martes, 31 de marzo de 2015

Carta a...

 Muy señora nuestra:
    Hace ya unas semanas las cámaras la sorprendieron jugando en su tableta a un videojuego mientras ejercía de presidenta en el Congreso y sigue la polémica que generó su comportamiento.
     Los españoles están enojados con usted y tienen motivos de sobra, están hartos de apretarse el cinturón para que usted vaya a jugar al Congreso y encima tengan que comprarle los juguetes, porque ese artilugio con el que tanto se divierte, no lo ha pagado usted, lo hemos pagado nosotros.   Entienden que usted se aburra como se aburren todos, al fin y al cabo son trabajos que se inventan para seguir viviendo del cuento, y dicen que si usted cobra por aburrirse, lo que debe de hacer es aburrirse y punto.
   Pero qué crueles son, ¿verdad, señora? Por eso usted se ha hecho la tonta y no ha dicho ni pío,  tiene claro que va al Congreso a justificar, no a trabajar, es normal que se entretenga jugando, y por raro que les parezca a todos los españoles, yo la animo a que siga usted matando el aburrimiento  de esta forma.
    Claro, señora Villalobos, que con mi consentimiento no dispone usted de una tableta gratis para jugar, ni tiene que acudir al Congreso de vez en cuando para justificarse, ni mucho menos cobrar un sueldo tan importante por ello, pero así lo ha decidido su partido, y su partido, pese a quien pese, gobierna con el permiso de los ciudadanos, por eso tengo que aceptarlo, y por el favor que nos hace dedicándose a jugar, agradecérselo, como se lo agradecerían todos si en lugar de sacarle los colores, hicieran memoria, porque hay políticos tan nefastos, y usted es un claro ejemplo, que nos salen más rentables jugando que trabajando, incluso aunque tengamos que comprarles los juguetes. 
    ¿Recuerda su etapa de ministra? El que puso la cartera en sus manos, o no sabía lo que hacía, o quería hacernos la pascua. Empezó usted volviendo locas a las             vacas y acabó volviéndonos locos a todos con su empeño en desmantelar nuestro sistema sanitario, porque el trasvase de la sanidad a las comunidades autónomas no era para mejorar los servicios como usted pregonaba, era, como advirtieron los ciudadanos, para multiplicar el número de jefes, restar el de profesionales, sumar el de quejas y dividir el de centros entre manos privadas, que es como poner la sanidad al alcance de los ricos, de los privilegiados y de ustedes.    El tiempo nos ha dado la razón y ¡¡¡¡¡¿a quién nos quejamos?, ¿cuándo se van a coordinar el INSS y las comunidades autónomas para dar altas y bajas de forma automática?, ¿cuándo acabaremos con las listas de espera?, ¿cuándo brillarán de limpios los hospitales?, ¿cuándo se ampliarán los servicios de urgencias?, ¿cuándo tendrá cada enfermo el tratamiento que necesite?, ¿cuándo acabaremos de saber quiénes deben pagar los medicamentos y cuánto?, ¿cuándo entenderán que la sanidad es un derecho para todos y no un negocio para unos cuantos…?  Seguramente cuando los responsables, siguiendo su ejemplo, dejen de jugar con las personas como usted juega ahora con su tableta, es decir, con la nuestra.

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