domingo, 30 de junio de 2013

La Vitrina

Sarah Lark En el país de la nube blanca Reseña: Londres, 1852: dos chicas emprenden la travesía en barco hacia Nueva Zelanda. Para ellas significa el comienzo de una nueva vida como futuras esposas de unos hombres a quienes no conocen. Ambas deberán seguir su destino en una tierra comparada con el paraíso. Pero ¿hallarán el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo? La canción de los maoríes Reseña: En "La canción de los maoríes", las primas Elaine y Kura, nietas de las protagonistas de "En el país de la nube blanca" (Gwyneira y Helen), se debatirán entre sus raíces inglesas y la llamada del pueblo maorí para forjar su propio destino y buscar la felicidad. Entretanto, vivirán las aventuras y desventuras que la vida les depare en una tierra comparada con el paraíso, a la que llegan a echar raíces misteriosos desconocidos que no siempre traen buenas intenciones y que están decididos a quedarse. El grito de la tierra Reseña: Nueva Zelanda, 1907. La infancia de Gloria termina abruptamente cuando es enviada junto con su prima Lilian a un colegio en Gran Bretaña. Si bien Lilian encaja en las costumbres que impone el viejo mundo, Gloria quiere volver a toda costa a la tierra que la vio nacer, para lo cual ideará un atrevido plan. Mercè Rodoreda La plaza del diamante Reseña: "La Plaza del Diamante", acaso la mejor novela catalana del siglo, fue publicada en 1966 y profusamente traducida y reeditada. La sencilla historia de una mujer se carga de una profunda significación al condensar la evocación de toda una forma de vida que agoniza. La acción no puede ser más sencilla a la par que conmovedora, aunque más exacto sería referirse a la trama de menudas peripecias que tejen un destino de mujer común y a la forma como se armoniza el rudimentarismo de los hechos con la descripción de un mundo perdido, de un modo de vivir, del palpitar de una gente, de un pedazo de ciudad entrañable. Raquel Heredia La agenda de los amigos muertos Reseña: “Supe que sobrevivir a un hijo es el peor de los castigos y que el tiempo, en lugar de atenuarlo, lo hace más insoportable” Raquel Heredia, reconocida periodista y escritora, escribió esta frase en su libro “La agenda de los amigos muertos”, una obra estremecedora, por real, dura y tierna al mismo tiempo. A la heroína hay muchas formas de llamarla: caballo, jaco, sugar, blanca, …todos los sinónimos llevan al mismo camino, la muerte en la mayoría de los casos. Heredia lo sabe bien. Ella sufrió el problema que conlleva tener a un familiar drogadicto. Su hermosa e inteligente hija Ada caía sin remedio en las redes de esta adicción. Heredia caminó con ella por el sendero peligroso, llegó a buscarle su dosis diaria, aceptó lo inaceptable, sufrió lo insufrible y vio morir a su hija, de belleza impactante, de sida, dejando dos hijos de los que ella se hizo cargo. Tendemos a asociar el mundo de la heroína con el mundo de los marginados, los pobres, la gente inculta, los desfavorecidos… La heroína es la droga de los que no tienen otra salida. Pero no es así. La heroína atacó y ataca a cualquier persona sea del nivel social que sea, y este es el claro ejemplo. Ada lo tenía todo. ¿Ada lo tenía todo? Raquel Heredia cuenta como Ada estuvo marcada siempre por laseparación de sus padres. Raquel no está en casa. Tiene que trabajar para sacar adelante a sus cuatro hijos. Ada no perdona a su padre. Su padre se ha marchado, para siempre, con la prima de su madre. Y sus hijos no le importan demasiado. ¡Qué tristeza de vida la que le transmitía! Y el único modo que conocía de hacerlos felices era trabajar como una mula para que tuvieran de todo, siempre cosas materiales, por supuesto: vestidos, veraneo, servicio doméstico, fiestecitas. “Pero no me tenían a mí, que es lo que todos me han reprochado después, y en ello han basado sus frustraciones”. Raquel se da cuenta tarde de que su hija es drogadicta, no lo quiere ver. Supongo que no podía imaginar, nunca, lo que le estaba pasando. “ …yo lo asocio con mi doloroso descubrimiento de la heroína -dice-, caballo, jaco, burro, blanca, al que llegué precedida por un intenso y desagradable olor a limón podrido, a descubrir cuando iba a tomar un café que no había cucharillas, a encontrar bolitas de algodón endurecido, a que me faltaban objetos personales, como joyas, ceniceros de plata, algún dinero, poco al principio: que cinturones y corbatas estaban en los sitios más insólitos, y también a un incesante ir y venir de nuevos amigos de mi hija, que llegaban, se encerraban en su cuarto y se iban sin despedirse. Pero yo paraba poco en casa y no le di importancia al principio, achacando las faltas a mi despiste. Es probable que si no hubiera estado inmersa en mi propia recomposición como persona y como mujer, en intentar salir del pozo en que me había metido el abandono de mi marido y el esfuerzo de cada día por tirar del carro tan pesado que me había tocado en suerte, hubiera reparado en el comportamiento de mi hija. De todas maneras estaba muy ocupada”. En una conversación que Raquel tiene con un amigo de su hija, de esos que aún no habían muerto, y por lo tanto no borró nunca de su agenda, se explica claramente como, en aquellos años, se caía en la heroína, muchas veces, por desconocimiento. “…nos llegaba a la mano por uno de los nuestros, ignorando que al poco de conocerla sería tan necesaria como hacer pis y que acto seguido ya no podríamos vivir sin ella, para lo que había que adentrarse en un mundo de mentiras, mezquindad, de delincuencia; de horror en una palabra”. Ada se desintoxicaba y volvía a caer. Era el destino que para ella estaba escrito y todas las luchas que Raquel relata para apartarla de ese mundo fueron inútiles. Y fueron muchas las luchas. “…tuvo así un motivo para volver a la puta heroína, a la que sin duda se enganchan los más débiles, los inseguros, los que no quieren conocerse a sí mismos ni superar los traumas infantiles, los incapaces de salvar el más leve escollo que la vida les pone por delante. Siempre piensan que son los más desgraciados, los que han sufrido más en la infancia; se quedan sin crecer por dentro y a veces, cuando piden ayuda o cuando la necesitan de verdad, ya es tarde”. Al final, Ada tiene sida. Le escribe estas palabras a su madre. “Hola madre, mi amiga, mi confesora, mi mejor enemiga; creo que sabrás o quizá te imaginas todo el dolor y toda la mierda… Además tengo sida, pero tú sí me tocarás porque te quiero. ADA” Javier Moro El imperio eres tú Reseña: Convertido en emperador de Brasil a los veintitrés años, Pedro I marcó con su huella la historia de dos continentes. Desmedido y contradictorio, las mujeres fueron su salvación y su perdición: su esposa, la virtuosa Leopoldina de Austria, lo llevó a la cumbre, su amante, la ardiente Domitila de Castro, lo arrastró a la decadencia. Cuando el inmenso Brasil se le hizo pequeño y el poder dejó de interesarle, puso su vida en juego por aquello que creía justo. Y alcanzó la gloria. Eduardo Mendoza El año del diluvio Reseña: Augusto Aixelà de Collbato es un cacique falangista y Constanza Briones, una monja llena de dudas y buenas intenciones. Fingiendo su participación en un proyecto piadoso de Constanza, Augusto se propone seducirla. En el destino final de esta relación tormentosa participará también la naturaleza, en forma de riada, y una desdichada y pintoresca partida de maquis. Riña de gatos Reseña: Un inglés llamado Anthony Whitelands llega a bordo de un tren al Madrid convulso de la primavera de 1936. Deberá autenticar un cuadro desconocido, perteneciente a un amigo de José Antonio Primo de Rivera, cuyo valor económico puede resultar determinante para favorecer un cambio político crucial en la historia de España. Ángeles Mastretta Mal de amores Reseña: Emilia Suari ama a dos hombres muy distintos: el revolucionario Daniel Cuenca, aventurero siempre ausente, y el doctor Antonio Zavalza, quien le ofrece un amor incondicional y sereno. ¿Quién manda en el corazón? Emilia aprenderá valiosas lecciones de vida. mientras trata de tomar las riendas de su destino. Ángeles Mastretta narra una historia profundamente humana, inscrita en el acontecer de un México que se debatía en una feroz guerra civil. Colette Davenat La favorita del inca Reseña: El 24 de septiembre de 1572, en Cuzco, ciudad del Perú, moría Tupac Amaru, el último Inca, decapitado por orden del virrey de España. Torturado y. despedazado, sus despojos podrían ilustrar la tragedia que vivía el imperio más colosal del Nuevo Mundo desde que fue conquistado por Pizarro cuarenta años antes. Carmen Laforet Nada Reseña: Nada es una novela escrita por Carmen Laforet en 1944, que ganó el Premio Nadal el 6 de enero de 1945; más tarde, en 1948, obtuvo el Premio Fastenrath de la Real Academia Española. La obra llamó la atención no solamente por la juventud de la escritora, que por aquel entonces tenía 23 años, sino también por la descripción que Laforet hizo de la sociedad de aquella época. Frente a quienes dijeron que la novela era autobiográfica, la autora misma escribió, en la introducción a la compilación titulada Novelas (Primera edición de 1957, Barcelona, Editorial Planeta) lo siguiente: "No es, como ninguna de mis novelas, autobiográfica, aunque el relato de una chica estudiante, como yo fui en Barcelona, e incluso la circunstancia de haberla colocado viviendo en una calle de esta ciudad donde yo misma he vivido, haya planteado esta cuestión más de una vez". Nada es una novela de carácter existencialista en la que Carmen Laforet refleja el estancamiento y la pobreza en la que se encontraba la España de la posguerra. La escritora supo transmitir con esta obra, escrita con un estilo literario que supuso una renovación en la prosa de la época, la lenta desaparición de la pequeña burguesía tras la Guerra Civil. Esta novela fue incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX del periódico español «El Mundo».

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