jueves, 31 de agosto de 2023

PORTADA

 

     Queridos lectores: Acaba de salir el número 113 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

 

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus noticias con dos sencillas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y reales. Y segunda: que las envíes a mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Cuento contigo.

 

    CONTENIDO

 

    LA VITRINA: El libro de hoy: El secreto de Gibola. Su autora: Ane Odriozola Cia 

    MESA CAMILLA: El beso del machismo (última publicación de agosto en Salamanca RTV Al Día)

    CAJÓN DE SASTRE: La historia del servicio postal va unida a la de las mujeres

    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Surtir efecto, no surgir efecto

    LA BUTACA: Galardonados De Los 12ª Premios Rosa María García Cano

    CARTA a… Las ganadoras del Mundial de Fútbol-2023

    COSAS DE GARIPIL: Capítulo XXII de Bella Luna

 

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

 

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

 

    María Jesús Sánchez Oliva.

 

    Seguidores de Honor:

    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.

    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.

    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.

    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

    Claudio Hernández Díaz (pintor). Nacionalidad: española. 30-VI-2020.

 

 

 

 

LA VITRINA

 

Queridos lectores: En este número soy yo el elegido para invitaros a leerme. Por si decidís aceptar mi invitación, me presento y os adelanto mi contenido.

 

Mi título: El secreto de Gibola.

 

 Mi autora: Ane Odriozola Cia.

 

Mi reseña:

 

 Nerea es una joven donostiarra que descubre fortuitamente la existencia de un caserío perteneciente a su familia en Legazpi, Gipuzkoa. Movida por la curiosidad, decidirá buscarlo y husmear en él. Allí encontrará algo que le llamará poderosamente la atención: una pequeña cuna de madera y el retrato de la niña más bonita que ha visto jamás, con una inscripción: Miren, 1922. ¿Quién es esa niña? ¿Qué relación tiene con su familia?

 

Para saberlo, hay que lerme.  

 

Firmado: El secreto de Gibola.

 

Si abres mis hojas, abriré tus ojos.

 

 

MESA CAMILLA

El beso del machismo

 

El beso del tal Rubiales, el pico, que dice él, a Jennifer Hermoso, durante la entrega de medallas tras alzarse con el título de campeonas del Mundial-2023 en Inglaterra, no fue un beso de alegría, de felicitación, de amistad, fue el beso de la vergüenza, de la indignación, de la hipocresía, resumiendo: del machismo, de ese machismo que sigue imperando en nuestras instituciones, en nuestras empresas, en nuestros organismos y en la sociedad aunque cerremos los ojos para no verlo y con frecuencia hasta lo

censuremos.

 

El beso del tal Rubiales, a una de las campeonas, el pico, que dice él, no fue el beso de un principiante, de un ingenuo, de un mindungui, fue el beso de un machista con experiencia que además era presidente de la Federación Española de Fútbol, es decir: con poder y con dinero para comprar y vender voluntades sin miedo a las consecuencias por estar protegido.

 

El beso del tal Rubiales, el pico que dice él, a una de las campeonas, hubiera quedado impune si no se hubiera producido en presencia de la reina, de la infanta, del resto de autoridades y ante los ojos del mundo entero, pero en esta ocasión las cuentas le salieron mal y han sido tantas las voces pidiendo su dimisión que hasta sus defensores, es decir: los que compra su silencio con un cargo a dedo, los que protegen sus canalladas  por una subida de sueldo, los que aplauden sus abusos para conseguir sus favores, han tenido que darle la espalda.

 

El beso del tal Rubiales, el pico, que dice él, ha provocado tal escándalo que ante su reiterada afirmación de no dimitir  el Gobierno no ha tenido más remedio que comprometerse a tomar cartas en el asunto para inhabilitarlo del cargo, y el tal Rubiales, creyéndose víctima de todas las injusticias del mundo como buen machista, jura y perjura que será él quien denuncie al Gobierno, a todos los partidos políticos y a todas las asociaciones que piden su “cabeza”, con lo que deja claro que su beso, su pico, que dice él, no era un beso como el que daría a sus hijas, era un beso propio de machistas e impropio de los que tienen hijas. Y esperemos que el escándalo sirva al menos para que hombres y mujeres sigamos reaccionando con el mismo desprecio en el bar donde tomamos café, en el autobús, en la oficina… en cualquier cola para acabar aislándolos de una vez por todas.

 

28-VIII-2023

 

María Jesús