amonestele el parentesco espiritual; firmado ut supra Pedro Ambrosio de Poblete. 
     El taller de su padre alcanzó gran prestigio y le llegaban numerosos encargos, por lo que no es de extrañar que sus hijas mayores ayudaran desde muy jóvenes en el taller familiar; se sabe que Francisca se dedicaba a la policromía y que María y Luisa se inclinaron más hacia la escultura. Se supone que su padre debió de ser su maestro, tanto en el manejo de las gubias como en la enseñanza del dibujo, ya que desde 1660 estaba Pedro Roldán de profesor de esta materia en la Academia de Sevilla.
     Los trabajos aumentaban y la economía familiar permitió a su padre montar un nuevo taller más grande, donde trabajaban numerosos operarios además de sus tres hijas. Luisa destacó rápidamente sobre sus otras hermanas y es posible que ayudara directamente en las esculturas de su padre. Según cuentan Cascales y Ceán Bermúdez, el cabildo de la catedral de Sevilla había encargado la imagen de san Fernando a Pedro Roldán conservada en la sacristía mayor, escultura que una vez vista por el cabildo catedralicio fue rechazada. Llevada al taller la arregló Luisa, serrando la cabeza y las piernas y dándoles más movimiento, de esta manera fue admitida sin reparos.
     En el taller familiar Luisa se había prometido en matrimonio con Luis Antonio Navarro de los Arcos, aprendiz del escultor Andrés Cansino. Su padre se opuso a esta relación, como a las de sus dos hermanas Francisca y Ana Manuela, sin que se sepa la causa. Debido a la canonización de San Fernando que tuvo lugar en la ciudad de Sevilla en 1671, Pedro Roldán recibió diversos encargos para la decoración de la catedral de Sevilla; es posible que Luisa aprovechara esta ocasión en que su padre estaba muy ocupado, para ponerse de acuerdo con Luis Antonio y decidieran casarse aún sin el consentimiento paterno. Por su formación religiosa y por aspectos legales, se procedió por parte de Vicente de Ballesteros procurador de tribunales, en nombre de Luis Antonio de los Arcos a la petición ante el juez de la iglesia Matías de los Reyes Balenzuela con fecha 17 de diciembre de 1671, de querer contraer matrimonio con Luisa Ignacia Roldán, «con la que había tratado de requiebro de dos años a esta parte, dándose palabra de casamiento el uno al otro» y deseando que su matrimonio fuera «según orden de nuestra Santa Iglesia», solicitaba que un alguacil del arzobispado fuera en busca de Luisa y llevada ante el juez para que declarara si había dado palabra de casamiento. Varios testigos afirmaron estar presentes cuando se dieron ambos la palabra de casamiento en la noche del 15 de diciembre. Ese mismo día, diecisiete de diciembre fue el alguacil Juan Nieto a buscar a Luisa Roldán para llevarla ante el juez, después de su declaración, en la que entre otras cosas dijo que nunca había estado casada, que era «moza doncella», que no era pariente de Luis Antonio, que no tenía voto de castidad y que a pesar de haber dado palabra de casamiento a Luis Antonio, no lo podía cumplir por la negativa de su padre a este matrimonio. Realizada esta declaración, el juez mandó que se llevara a la joven a casa del dorador Lorenzo de Ávila, para «tenerla en su poder con la guarda y custodia necesaria y que no la entregara a persona alguna sin licencia y mandamiento judicial». El auto se encuentra firmado en Sevilla el 17 de diciembre de 1671 por D. Juan Nieto, Lorenzo de Ávila, Bartolomé Franco y D. Diego R. de Cepeda, notario. Una declaración muy similar fue la que hizo al día siguiente Luis Antonio de los Arcos. Este suceso, conocido como «el rapto de La Roldana por el aprendiz Luis Antonio de los Arcos», fue publicado en 1920 por Santiago Montoto de Sedas. El matrimonio se celebró finalmente el día 25 de diciembre de 1671 en la iglesia de San Marcos, con numerosos testigos, pero sin la presencia del padre de la novia.
      El matrimonio tuvo en total siete hijos de los cuales cuatro fallecieron siendo niños.
Luisa Andrea (11-12-1672 – 28-1-1685).
Fernando Máximo (14-6-1674 – 13-7-1675).
Fabiana Sebastiana (13-2-1676 – 7-1-1683).
María Josefa Petronila (6-4-1677 – 24-6-1678).
Francisco José Ignacio (5-9-1681).
Rosa María Josefa (12-1-1684).
María Bernarda (28-2-1689, Madrid).

     Virgen de la Estrella en Sevilla, atribuida a Luisa Roldán en 2010.

     Después de su boda en 1671 a la edad de 19 años, los patrones de la sevillana parroquia de San Vicente registraron a Luis Antonio y Luisa Roldán como vecinos en la calle de las Armas en una casa de la familia Navarro de los Arcos hasta 1680 en que se trasladaron a la parroquia del Sagrario en la calle Génova y aún más adelante en el año 1683 hicieron una nueva mudanza a la Collación de San Martín. En este primer período sevillano, debió hacer esculturas, que han quedado como anónimas, junto con la ayuda de su marido, el cual seguramente se encargaría de su policromía y posiblemente de incluir su firma en los contratos.
     También se cree que las relaciones con su padre mejoraron, ya que constan algunas colaboraciones entre ellos. Las que destacan, son los cuatro ángeles realizados por La Roldana para el paso de Semana Santa del Cristo de la Exaltación y para esta misma Hermandad las figuras de los «dos ladrones» que constan como hechos por su marido Luis Antonio de los Arcos, pero que en su mayor parte y por su estilo podría atribuirse a Luisa Roldán. Según Bernales Ballesteros, «en el paso de La Exaltación, los relieves del carro los realizó Pedro Roldán, los cuatro ángeles Luisa Roldán y probablemente los dos ladrones. Aunque existe documentación que da como autor a Luis Antonio de los Arcos, puede pensarse que solo firmara en los libros y se encargara de la policromía y dorado.

     Virgen Peregrina en Sahagún.

     En esa época era muy común el encargo de «Dolorosas» para procesionar en la Semana Santa, por lo que parece normal que Luisa Roldán realizara alguna, aunque no hay ningún documento que lo acredite, sin embargo, una de la más cercanas a su estilo es la Virgen de la Regla, que pertenece a la Hermandad del Prendimiento, popularmente conocida como de «Los Panaderos». Otra obra atribuida por algunos autores a La Roldana, es la imagen de la Virgen de la Macarena, entre ellos el profesor Hernández Díaz, quien comenta el parecido con La Dolorosa de Sisante, obra posterior y de atribución segura a esta autora. La profesora de historia del arte García Olloqui, experta en la obra de Luisa Roldán, cree que La Macarena guarda «cierto parecido con la Virgen de la Soledad, obra documentada de La Roldana, de c. 1688, de la Cofradía del mismo nombre de Puerto Real (Cádiz)». La Virgen de la Estrella, perteneciente a la Hermandad de la Estrella, tradicionalmente atribuida a Juan Martínez Montañés, tras una restauración efectuada en 2010, el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), atribuyó la imagen a la producción del taller artístico del matrimonio constituido por los escultores barrocos andaluces Luisa Ignacia Roldán (1652- c.1704) y Luis Antonio de los Arcos (1652-1711).
     Otro tipo de imágenes marianas también atribuidas a esta escultora, se encuentran dentro de su estancia en Sevilla, como la Virgen de la Sede en la iglesia del Hospital de los Venerables Sacerdotes y que se encuentra catalogada, en el inventario de dicho hospital realizado entre 1920 y 1930 por Jerónimo Gil Álvarez, como «del estilo de Luisa Roldán». La Virgen con el Niño de la Academia de Medicina de Sevilla, está considerada como de la escuela de Pedro Roldán pero muy relacionada con su hija Luisa. Otras imágenes importantes son la Virgen del Carmen, existente en el convento carmelita de Santa Ana y en el convento de Santa María de Jesús la imagen principal de la Virgen titular, colocada en el retablo mayor y cuyo resto escultórico fue realizado por Pedro Roldán. Una imagen conocida como la Virgen Peregrina se conserva en el museo de las Madres Benedictinas del monasterio de la Santa Cruz de Sahagún y está atribuida a esta escultora. La imagen llegó al monasterio en 1967 procedente del santuario de la Peregrina de la misma ciudad y consta que fue comprada en Sevilla en 1687. Aunque en esa fecha Luisa Roldán se había trasladado a Cádiz, es posible que esta imagen se quedara en el taller de la familia Roldán, donde pudo ser adquirida. Tradicionalmente se le ha atribuido la hechura de la Imagen de Nuestra Señora de la Soledad de la Hermandad del Santo Entierro de Dos Hermanas. Sin embargo, se ha considerado una atribución muy desfasada.
     La fecha de su traslado a Cádiz, no se ha podido determinar con precisión. Aunque sí fechas cercanas, gracias al documento autógrafo de la escultora, hallado durante una restauración del año 1984 del Ecce Homo que se conserva en la catedral de Cádiz, en el que se autonombra como «insigne autora» de la imagen ayudada por su marido y que está fechado el 29 de junio de 1684 y en cuya parte posterior se encuentran diversos esbozos de rostros. Este documento se conserva en exposición en el museo catedralicio Sin embargo, es posible que esta escultura la realizara en Sevilla y fuera enviada a Cádiz, pues en otros documentos de 1686, se dice que el matrimonio fue llamado a Cádiz por el cabildo catedralicio para realizar «figuras de Patriarcas y ángeles para su Monumento». De estas mismas fechas se encuentran diversos Ecce Homo, como el de la iglesia de San Francisco de Córdoba, atribuido por Sánchez Peña, y el de la capilla de Nuestra Señora de Belén del convento de Santa Cruz también de Córdoba que muestran gran semejanza con el de Cádiz.
     Uno de los primeros encargos recibidos ya instalada en Cádiz, fue el de los diputados municipales de las fiestas de los Patronos de Cádiz, que propusieron con fecha 10 de marzo de 1687 la realización de las esculturas de San Servando y San Germán para ser expuestas en la sala Capitular del ayuntamiento de la ciudad, actualmente veneradas en una capilla de la catedral Nueva de Cádiz. En uno de estos santos san Servando se encontró un documento que ponía: «Diseñado por Pedro Roldán, hecho por Luisa Roldán y dorado y estofado por Luis Antonio de los Arcos».

     San Servando en la catedral Nueva de Cádiz.

     También de su taller son el Señor de la Humillación perteneciente a la Cofradía de la Piedad y que se encuentra en la iglesia de Santiago Apóstol, sede de la Hermandad; las imágenes de San Juan Bautista y de San José están colocadas en un altar barroco de la parroquia de San Antonio. En la iglesia del monasterio de Nuestra Señora de la Piedad se encuentra un grupo escultórico representando una Sagrada Familia.
     Durante esta estancia en la capital gaditana, realizó otras esculturas para la ciudad así como para poblaciones próximas donde se encuentran numerosas atribuciones y entre ellas está autentificada la imagen de Nuestra Señora de la Soledad de Puerto Real, en un documento con fecha de 3 de julio de 1688, en el que consta la donación de dicha escultura, por parte del matrimonio De los Arcos-Roldán al convento de los Padres Mínimos, a cambio de que se hiciera una celebración de misa cantada con responso todos los «viernes de conmemoración de los dolores de la Virgen antecedentes al domingo de Ramos, por las almas del matrimonio y personas herederas suyas y sucesores». Esta imagen en madera policromada, pertenece a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y Nuestro Padre Jesús Yacente; las dos esculturas, la de la Virgen y la del Cristo yacente, han estado atribuidas desde antiguo a La Roldana, hasta el descubrimiento del documento mencionado en el año 1988, en que se ha podido identificar plenamente la autoría de la imagen de la Soledad aunque la del Cristo sigue atribuyéndose al círculo de la escultora. Ambas se encuentran en la iglesia conventual de la Victoria. El 23 de abril de 2016, y coincidiendo con la salida extraordinaria de Ntra Sra de la Soledad con motivo del LXXV Aniversario de la Reorganización de la Hermandad, el Excmo. Ayuntamiento de Puerto Real, dedica una Plaza con el nombre de "Imaginera Luisa Roldán", la cual se sitúa en la intersección de las calles Soledad con Factoría de Matagorda.

      Nuestra Señora de la Soledad, 1688. Puerto Real.

     Entre los temas realizados por La Roldana, se encuentran las representaciones de Niño Jesús; una de la más populares es la llamada Niño Jesús quitapesares de la iglesia de San Pedro en Arcos de la Frontera; está en la hornacina principal del retablo mayor y forma parte del conjunto escultórico de la Divina Pastora.
     En Jerez de la Frontera, se le atribuyen las imágenes del Niño Jesús de la Hermandad de San Lucas, un Ángel confortador del paso de la Cofradía de la Oración en el Huerto y para la Hermandad del Prendimiento la imagen titular que es una valiosa imagen barroca procesional. En la población de Sanlúcar de Barrameda, son de atribución popular los dos ángeles del transparente del convento de Madre de Dios, así como un nacimiento del convento de los Capuchinos. Entre las imágenes para procesionar de la Semana Santa en Sanlúcar de Barrameda se encuentra la de Nuestra Señora de los Dolores que ya existía en el momento de constituirse la Hermandad, por lo que posiblemente era del siglo XVII o principios del XVIII. Hay autores que la atribuyen a Luisa Roldán, mientras que otras fuentes la atribuyen a Jerónimo Hernández. El busto de la imagen es de terracota y las manos de madera de cedro; se guarda en la iglesia de la Santísima Trinidad.

     El entierro de Cristo (1701). Terracota policromada. Museo Metropolitano de Arte. Nueva York

     Hacia finales de 1688 o principios de 1689 el matrimonio junto con sus dos hijos decidieron trasladarse a Madrid, en busca del reconocimiento oficial y una mejor situación económica. Los datos de la fecha se establecen porque en 1687 consta que la escultora estaba trabajando para el cabildo municipal de Cádiz y el 28 de febrero de 1689 nació su hija María Bernarda en la parroquia madrileña de San Bernardo.
     De estos primeros tiempos en Madrid es la obra El descanso en la huida a Egipto (c. 1691) con temas iconográficos tomados de un dibujo de Miguel Ángel y de una obra del Veronés. Esta obra de Luisa es nombrada como «La Sagrada Familia de la colección Güell» por Sánchez Cantón, y también como «Nacimiento de Jesús del conde Güell».      Otro grupo en la misma línea que el anterior, es el de Los Desposorios místicos de Santa Catalina, obra firmada por la autora y que se encuentra en la Hispanic Society of America en Nueva York, en la que también se conserva la Muerte de la Magdalena y que después de haber estado atribuida, se encontró la firma de la autora colocada cerca de los pies del ángel de la derecha de este grupo.
     Con la realización de estos pequeños grupos escultóricos, la familia consiguió ir viviendo, mientras esperaba que el rey Carlos II la nombrase escultora de cámara, favor que esperaba alcanzar posiblemente gracias a la protección de Cristóbal de Ontañón, mecenas artístico y ayuda de cámara del rey. Este nombramiento llegó con fecha 15 de octubre de 1692, lo que representó su prestigio oficial, pero no el económico como seguramente esperaba La Roldana; los trabajos que efectuaba estaban mal pagados e incluso tenía dificultades para cobrar, pues en aquella época, la situación general del reino era mala por la deficiente administración y la corrupción. Se tienen noticias de que la propia esposa del embajador francés se quejaba de que ni siquiera en Palacio había ni pan ni carne para comer y se pasaba hambre. Aunque se le asignó un salario de cien ducados anuales, el pago real no lo recibía, por lo que tuvo que hacer varias peticiones para conseguir mantener a su familia. Las peticiones fueron primero al propio rey al que en el año 1693 le solicitó la concesión de una habitación en las casas del Tesoro lugar cercano al Alcázar y donde vivían gran parte de los artistas de cámara del rey ya que ni siquiera con su «plaza de escultora pobre no tenía donde vivir ni ella ni sus hijos». Pasaron luego a ser dirigidas a la reina Mariana de Neoburgo, como la del año 1697 en la que recordaba que llevaba seis años a su servicio y pedía que le dieran: «vestuario o una ayuda de costa o lo que fuese de su mayor agrado»; en otra carta del mismo año añadía: «por estar pobre y tener dos hijos, lo paso con grandes estrecheces pues muchos días falta para lo preciso para el sustento de cada día». Existe un documento del año 1698 en el que su marido Luis Antonio de los Arcos, que al parecer no conseguía tener fama de buen escultor, solicitó al rey el puesto de «ayuda de la furriela» para poder paliar en algún modo la miseria en que se encontraba la familia. Al cabo de algún tiempo se recibió la contestación: «No hay ninguna plaza vacante».
     A partir de su nombramiento real, la escultora firmaba la mayoría de sus obras añadiendo «Escultora de Cámara», así se puede ver en una de las más conocidas: el Arcángel San Miguel con el diablo a sus pies, obra encargada por el rey con destino a la decoración del monasterio de El Escorial. La escultura, que es de madera policromada y algo mayor que el natural, muestra al Arcángel venciendo al demonio al que tiene bajo sus pies, todo ello con gran movimiento y dramatismo. Según se cuenta, Luisa se autorretrató en la cara de San Miguel y puso el rostro de su marido al demonio, representando el Bien y el Mal respectivamente.
     En la catedral de Santiago de Compostela se encuentra un relieve de la Virgen de la Leche, posiblemente regalo del rey a su prometida Mariana cuando llegó a España y desembarcó en Galicia pasando unos días en Santiago, donde quizá la futura reina dejó en ofrenda el relieve a la catedral. Con este mismo tema mariano y de esta época madrileña, existe un boceto en Sevilla y una imagen en el convento de las capuchinas de Málaga y otra en una colección particular de Madrid.
     Uno de los ángeles en talla policromada, obra atribuida a Luisa Roldán del retablo de la capilla de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder en la Colegiata de San Isidro, Madrid.
     En 1699 murió su padre, Pedro Roldán, nombrando herederos a todos sus hijos y entre ellos a Luisa. De esa misma fecha es la Virgen con el Niño, con cierta influencia del gótico flamenco Luisa habría visto en el taller de su padre un libro de estampas que poseía de Alberto Durero por lo que le pudo inspirar en alguna de sus obras; esta Virgen se encuentra en el convento de San José o de «Las Teresas» de Sevilla y está firmada con fecha en la parte posterior. De esta etapa pueden ser los grupos en terracota policromada que se exponen en el Museo Provincial de Guadalajara de la Sagrada Familia con el Niño dando sus primeros pasos y San Joaquín y Santa Ana con la Virgen niña. 
     En el año 1700 murió el rey Carlos II y el nuevo rey Felipe V llegó a España en abril de 1701. Luisa Roldán presentó al nuevo rey dos obras, un Entierro de Cristo y un Nacimiento, a la vez que le enviaba una solicitud para que se sirviera nombrarla nuevamente escultora de Cámara y pidiéndole «casa para vivir y ración para mantenerse ella y sus hijos... pongo en consideración de Vuestra Majestad, que lo que sabe lo ejecuta en piedra, en madera, en barro, en bronce, en plata, y en otra cualquier materia».     Las peticiones continuaron por parte del matrimonio, hasta que con fecha de octubre de 1701 el nuevo rey le concedió otra vez el nombramiento de escultora de Cámara.
      Carlos II había encargado a la escultora una imagen de Jesús Nazareno para enviarla como presente a Inocencio XI, pero ante el fallecimiento del papa en 1689, se destinó para el monasterio de El Escorial. Finalmente, debido a la muerte del rey, la escultura se quedó en el taller de La Roldana y pasó a poder de sus hijos, quienes se desprendieron de ella junto con una Dolorosa para ser enviada al convento de las Religiosas Clarisas conocidas como Nazarenas de Sisante.
     De esta última época son un Arcángel San Miguel en el monasterio de las Descalzas Reales junto con un Ángel de la Guarda atribuido a La Roldana. En la Colegiata de San Isidro existen seis ángeles pasionarios colocados en un retablo barroco de la capilla de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder; estos ángeles guardan una gran similitud con los cuatro ángeles pasionarios de la Hermandad de La Exaltación de Sevilla.
     En la iglesia parroquial de San Andrés (de Madrid) se encontró la partida de defunción con fecha 10 de enero de 1706, donde hay escrito que unos días antes había hecho una «declaración de pobreza».

     Su obra está formada principalmente por esculturas de imaginería, junto con terracotas de pequeño formato realizadas sobre todo durante su estancia en Madrid y para la pequeña burguesía. Se distribuye gran parte de ella por Andalucía, pero también fuera de esta, como en Madrid, León, Móstoles, Sisante (Cuenca), Gran Canaria, Nueva York, Londres, Ontario, Los Ángeles.

     Ocupó un lugar importante en su obra, la realización de «Belenes» o «Natividades», en los que solía representar al grupo de la Sagrada Familia, rodeados por ángeles. En algunos incluía la presencia de algún animal propio de los nacimientos, como corderos, la mula y el buey, además de otros. En estas escenas se aprecia ya un aire progresivo con tendencia al rococó. Sus obras muestran caras bellas pero humanizadas, llegándose a creer que eran retratos de personajes próximos a ella, familiares o amigos.

     Algunas de sus obras aun cuando fueran realizadas durante un mismo año, demuestran diferencias muy grandes en su representación. Por ejemplo en 1692, el San Miguel aplastando al diablo y La Virgen cosiendo, en donde el grupo de San Miguel es de gran dramatismo y movimiento mientras la escultura de la Virgen acerca al sentimiento de tranquilidad, intimismo y serenidad. Esto se explica teniendo en cuenta el estado de ánimo de la escultora, lleno de altibajos, a veces afectivo y otras triste incluso agresivo, lo que podría ser debido a que padeciese una ciclotimia, aunque en un grado pasajero, quizá causado por las desavenencias matrimoniales y los acontecimientos tan duros de penuria por los que tuvo que pasar, sobre todo en los años de su estancia en la corte.

     Influencia de su obra

     Sin que tuviera discípulos directos que se conozcan, lo más probable es que fuera en Cádiz donde en su taller estuvieran trabajando familiares tanto de su marido como de ella misma, que a su traslado a Madrid se quedaran por tierras andaluzas trabajando y dejando muestras del «taller de Luisa Roldán» o de «Los Roldanes». Su obra influyó notablemente en algunos artistas posteriores.

     Pedro Duque Cornejo

     Este escultor, nieto de Pedro Roldán e hijo de una de las hermanas de Luisa, debe algunos de sus conceptos escultóricos a su abuelo, pero también a influencias recibidas de su tía, por lo que se incluye dentro de la escuela de los Roldanes, y como Luisa, acudió a Madrid donde consiguió el nombramiento de estatuario de Cámara de la reina Isabel de Farnesio, pero tuvo mejor suerte que la escultora en cuanto a lo económico se refiere pues consiguió vivir con lujos y tener el privilegio de la hidalguía que le fue otorgado en 1751 por parte de la Real Chancillería de Granada.

     Cristóbal Ramos

      Cristóbal Ramos fue un escultor con rasgos de barroco y formas de academicismo en su escultura. Muestran sus obras unas características muy propias de Luisa Roldán como las mangas dobles en las vestiduras de la Virgen o las formas finas y delicadas de la composición en los temas del Nacimiento. A este escultor se le atribuye la Virgen de la Soledad de la Hermandad del Santo Entierro de Dos Hermanas, con sede en la parroquia de Santa María Magdalena, que fue atribuida durante algún tiempo a La Roldana.

     José Montes de Oca

     Este escultor sevillano estuvo formándose en el taller de Pedro Roldán con el que colaboró hasta el fallecimiento del maestro. Su obra bastante ecléctica, muestra también influencia de Martínez Montañes y de Pedro de Mena, sin embargo los grupos religiosos se acercan más a la misma visión de Luisa Roldán, como se aprecia en Santa Ana y la Virgen Niña, expuesta en la iglesia del Salvador de Sevilla.

     Localización de obras en museos y colecciones

     San José con el Niño (1677), Iglesia de Santa María la Blanca, Sevilla. Arcos de la Frontera. Iglesia de San Pedro: Divina Pastora con Niño Jesús quitapesares.
Barcelona. Colección del Conde Güell: El descanso en la huida a Egipto".
Cádiz. Catedral Nueva de Cádiz. Ecce-Homo, San Servando y San Germán y ángeles pasionarios. Iglesia de San Antonio: San José y San Juan Bautista. Iglesia de Santa Cruz: San Antonio de Padua. Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad: Sagrada Familia. Córdoba. Iglesia de San Francisco: Ecce-Homo Guadalajara. Museo Provincial de Guadalajara: San Joaquín, Santa Ana con la Virgen niña y Sagrada Familia con el Niño dando los primeros pasos Jerez de la Frontera. Convento de Santo Domingo: Niño Jesús perteneciente a la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús. Iglesia de San Lucas: San José. León. Iglesia de San Marcos: Nuestro Padre Jesús de la Misericordia, Ecce Homo perteneciente a la Cofradía de Nuestro Señor Jesús de la Redención.
Londres. Victoria and Albert Museum: Aparición de la Virgen a San Diego.
Los Ángeles. The Getty Center: San Ginés de la Jara. Madrid. Convento de las Descalzas Reales: Arcángel San Miguel. Convento de San Ildefonso de las Trinitarias (enfermería): Inmaculada. Colegiata de San Isidro: seis ángeles pasionarios en el retablo de la capilla del Cristo. Móstoles. Ermita de Nuestra Señora de los Santos: Jesús Niño y San Juan Bautista.
Nueva York. Hispanic Society of America: Muerte o éxtasis de María Magdalena y Desposorios místicos de Santa Catalina.
Nueva York. Museo Metropolitano de Arte: Entierro de Cristo (terracota).
Puente Genil. Antiguo convento de los PP. Franciscanos: Virgen de los Ángeles.
Puerto Real. Iglesia de la Victoria: Yacente y Virgen de la Soledad.
Puerto de Santa María.Iglesia prioral: Dos ángeles lampareros y Nazareno.
San Lorenzo de El Escorial. Monasterio de El Escorial: Arcángel San Miguel aplastando al diablo. Sahagún. Monasterio de Santa Cruz: Virgen Peregrina.
Sanlúcar de Barrameda. Convento de Madre de Dios: dos ángeles del transparente de la iglesia. Convento de los Capuchinos: Nacimiento. Sevilla. Catedral de Sevilla: Niño Jesús. Hermandad de La Exaltación: Cuatro ángeles pasionarios. Hermandad de la Estrella: Virgen de la Estrella. Hermandad de «los Panaderos»: Virgen de Regla. Hospital de los Venerables: Virgen de la Sede. Convento de Santa Ana: Virgen del Carmen.**Convento de Santa María de Jesús: Santa María de Jesús y Nacimiento. Convento de las Teresas: Virgen con Niño. Monasterio de Nuestra Señora de la Piedad: Sagrada Familia. Sisante. Iglesia de las Hermanas Nazarenas: Nazareno y Virgen Dolorosa. Toronto. Royal Ontario Museum: San Miguel. Gran Canaria. Catedral de Canarias: San Fernando Rey.

     Nota: Pilar de  Arístegui, en su libro “La Roldana”, nos cuenta con detalle su vida, sus luchas, sus reveses y de todo lo relativo a su profesión. Muy interesante.

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

Frecuentes errores gramaticales

    La gramática, o su mal uso, nos suele traer complicaciones a la hora de desarrollar una idea. Incluso, lo inadecuado de determinadas construcciones puede generar el cambio de sentido de una frase. Aquí van cuatro errores muy frecuentes que son muy fáciles de evitar.

     ¿Porque o por qué?
     Si la expresión forma parte de una pregunta, debe ir separada en dos vocablos y acentuado el segundo con tilde. En cambio, si forma parte de una respuesta o explicación afirmativa, se conforma en una sola palabra y sin tilde. Ejemplos: "¿Por qué está mojado el piso?" "El piso está mojado porque llovió".

    Utilización del género adecuado
    "Primer" / "Primera" es un adjetivo ordinal y va conectado con un sustantivo en concordancia con el mismo género. Si el ordinal es masculino se vincula con un sustantivo de ese género. Lo mismo en el caso del femenino. Forma incorrecta: "Primer cita", "Primer pregunta", "Primer respuesta". Expresión válida: "Primera cita", "Primera pregunta", "Primera respuesta".

    ¿Detrás mío o detrás de mí?
    Jamás se deben vincular adverbios con adjetivos posesivos. La forma incorrecta y frecuente "Detrás mío" debe ser reemplazada por el "Detrás de mí". No es lo mismo un complemento preposicional introducido por la preposición "de" (Ejemplo: "Detrás de Pedro"), con el complemento de posesión "de" (Ejemplo: "La cartera de Pedro").

    ¿Vinistes o viniste? ¿Hicistes o hiciste?
    Suena realmente mal, pero es un error muy frecuente. Los pretéritos indefinidos simples, son tiempos que indican acción anterior y no llevan la "s" final. El error viene del castizo donde a la segunda persona de algunos verbos se le agrega una "s". Ejemplo: "Dices". Pero jamás la "s" se adiciona al pretérito perfecto simple. Ejemplos correctos: Fuiste, hiciste, comiste, saliste.

LA BUTACA

Gracias y enhorabuena
 
     Ser diputado o senador en España es un chollo hoy en día. Además de tener sueldos muy superiores a la media, gozan de una serie de complementos que el
resto de 'mortales' ni puede soñar: desde ayudas para el alojamiento o para pagar el taxi hasta tener móvil, Ipad y Adsl gratis.
 
     Éstos son los principales privilegios de nuestros diputados:
 
- Sueldos muy por encima de la media. Según los últimos datos disponibles del INE, el sueldo medio bruto en España es de 22.511 euros, es decir algo más
de 1.800 euros al mes. Sus señorías superan por mucho esta cifra: un diputado cobra como mínimo 2.842,87 euros, que es el sueldo base de un diputado. A
esa cantidad, hay que sumar dietas, ayudas y otra serie de complementos.
 
- Gastos por alojamiento. Una de esas dietas que completan el sueldo de un diputado es la de alojamiento y manutención. Todo diputado de una circunscripción
fuera de Madrid recibe 1.823,86 euros en concepto de ayuda para pagar los gastos de hotel o alquiler en la capital y los dispendios en comidas, según el
Régimen Económico del Congreso.
 
Para los parlamentarios de Madrid, esta cantidad se reduce a 870, 56 euros, según el Régimen económico y ayudas de los señores diputados. Estas ayudas
están exentas de IRPF.
 
     El actor Toni Cantó, diputado de UPyD por Valencia, ha renunciado a esta ayuda: "Tengo casa en Madrid, sería un timo que cobrara las dietas que me corresponden
por pernoctar en Madrid en un hotel", afirmaba recientemente en una entrevista.

    Además de las gracias, merece la enhorabuena, y a ver si sirve de ejemplo.

    Desde Valencia informó para 30 días Ramoni.

CARTA A...

Para ocupar un cargo político, usted lo sabe mejor que nadie, no se necesita ninguna titulación, basta con que el presidente de turno decida, dejemos a un lado las razones que influyeron en su caso, recompensar, complacer, favorecer o premiar a alguien, y usted  no ha tenido ninguna dificultad para escalar puestos hasta llegar a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
     Tampoco es que a los ciudadanos nos preocupe demasiado que nuestros políticos tengan muchos o pocos títulos, lo que los ciudadanos queremos es que sean serios, responsables, honrados, o sea, lo contrario de lo que no se cansan de demostrarnos que son.
     El último ejemplo es el escándalo de su misterioso máster, un máster que tiene pero cuyo título, con tanto cambio de casa, no aparece ni vivo ni muerto, que sin asistir a las clases tiene todas las asignaturas aprobadas, que  los profesores no han firmado las notas, pero que las notas están firmadas, y lo más triste todavía: la actitud de la Universidad Rey Juan Carlos. Primero que busca el texto pero que el texto no aparece, después que existe pero que no puede hacerlo público sin su permiso, y finalmente que nombrará una comisión para que investigue los hechos. ¡Vaya lío! 
     De este escándalo solo nos quedan dos cosas claras: que los másteres, hoy por hoy, más que para formar a los alumnos, sirven para que las universidades tapen agujeros, y que cualquiera que como usted quiera adornar su expediente académico y tenga dinero e influencias puede comprar un título.
     Por todo esto, señora Cifuentes, no tenía usted que haber dimitido, algo a lo que su partido la ha obligado para no perder, de momento, la presidencia de la comunidad madrileña ante el anuncio de una moción de censura, debería haber sido cesada, y si es cierto que todos somos iguales ante la ley, como dice su partido, sin derecho a seguir viviendo del cargo, que es lo que le pasa a cualquier español cuando es despedido de su trabajo.
     Pero hay algo en lo que estamos de acuerdo: más que librar a los madrileños de una presidenta que falsifica documentos y manga cremas en un hipermercado como cualquier ladronzuelo, la mano invisible que ha movido estos hilos, con toda probabilidad de su mismo partido, pretendía destruirla como persona y acabar con su vertiginosa carrera política. ¿Por qué no denunció los hechos en su momento? ¿Es que eran compañeros de trapicheos y han dejado de cuadrarle las cuentas? ¿Sabremos su nombre y apellidos? ¿Será capaz de denunciarlo?, porque hacer público el vídeo del hurto de sus cremas a estas alturas y en este momento, además de ser un gesto cargado de muy mala intención, podría incurrir en varios delitos. Y puestos a pensar, porque visto lo visto, cualquier cosa puede esperarse de nuestros políticos, ¿no será un invento para defenderse de lo indefendible?  
     Digan lo que digan las investigaciones abiertas, si es que llegan a decir algo, lo que  está claro es que dentro de su partido hay tantos trapos sucios que a su amigo Rajoy, más que lavarlos, le conviene tirarlos.

COSAS DE GARIPIL

 ¡Hola!Te recuerdo que tengo entre manos el libro “Los días perdidos”, de mi autora, claro. Leí el prólogo, La mujer de arcilla y hoy toca…

          LA MADRE SIN HIJOS

     Mi padre se moría todos los lunes. Era algo matemático: no fallaba nunca. A medida que las agujas del reloj se acercaban a la hora de irse a trabajar el corazón se le desbocaba de tal forma que para que no se le escapara del pecho tenía que quedarse en la cama. Mi madre se asustaba tanto al verlo que corría a llamar al médico y el médico siempre le recetaba lo mismo: cinco días de reposo absoluto, ni uno más ni uno menos. Cualquier alteración del tratamiento agravaba su estado con crisis que sufría mi madre al vomitar sobre ella gritos de insultos, maldiciones, amenazas, golpes en el catre, y si dudaba de sus dolores, en su cuerpo. Esto sucedió pocas veces, lo normal era que mi madre se compadeciera de él, y para aliviar su sufrimiento, procuraba no interrumpir el tratamiento. Para esto convertía la casa en un convento de clausura donde solo podíamos hablar por señas  para no hacer ruido. Menos mal que el viernes empezaba a mejorar repentinamente y a media tarde, bien comido, bien aseado y bien vestido, salía de casa y podíamos vivir con normalidad  hasta el domingo por la noche que volvía tan destrozado que tenía que ayudar a mi madre a desnudarlo y meterlo en la cama para otros cinco días.
     Tan severos eran los síncopes de mi padre que mi madre llegó a temerse que todos fueran el último, y en cuanto consiguió ahorrar un dinero compró una pieza de tela negra y nos hizo un vestido para cada una de mis hermanas pequeñas, para ella y para mí, no quería que nos pillara la muerte sin luto para ponernos. ¿Qué diría la gente?
La talla moral de las familias se medía en el pueblo con el metro del luto: cuanto más riguroso era el luto, más se sentía la pérdida del familiar, cuantos más años de luto, más se quería al difunto, y Dios te librara de poner los pies en la calle sin expresar estos sentimientos.
     Nos hizo los vestidos ella misma, por las noches, mientras mi padre dormía el síncope; no le habría hecho ninguna gracia el despilfarro y justo es darle la razón. Fueron muchas horas de trabajo y mucho dinero gastado en balde. Como estábamos en edad de crecer y la muerte de un padre había que sentirla muchos años, decidió meterles mucha tela en las costuras y en la vastilla, para ir sacándoles a medida de las necesidades. 
     Comprobar si los vestidos nos valían cada año acabó convirtiéndose en un ritual. En cuanto llegaba la primavera, mi madre sacaba los vestidos del armario, nos los probaba, hacía los arreglos pertinentes, y volvía a guardarlos hasta que tuviera que ir a pedirle al cura que tocara las campanas en señal de duelo.
     Lo peor fue que uno de aquellos lunes mi madre fue a llamar al médico y se desmayó a la puerta de su casa. Ante la imposibilidad de volverla en sí, él mismo la trajo en su coche al hospital. Nos la llevaron el miércoles en un ataúd y fue la única que no pudo estrenarlo. Mi padre, en plena crisis, no pudo despedirla. Pasó el duelo en la cama con el médico a la cabecera para calmarle los dolores que lo despertaban entre gritos de desesperación en cuanto se retiraba. Un año llevaba yo de novia con Ramiro y me consoló con una promesa: casarnos aunque fuera en tiempo de luto, y desgranó las razones con las que convencería al cura para que nos echara la bendición: mi madre ya no podía trabajar para mantenernos, sus amas, porque solo tenía 17 años, no pondrían en mis manos los barreños de ropa que ella les lavaba y planchaba; mi padre, con la pena, ya no tendría mejora ni los fines de semana, y aunque solo fuera por las gemelas que solo tenían 10 años, el cura nos perdonaría el pecado de casarnos sin pasar los tres años de luto obligatorio.
     Aunque a excepción del médico nadie daba un cuarto por su vida, el viernes, a la hora de costumbre, mi padre salió de la cama como un geranio. El cura lo esperaba con un papel que firmó sin decir ni pío en cuanto leyó el asunto. A la mañana siguiente, estando las tres solas en casa, nos sorprendió que llegara el cura en su coche. Dijo que teníamos que venir con él a la ciudad, por algo muy importante y bueno para nosotras.
     Nos sentamos las tres en el asiento trasero, yo en el medio, ellas una a cada lado, tan pegadas a mí que parecíamos una sola. Todo me parecía raro, pero no me atreví a preguntar, solo me habían enseñado a obedecer, a estar de acuerdo con todo, a decir siempre amén, sobre todo a cuanto venía del cura que era el primer cristiano del pueblo.
     Detuvo el coche a la puerta de lo que entonces era el orfanato. La monja directora nos recibió con los brazos abiertos y prometió a las mellizas estudios además de cama y comida. Eran tan listas que era una pena que tuvieran que colgar los libros al cumplir los catorce años y salir de la escuela del pueblo. Según el cura yo tenía que volver a casa con él. Ya era una mujercita y tenía que cuidar a mi padre, que bastante desgracia tenía el pobre con su enfermedad. Las mellizas se abrazaron a mis piernas y rompieron a llorar. Fue entonces cuando me sorprendí a mí misma protegiéndolas entre mis brazos y sin soltar una lágrima deshice el nudo del lazo que me ataba a mi padre y dejé de ser hija para ser madre, la madre de mis hermanas pequeñas, de las que me necesitaban tanto como yo a ellas. Todavía no sé cómo pude crecer tanto en un momento para volverme al cura y espetarle sin más:
     —Ya puede marcharse. Yo también soy huérfana y quiero quedarme en el orfanato. Solo le pido un favor: que le diga a Ramiro que venga a verme cuando pueda, tengo que hablar con él.
     Pero debió darle en la nariz que el asunto era de amores, y como con los novios solo se podía pecar y su misión no era otra que la de salvar almas del infierno, se calló el muy lagarto y no le dijo ni pío porque todavía no ha venido, pero me quiere todavía, claro que me quiere, me quiere y me espera para cumplir su promesa, tan segura estoy de ello que ahora que mis hijas ya no me necesitan, que a fuerza de sacrificios conseguí que estudiaran, que trabajen, y ya tienen su propia familia, me estoy planteando el ir a buscarlo. Solo me frena una cosa: ¿Qué dirán en el pueblo de mí? Mi madre tenía tanto 
miedo al qué dirán que me lo contagió de forma involuntaria.

      Llegamos a la sexta planta. Me detuve y solté los bolsos para descansar. Nunca pude presumir de fuerza física, de ahí mi costumbre de llevar siempre bolsos pequeños, los grandes como que me impiden andar. Saltaba a la vista que la mujer de arcilla tenía más fuerza que yo. Se notaba en la facilidad con la que llevaba la maleta, pero al detenerse para acompañarme, la soltó también. La madre sin hijos le dijo a la mujer de arcilla que iba a casa de la vecina, a que le diera una sesión de masajes, que llevaba unos días con unos dolores de espalda que le costaba Dios y ayuda ponerse en pie, y tras acercarse a una de las puertas del rellano, pulsó el timbre. Enseguida apareció una mujer canturreando y nos dio los buenos días con una alegría que me obligó a sonreír. Era una mujer de la edad de ellas por mis cuentas, pero tan dinámica, tan bien arreglada aunque con ropa de estar en casa, que parecía incluso más joven que yo. Para mi alivio, la madre sin hijos, le preguntó si podía esperar unos minutos, los justos para ayudarnos a bajar los bultos hasta el portal porque el ascensor estaba averiado, y la mujer bromeó diciendo que aprovecharía el retraso para coger fuerzas con un buen desayuno y dejarla baldada para una semana. Ante su amabilidad, la madre sin hijos cogió uno de los bolsos que yo llevaba, yo cogí el otro, la mujer de arcilla la maleta, y en cuanto nos pusimos en marcha, se fue a desayunar.
     —No sabía que teníamos una clínica en el edificio. ¿Es buena esta fisio? —pregunté por si el esfuerzo me dañaba el brazo y tenía que recurrir a sus servicios.
     —Es buenísima -respondió la madre sin hijos-, pero ni tiene clínica ni es fisio, trabaja en su casa y de balde, porque además de gustarle, es buena persona.
     Y mientras bajábamos la escalera me contó su historia, una historia que, si yo hubiera sido escritora, la habría titulado…

   Pero eso te lo diré en el próximo número.
    
     Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.
     “Garipil” (1995).
     Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.
     “Letanías” (1999).
     Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.
     “El rosario de los cuentos” (2003).
     Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.
     “Cartas de la Radio” (2007).
     Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.
     “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).
     Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

     Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:

garipil94@oliva04.e.telefonica.net 

     Estaré encantado de responderte.

     Gracias por tu visita y hasta el próximo número.

domingo, 1 de abril de 2018

PORTADA

 Queridos lectores: Acaba de salir el número 59 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus crónicas a: mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia.

    NOTA IMPORTANTE

    Algunos lectores de este periódico, sobre todo los que trabajan con revisores de pantalla, se quejan de que no pueden poner comentarios. Esto puede deberse a varias cosas: problemas con Internet, cambios en la página de Blonger, falta de accesibilidad en algunas opciones… De todos modos, si quieres que tus comentarios aparezcan en cualquiera de las secciones, puedes enviarlos al correo electrónico del blog y aparecerán. Es el siguiente:

    mjsanchezoliva@gmail.com

    También la puedes localizar visitando el enlace Página de Perfil.  

    CONTENIDO

    LA VITRINA: Este mes el libro lo firma Ana Ramírez Cañil.  
    MESA CAMILLA: La guerra de las pensiones.
    CAJÓN DE SASTRE: La historia de la arroba.
    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Feminismo no es lo contrario de machismo. 
    LA BUTACA: Olé por estas estudiantes.
    CARTA a… Gabriel Cruz.
    COSAS DE GARIPIL:II capítulo de “Los días perdidos”.

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

    María Jesús. 

    Seguidores de Honor:
    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.
    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.
    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.
    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.