miércoles, 30 de junio de 2021

PORTADA

 

     Queridos lectores: Acaba de salir el número 91 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

 

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus noticias con dos sencillas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y reales. Y segunda: que las envíes a mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Cuento contigo.

 

    CONTENIDO

 

    LA VITRINA:  Libro de Mari Pau Domínguez.

    MESA CAMILLA: Columna publicada en RTV Al Día el lunes 28 de junio.

    CAJÓN DE SASTRE: Fiesta y leyenda de Béjar (Salamanca).

    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Inflación, no inflacción.

    LA BUTACA: Noticia enviada por una profesora orgullosa y feliz.

    CARTA a… La nadadora parolímpica Premio Princesa de Asturias de los Deportes.

    COSAS DE GARIPIL: I capítulo de Bella Luna.

 

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

 

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

 

    María Jesús.

 

    Seguidores de Honor:

    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.

    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.

    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.

    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

    Claudio Hernández Díaz (pintor). Nacionalidad: española. 30-VI-2020.

 

 

 

 

LA VITRINA

Queridos lectores: Tres libros hemos sido seleccionados para invitaros a leer este mes: Violetas para Olivia, Rastros de sándalo y yo. Al final me ha tocado hacerlo a mí, pero atención: si tras conocerme decidís inclinaros por cualquiera de mis compañeros, podéis hacerlo con absoluta tranquilidad, seguro que os gustarán tanto como pueda gustaros yo. Y aclarado este punto, paso a presentarme:

 

Mi título: La nostalgia del limonero.

 

Mi autora: Mari Pau Domínguez.

 

Mi reseña: Tras un traumático divorcio que la deja prácticamente en la ruina, económica y también emocional al comprobar que su matrimonio había sido una farsa, Paz regresa a la antigua casa familiar, un lugar del que se fue para no volver. Estaba harta de ser la catalana durante los veranos en el pueblo de Sevilla de donde proceden y  el resto del año la andaluza en su barrio de Barcelona. Vuelve con muchas cuentas pendientes y una amarga sensación de fracaso que cuadra muy bien con la crisis social y política del país. Pero más que su vida, prenderá vuestra atención la vida de Concha, su madre, hija de un guardia civil destinado en Andalucía que enamorada de su novio tuvo que huir con él a Barcelona para casarse. Su llegada a la ciudad coincidió con la riada de 1962 que se describe magistralmente. Su juventud en el pueblo andaluz, sus luchas de inmigrante en Cataluña, sus nuevas y sus viejas amistades, las relaciones de antes y después con su familia, la semejanza entre la actitud que adopta con su hija y la que ella adoptó con su madre… cosas que os mantendrán interesados hasta la última línea y os harán pensar que es ella la protagonista. Soy un libro sencillo, pero hermoso, cuajado de realidades que a todos os resultarán conocidas. Seguro que en uno o en varios puntos tendréis que deteneros y decir: “Esto me pasó a mí, o a fulano, o a mengano…”

 

Y me despido con una frase que, con estas o con otras palabras, todos la habéis dicho, porque, aunque el tiempo mide siempre lo mismo, las circunstancias hacen que a veces os vuelen los días y otros se os hagan eternos: “Lo bueno abrevia el tiempo, lo malo lo dilata”.

 

Firmado: La nostalgia del limonero.

 

MESA CAMILLA

Ni gobierno, ni oposición

 

Ni el darnos licencia para quitarnos la mascarilla cuando estemos solos y en completa soledad, que es lo que ha hecho la mayoría desde que se obligó su uso hasta ahora, por mucho que se insistiera en que había que llevarla hasta en casa; ni la rebaja del IVA en el recibo de la luz hasta diciembre que es cuando más energía se necesita, y quien no pueda pagar lo poco, difícilmente podrá pagar lo mucho; ni la batería de partidos de fútbol que deben ser muy importantes porque se juegan mañanas, tardes y noches, han conseguido lo que sin duda Pedro Sánchez pretendía: que el indulto de los políticos catalanes presos, no de los presos políticos, como ellos siguen diciendo que son, pasara desapercibido. Y es normal.

 

Para la mayoría de los ciudadanos es difícil aceptar que políticos que fueron juzgados con todas las garantías legales y condenados por los delitos de sedición, malversación de caudales públicos y desobediencia, que es como ir en contra del Estado, de la Constitución y de todos los españoles, porque Cataluña no es solo de los catalanes independentistas, es de todos los españoles, y en democracia hay que tener en cuenta la opinión de las mayorías, que hayan sido indultados de la noche a la mañana, sin manifestar arrepentimiento, advirtiendo que seguirán con las mismas y sin más condiciones que la de no volver a las andadas en el plazo de tres años. ¿Quiere esto decir que después tendrán licencia para hacer lo que les dé la real gana? ¿Es el precio que pactaron para que apoyaran su investidura? Y ahora ¿quiénes son los responsables de los daños causados a los catalanes que no quieren dejar de ser españoles y a los españoles que quieren seguir siendo catalanes, Pedro Sánchez o los independentistas rebeldes…?

 

El PP lo tiene claro: Pedro Sánchez, y Pablo Casado lo pondrá en su sitio, es decir, fuera de la Moncloa. De momento, ignorando los errores de su partido y convencido de que los españoles no los recuerdan, pedirá su dimisión acusándolo de traicionar a España, que es la mejor de las armas para quitarle votos en las próximas elecciones, y trabajará cuanto haga falta para presentar un recurso ante el Supremo contra los indultos. Pero Pedro Sánchez ni se inmuta, sabe que para que el Supremo se pronuncie tiene que pasar mucho tiempo, piensa que los españoles se olvidarán pronto del tema y cuenta con otra arma tan poderosa como la de su enemigo político para mantenerse en el poder cuanto más tiempo mejor: no dejar de repetir hasta que todos se lo crean que ha politizado los indultos de la concordia, de la convivencia, de la unidad con la única finalidad de ganar las elecciones para llevarnos de nuevo al enfrentamiento de siempre.

 

Total, que hoy por hoy, los españoles, sin miedo a equivocarnos, podemos decir que ni tenemos gobierno, ni tenemos oposición. Y a ver quién de ellos se toma la molestia de demostrarnos lo contrario.

 

María Jesús.

 

28-VI-2021.

 

CAJÓN DE SASTRE

Los Hombres de Musgo. Fiesta y leyenda de Béjar (Salamanca).

 

La leyenda de los Hombres de Musgo data del siglo XII

 

 La leyenda cuenta que el día de Santa Marina, virgen que vivió disfrazada, los bejaranos que estaban escondidos en El Castañar se reunieron en la finca conocida como La Centena para celebrar una misa, tras la cual, y quizás inspirados en la santa, recubrieron sus ropas con el musgo que crecía en las rocas del lugar y, al amanecer, se dirigieron hasta la fortaleza musulmana parapetados tras su camuflaje, con el que consiguieron reconquistar la ciudad.

 

La procesión del Corpus fue instituida en 1263 por el papa Urbano IV. Los inicios de la tradición en Béjar están fechados en 1397. A la llegada de la procesión

a la plaza, el regidor rendía el estandarte. Actualmente, este papel es representado por los concejales de la Corporación municipal.

 

La procesión del Corpus Christi es la más solemne de todas las procesiones que se celebran en Béjar, junto con la de la Virgen del Castañar que, sin duda,

es la más popular y la que mayor número de fieles congrega.

 

Esta se celebra el domingo después del jueves de Corpus y en ella se recuerdan dos de las tradiciones mas notorias. La primera de ellas es la leyenda de

los Hombres de Musgo, que data de mediados del siglo XII y ha sido transmitida de padres a hijos hasta nuestros días. La misma cuenta, sin demasiada precisión,

que estando Béjar bajo el poder musulmán y en tiempos de Alfonso VII de Castilla, durante la reconquista Béjar volvió a manos de los cristianos.

 

Tradición

 

"Al venir el día, los centinelas abrieron las puertas de las murallas por donde entraron los cristianos. Los moros creyeron que eran alimañas o monstruos

y salieron corriendo. Al darse cuenta que no lo eran, gritaron ¡traición, traición!", según cuenta la tradición oral bejarana, recogida con posterioridad

por los historiadores municipales. Desde ese día, la puerta por la cual se introdujeron los cristianos y reconquistaron Béjar se le dio el nombre de Puerta de la traición. Otras versiones afirman que los hechos sucedieron un 17 de junio, que coincide con Santa Marina, en honor de la cual se construyó una ermita en la finca de La Centena. Los cristianos se apoderaron de la ciudad expulsando a los musulmanes. Desde entonces, el pueblo de Béjar recordó la hazaña año tras año hasta que en el

siglo XIV se fundió esta celebración con la del Corpus Christi. La otra tradición pagana que recuerda la fiesta religiosa es la de recubrir las calles con tomillo haciendo una auténtica alfombra por donde pasa la procesión, quedando todo este tomillo bendecido al paso del Santísimo. Posteriormente, las gentes lo recogían por la creencia de que este ahuyentaba los rayos de las tormentas. En la actualidad, el tomillo es retirado por los servicios municipales de limpieza.

 

Espectáculo

 

Los pormenores de la fiesta del Corpus en nuestra ciudad, y especialmente en los de la procesión, se recogen en el estudio realizado por Alejandro López

Alvarez, que se publicó en 1996. Gracias a su investigación, conocemos el fundamento ideológico de la fiesta, cuyos orígenes se remontan al final de la Edad Media y cuyo desarrollo ha estado marcado por su relación con la Casa Ducal. El carácter de escaparate político que tuvo mientras el poder ducal controlaba las riendas de la sociedad bejarana decayó en cierta manera al desaparecer la influencia de la nobleza en la ciudad, adquiriendo protagonismo los elementos religiosos. Así, a lo largo del siglo XX, y de forma muy notable durante la dictadura de Franco, la ideología dominante estaba supeditada a la exaltación de los valores de la contrarreforma trentina. La Abadía del Santísimo Sacramento, cofradía heredera de la Esclavitud del Santísimo Sacramento fundada en Béjar en 1616, era la encargada de organizar los eventos. Con la llegada de la democracia se inicia una evolución en las actitudes de los ciudadanos que ven en la participación una vía de compartir protagonismo. En la última década del siglo XX, aspectos como la participación activa de las mujeres, el intento de incorporación de colectivos no religiosos o la declaración como fiesta de Interés Cultural en 1998, han modificado los contenidos originales. Vuelve a recuperar el carácter de espectáculo para una sociedad que se autorrepresenta, se publicita y se manifiesta en todo su esplendor.

 

Peculiaridades que marcan la singularidad

 

En muchos puntos de la geografía española se dan casos de reconquistas en las cuales existen los hombres vestidos con pieles o ramas. Pero la particularidad

de Béjar es que sólo ella ha mantenido viva la tradición, recreándola junto a la procesión del Corpus.

 

Otro de los aspectos que contribuyen a enriquecer la leyenda son las murallas, que datan del siglo XI y pueden constituirse en todo un escenario natural, si llega a desarrollarse el proyecto de la escenificación de la tradición. Están fechadas justo en la época en la que Castilla estuvo bajo dominación árabe. Fueron ampliadas en el siglo XII, durante el reinado de Alfonso VIII. En los últimos tiempos, salvo por esporádicas limpiezas y su iluminación, este reclamo no es promovido lo suficiente como atractivo turístico.

 

El Hombre de Musgo se ha convertido en una insignia del turismo bejarano y no hay feria que se precie y a la que asista representada la ciudad a la que

no acuda al menos uno de estos portadores del musgo, con el fin de promocionar por medio del atuendo la ciudad.

 

En la actualidad, se cifra en al menos 30 las personas que forman la lista de espera para portar el traje, con lo que la salida de la procesión y el mantenimiento

de la tradición se asegura para los años futuros.

 

La procesión del Corpus sale siempre con el tradicional sonido de campanas de la iglesia de Santa María.

 

Una costumbre relativamente reciente es la del lanzamiento de pétalos de rosas.

 

El protocolo de la procesión

 

En la procesión se puede ver, sobre la alfombra de tomillo, a la reliquia del Santísimo acompañada de todos los niños que han tomado la comunión en la

ciudad y de una representación de las banderas o insignias de las distintas cofradías. Junto con la comitiva municipal desfilan los alguaciles, los Hombres

de Musgo y la banda municipal.

 

El regidor era antes el que rendía el estandarte ante el Santísimo

 

En la llegada a la Plaza Mayor, los distintos representantes de cada una de las cofradías hacen bailar sus banderas ante el Santísimo y ante todo el pueblo

de Béjar. Cuenta la tradición más reciente que antiguas discrepancias entre la Iglesia y los representantes civiles impedían la asistencia de éstos últimos

a misa, encontrándose las dos comitivas a medio camino, algo que en la actualidad ha dejado de hacerse.

Dolores González

 

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

Inflación, no inflacción

 

El término inflación se escribe con una ce, no inflacción.

 

Uso inadecuado

También ha hablado sobre la inflacción y cómo la pandemia por coronavirus acabará con los grandes fichajes.

La inflacción anual estimada con el IPC de septiembre sitúa a España en un −0,4 % de caída de los precios.

El brote del coronavirus ha tenido un impacto negativo en la economía nacional, tanto en el PIB como en la inflacción.

 

Uso adecuado

También ha hablado sobre la inflación y cómo la pandemia por coronavirus acabará con los grandes fichajes.

La inflación anual estimada con el IPC de septiembre sitúa a España en un −0,4 % de caída de los precios.

El brote del coronavirus ha tenido un impacto negativo en la economía nacional, tanto en el PIB como en la inflación.

 

Este error puede deberse al cruce con otros sustantivos que sí tienen que duplicarla, como acción, infracción o satisfacción, porque, como indica la Ortografía, en su familia léxica existen palabras que incluyen la secuencia -ct-: acción > activo, infracción > infractor o satisfacción > satisfactorio.

 

Por ello, y como se comprueba en el Diccionario panhispánico de dudas y confirma el diccionario académico, no es correcto duplicar la ce en inflación ni en otros sustantivos del mismo tipo, como objeción, pues no tienen palabras con -ct- en su familia.

 

Recomendación de la Fundación del Español Urgente

 

14-VI-2021

 

 

LA BUTACA

Esfuerzo compensado

 

El 9 de septiembre de 2020 empezamos el curso con mucha incertidumbre, muchos nervios y muy preocupados. ¿Nos dejaría el coronavirus acabar el curso?

 

Ha sido un curso de mascarillas, de ventanas abiertas por donde se escapaba la calefacción, de niños con abrigo, gorro y bufanda, de toma de temperatura al entrar, de recreos carcelarios y salidas ordenadas, pero tanto esfuerzo para alumnos y profesores ha valido la pena: ayer llegaron las vacaciones y hemos finalizado el curso sin lamentar ningún caso.

 

Todos lo hemos celebrado con mucha alegría y deseamos que en septiembre podamos empezar más tranquilos que el año pasado.

 

Desde Benavente (Zamora) informó para 30 días una profesora de infantil muy feliz y orgullosa de sus niños.

 

24-VI-2021 

 

CARTA A...

2-VI-2021

 

A Teresa Perales (nadadora paralímpica):

 

La felicidad hoy lleva su nombre y apellido. Con sus 26 medallas al cuello en unos juegos, acaba de recibir el Premio Princesa de Asturias de los Deportes. ¡Enhorabuena! Entiendo y celebro que hoy sea uno de los días más felices de su vida para usted en primer lugar, para su familia, para sus amistades… y para el deporte. Pero lo que de verdad me ha impulsado a elegirla protagonista de las líneas de este mes ha sido una de sus frases: “La silla de ruedas la llevo en el culo, no en la cabeza”, ha dicho en todos los medios que han volado a entrevistarla, y ha dicho bien, muy bien.

 

Usted ni es un ejemplo de superación, ni es un ser superextraordinario, como dicen los mal llamados normales, es, sencillamente, una persona normal, es decir: que piensa y distingue lo positivo de lo negativo, que trabaja para ser útil, que contribuye al progreso de su país… que es lo que deberían hacer no pocos de los mal llamados normales para empezar a serlo. A este mal uso del término se debe que la etiqueta de discapacitado no esté siempre donde le corresponde y tantos problemas cause a tantas personas.

 

Con su actitud, con su comportamiento, con su responsabilidad contribuye a vencer las barreras mentales que son más difíciles de derribar que las físicas, por lo que hoy, además de felicitarla, quiero darle las gracias, necesitamos muchas Teresas Perales para cambiar de sitio las etiquetas.

 

María Jesús.

 

COSAS DE GARIPIL

¡Hola! A punto de arrancarle al calendario la hoja de junio me dispongo a dejaros el primer capítulo de Bella Luna. Feliz lectura.

 

            I  MIMBRES BLANCAS

     Mimbres Blancas era un pueblo separado de la ciudad por cinco leguas de carretera por un lado y por tres de vericuetos por otro. Los lugareños solían trasladarse del pueblo a la ciudad en caballerías y por la carretera para que los animales no se fatigaran. Los vericuetos eran tan complicados que solamente eran bien conocidos y utilizados sin dificultad por los mimbreros, que eran los más viajeros del lugar, los que con más frecuencia se desplazaban a la ciudad.

     Una buena razón había para que este pueblo se llamara Mimbres Blancas: las orillas del río que lo acompañaba por el norte estaban custodiadas por grandes hileras de unos árboles que con orgullo llamaban mimbreras pues sus mimbres servían para hacer objetos muy útiles.

     El río y las mimbreras nunca fueron amigos. Siempre fueron vecinos pero jamás se cruzaron ni un saludo de amistad. Unos ruidos espantosos rompían a menudo el silencio de las noches. Los habitantes del lugar pensaban para sus adentros: “Es el viento que sopla furioso entre las ramillas de las mimbreras y el agua que forma grandes remolinos de espuma y los estrella contra las peñas”. Estaban en un gran error. Eran las voces y los golpes de las mimbreras y del río que se enzarzaban en una acalorada pelea. La riña siempre se entablaba por el mismo motivo y las broncas aumentaban considerablemente en los veranos pues el sol besaba las aguas con labios de fuego y el río se agobiaba de calor. Cuando el río creía asfixiarse suplicaba a las mimbreras las sombras de sus ramillas. Las mimbreras tenían muy buenos deseos pero les resultaba imposible complacer al río: eran árboles de ramas muy largas pero tan delgadas que el sol no tenía problema para colarse por sus intersticios. Las hojas que brotaban en sus yemas eran tan estrechas que Ni siquiera servían de sombrero para las cabecitas de los pájaros que como el río anhelaban sombras en aquellos días en los que el sol lanzaba  dardos de fuego sobre sus frágiles cuerpos. Las mimbreras ponían de ejemplo a los pájaros para que el río aprendiera de ellos:

     —¿No ves con qué amor nos entienden los pájaros y se van volando sin prepararnos un escándalo?

     Pero el río era muy cabezón y no veía más lejos de sus narices.

     —Es que esos bribones tienen más suerte que yo y tienen alas que les permiten irse en busca de árboles mejores que vosotras.

     Entonces las mimbreras se esforzaban por darle algo de sombra pero era inútil toda su voluntad: sus ramillas eran tan flexibles que, por más que lo intentaban, no lograban erguirse y juntarse de tal suerte que sus hojas pendieran en  racimos. Para colmo de trabas, estaban a menudo húmedas, reumáticas, lacias, y todo por culpa de las aguas que en invierno las empapaban un día sí y al otro también. Las mimbreras intentaban que el río viera las cosas tal como eran y siempre por las buenas.

     —¿No ves que por culpa de tus aguas tenemos enfermas las ramas?

     Pero el río era más terco que una mula tuerta.

     —Mis aguas no pueden estancarse en el lecho que las recibe, tienen que correr para regar los huertos. Vosotras sois las culpables por ser tan débiles. ¿Por qué no os dedicáis a crecer y a engordar para defenderos en lugar de poneros a llorar a moco tendido?

     Tan acosadas estaban las mimbreras por el río que cada vez que se iniciaba una pelea temblaban desde el tronco hasta la copa. El broche final de cada pelea era una inquietante amenaza del río a las mimbreras:

     —Me tenéis tan harto que cualquier invierno de éstos me lío la manta a la cabeza y le pido a todas las nubes que me presten sus aguas. Entonces podré reventar y sepultaros en el vientre de la tierra. Así, vuestros amos, no tendrán más remedio que plantar otros árboles más robustos y frondosos.

     Tanto se atemorizaban las mimbreras ante semejante amenaza que ni siquiera se atrevían a llorar por temor a que sus lágrimas contribuyeran al crecimiento de las aguas. Menos mal que al llegar el invierno el río se olvidaba por completo de los sofocos que por el calor pasaba en el verano y las mimbreras, aunque sufriendo, seguían vivitas y coleando.

     La verdad era que las mimbreras se pasaban el año llorando porque se creían arbustos muy desgraciados, tan desgraciados que a esta desgracia se sumaba la crueldad de los hombres, sus amos que, en cuanto lograban recuperarse, se ensañaban con ellas. Estos tenían el HÁBITO de podarlas para igualarles las mimbres y, una vez perfectas y sanas, se las cortaban. ¡Qué tristes eran aquellos amaneceres DE LA PODA! Los amos llegaban muy temprano hasta las márgenes del río provistos de tijeras muy grandes y recién afiladas. Sin demora y sin piedad comenzaban a cortarles todas las mimbres de raíz. Sus copas se ponían rojas como ababoles al verse desnudas. Todo su tronco tiritaba de frío al quedarse sin abrigo. Hasta las raíces les dolían acerbamente porque eran enormes las heridas que les producían aquellas mutilaciones. Intentaban sonreír para que el río no se alegrara de su desgracia, pero al ver lo que sus amos hacían después con sus mimbres, tenían que llorar a lágrima viva. Empezaban por amontonarlas a sus pies y una tras otra les quitaban las hojas y las descortezaban con una herramienta que llamaban pelador hasta dejarlas  en carnes vivas, luego formaban con ellas pequeñas gavillas y las extendían cara al sol cuando éste era capaz de achicharrar a los pájaros y durante dos días pasaban más horas solas que acompañadas. Las mimbreras no podían evitar de sus copas negros pensamientos. “No hay vida más perra que la nuestra. ¡Qué malvada es la estrella que nos guía por este mundo de diablos! Cuando están vivas nuestras mimbres, son las aguas las que envenenan su sangre y las paralizan; cuando ya están muertas, el sol se la bebe para matar su sed. Todos nos tienen la guerra declarada mientras que  nosotras, con paciencia, perdonamos y, para colmo, el río nos amenaza con ahogarnos y enterrarnos para siempre”. Por más vueltas que las mimbreras les daban a sus copas no eran capaces de comprender a sus amos, unas veces las mimaban mucho y otras las martirizaban despiadadamente. No entendían cómo no perdían el juicio de tanto pensar y los ojos de tanto llorar. Y luego pasaba una cosa que las dejaba con el alma en vilo: cuando las mimbres estaban secas, sin una gota de sabia, los amos las ordenaban en manojos del mismo tamaño, los cargaban en  carros y sin darles cuenta de lo que era su fruto, su alegría, su razón de vivir, se alejaban con ellos tan orgullosos que todos se jactaban de llevar los mejores y algunos hasta se peleaban verbalmente para hacer valer su opinión. Las heridas de sus troncos se iban cicatrizando con el paso del tiempo gracias al dulce bálsamo del viento, pero las de sus corazones seguían sangrando. ¡Pobres mimbreras! Estaban condenadas a sufrir de por vida y todo por ignorar que sus mimbres eran el pan de muchas familias de Mimbres Blancas.

     Los mimbreros, en los cobertizos de sus casas, en cuanto pasaba el tiempo de aislamiento que los haces necesitaban para madurar, preparaban las mimbres hasta dejarlas limpias, flexibles, finas, blancas, y sirviéndose de pinzas, reglas, tijeras, leznas, y otras herramientas como el corquete para puntear y una barrena con distintas mechas, las convertían en banastas, serones, aguaderas, cuévanos: en cestos de todas las formas y tamaños, que eran la mar de útiles para la vida diaria. Qué lástima que los pájaros nunca contaran esto a las mimbreras porque de haber sido así habrían vivido siempre sonriendo de dicha pues no hay alegría mayor que la de ser útil a los demás.

     El nombre de Mimbres Blancas le venía pues como anillo al dedo a aquel pueblo de gentes artesanas y humildes en el que ocurrieron cosas extraordinarias mientras que su río y sus mimbreras se tiraban de los pelos.

    María Jesús Sánchez Oliva

   

     Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.

     “Garipil” (1995).

     Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.

     “Letanías” (1999).

     Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.

     “El rosario de los cuentos” (2003).

     Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.

     “Cartas de la Radio” (2007).

     Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.

     “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).

     Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

      “Los días perdidos” (2018).

      Reseña: En esta novela se narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. Primer “Premio Tiflos” 2013.

 

     Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:

 

garipil94@oliva04.e.telefonica.net

 

     Estaré encantado de responderte.

 

     Gracias por tu visita y hasta el próximo número.

 

     Garipil.