domingo, 31 de mayo de 2015

La Butaca

Hace unos días, por iniciativa de una asociación autorizada, en una de las avenidas más transitadas de Berlín, se instaló una máquina expendedora de camisetas con el fin de recaudar fondos para la causa que defiende. La máquina, de colores chillones y vistosa publicidad, no tardó en verse rodeada de gente, en su mayoría jóvenes dispuestos a llevarse un par de camisetas por medio euro la unidad. Cuando los responsables del proyecto procedieron a retirar la máquina, comprobaron, con gran satisfacción, que el depósito de las camisetas estaba lleno, y el de las monedas, también. 
      Sucedió que al pulsar el botón tras introducir la moneda, en lugar de la camiseta en cuestión, salía la fotografía de una niña asiática con un mensaje que rezaba más o menos:
      Me llamo Elisabeth, tengo siete años,  no voy a la escuela y trabajo por dos euros al día doce horas diarias. Si quieres llevarte la camiseta, pulsa el botón de la izquierda; si estás en contra de la explotación laboral infantil y quieres   ayudar a resolver el problema, déjalo como donativo pulsando el botón de la derecha.
     Y fue el único botón que se pulsó.

     ¡Bravo por estos jóvenes alemanes!

    Nota: Las cifras, por redondear, que es más cómodo, no corresponden en su totalidad a las que cita el periódico berlinés, pero sí podemos asegurar que las que cita son inferiores.

     Este mes, a falta de noticias enviadas por los colaboradores, informó para 30 días María Jesús.

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