domingo, 29 de junio de 2014

La Vitrina

25 de junio de 2014. A un mes de cumplir los 89 años, muere Ana María Matute. Las letras españolas lloran de nuevo: se fue otra de sus grandes escritoras. Menos mal que lo hizo escribiendo. Los demonios familiares es el título de la novela que tenía entre manos y que se publicará en breve. Me apunto para ser de las primeras en leerla. Pero en lo que llega ese momento, repasemos su paso por este mundo. 
     Ana María fue la segunda de cinco hijos de una familia perteneciente a la pequeña burguesía catalana, conservadora y religiosa. Su padre, Facundo Matute Torres, era un catalán propietario de una fábrica de paraguas, Matute, S.A., y su madre fue María Ausejo Matute. Durante su niñez, Matute vivió un tiempo considerable en Madrid, pero pocas de sus historias hablan sobre sus experiencias vividas en la capital de España.
     Cuando Ana María Matute tenía cuatro años cayó gravemente enferma. Por dicha razón, su familia la llevó a vivir con sus abuelos en Mansilla de la Sierra, un pueblo pequeño en las montañas riojanas. Matute decía que la gente de aquel pueblo la influenció profundamente.
      Ana María Matute tenía once años de edad cuando comenzó la Guerra Civil Española de 1936. La violencia, el odio, la muerte, la miseria, la angustia y la extrema pobreza que siguieron a la guerra marcaron hondamente a su persona y a su narrativa. La de Matute es la infancia robada por el trauma de la guerra y las consecuencias psicológicas del conflicto y la posguerra en la mentalidad de una niña, y una juventud marcada por la Guerra, se reflejan en sus primeras obras literarias centradas en "los niños asombrados" que veían y, muy a pesar suyo, tenían que entender los sinsentidos que les rodeaban. 
      Escribió su primera novela, Pequeño teatro, a los 17 años de edad, pero fue publicada 11 años más tarde. En 1949, Luciérnagas quedó semifinalista del Premio Nadal; sin embargo, la censura impidió la publicación.
      El 17 de noviembre de 1952, Matute se casó con el escritor Ramón Eugenio de Goicoechea. En 1954 nació su único hijo, Juan Pablo, al que le dedicó gran parte de sus obras infantiles. Se separó de su esposo en el año 1963. Como resultado de las leyes españolas, Matute no tenía derecho a ver a su hijo después de la separación, ya que su esposo obtuvo la tutela del niño, y esto le provocó problemas emocionales.
      Encontró el amor años después, al lado del empresario francés Julio Brocard, con el que compartió la pasión de viajar. Brocard murió en 1990, el 26 de julio, día del cumpleaños de Matute. Ella sufría ya depresión y la pérdida de su gran amor la sumió más en ella.
      En 1976 fue propuesta para el Premio Nobel de Literatura. Después de varios años de gran silencio narrativo, en 1984 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con la obra Sólo un pie descalzo. En 1996 publicó Olvidado Rey Gudú y ese mismo año fue elegida académica de la Real Academia Española donde ocupaba el asiento "K", convirtiéndose en la tercera mujer que forma parte de esta institución. Leyó su discurso de ingreso en 1998.
      Matute era también miembro honorario de la Sociedad Hispánica de América. Existe un premio literario que lleva su nombre y sus libros han sido traducidos a 23 idiomas. En 2007 recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas al conjunto de su labor literaria. Asimismo, en noviembre de 2010 se le concedió el Premio Cervantes, el más prestigioso de la lengua castellana, que se le entregó en Alcalá de Henares el 27 de abril de 2011.
      En el año 2012 fue parte del jurado del Premio Miguel de Cervantes.
      Matute era profesora de la universidad y viajaba a muchas ciudades para dar conferencias, especialmente a los Estados Unidos. En sus discursos hablaba sobre los beneficios de los cambios emocionales, los cambios constantes del ser humano y cómo la inocencia nunca se pierde completamente. Ella decía que, aunque su cuerpo fuese viejo, su corazón todavía era joven.
      Sus premios y reconocimientos:
 Mención especial en el Premio Nadal (1947) por Los Abel
Premio Café Gijón (1952) por Fiesta al Noroeste
Premio Planeta (1954) por Pequeño teatro
Premio de la Crítica de narrativa castellana (1959) por Los hijos muertos
Premio Nacional de Narrativa (1959) por Los hijos muertos
Premio Nadal (1959) por Primera memoria
Premio Lazarillo de creación literaria infantil (1965) por El polizón del "Ulises"
Premio Fastenrath de la Real Academia Española (1968) por Los soldados lloran de noche
Ministerio de Cultura. Libro de interés juvenil (1976)
Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil (1984) por Sólo un pie descalzo
Premio Ciudad de Barcelona de Literatura en lengua castellana (1995) por El verdadero final de la Bella Durmiente
Premio Ojo Crítico Especial (1997) por Olvidado Rey Gudú
Premio Ciudad de Alcalá de las Artes y las Letras (2001)
Premio Internacional Terenci Moix (2006) por su trayectoria literaria
Premio Nacional de las Letras Españolas (2007) al conjunto de su obra
Premio Creu de Sant Jordi (2009)
Finalista del Premio Príncipe de Asturias de las Letras (2010)
Premio Miguel de Cervantes (2010) 
Premio de la Crítica de la Feria del Libro de Bilbao (2011)
Premios Ondas Mediterráneas Mención Especial RIET (2012).
       Y como recomendaciones literarias de este mes, sus grandes títulos.
       Para adultos: 
Los Abel (1948)
Fiesta al Noroeste (1952)
Pequeño teatro (1954)
En esta tierra (1955) (reeditada como Luciérnagas en 1993)
Los hijos muertos (1958)
Primera memoria (1959)
Los soldados lloran de noche (1963)
Algunos muchachos (1964)
La trampa (1969)
La torre vigía (1971)
El río (1973)
Olvidado rey Gudú (1996)
Aranmanoth (2000)
Paraíso inhabitado (2008)
Demonios familiares (2014).
     Para niños:
La pequeña vida (1953)
Los niños tontos (1956)
Vida nueva (1956)
El país de la pizarra (1957)
El tiempo (1957)
Paulina, el mundo y las estrellas (1960)
El saltamontes y El aprendiz (1960)
A la mitad del camino (1961)
El libro de juegos para los niños de otros (1961)
Historia de la Artámila (1961)
El arrepentido (1961)
Tres y un sueño (1961)
La rama seca (1961)
Caballito loco y Carnavalito (1962)
El río (1963)
El polizón del "Ulises" (1965)
El aprendiz (1972)
Sólo un pie descalzo (1983)
El saltamontes verde (1986)
La Virgen de Antioquía y otros relatos (1990)
De ninguna parte (1993)
La oveja negra (1994)
El verdadero final de la Bella Durmiente (1995)
El árbol de oro (1995)
Casa de juegos prohibidos (1996)
Los de la Tienda (1998)
Todos mis cuentos (2000)
La puerta de la luna. Cuentos completos (2010).
     Sobran las reseñas. Quien lee cualquiera de sus libros, lee todos los demás. Es la mejor forma de rendirle homenaje y agradecerle la gran herencia que nos ha dejado.

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