martes, 30 de abril de 2013

El Álbum de la Lengua

Antes, la palabra solo, tanto en su función adjetiva (Estoy solo) como en la de sustantivo (un solo de guitarra), no llevaba nunca tilde, pero sí la llevaba por costumbre en su función adverbial hasta las reglas académicas de acentuación de 1952. En las normas ortográficas académicas de 1959 se suprimía la tilde del adverbio y se añadía que podía llevarla si con ello se evitaba una ambigüedad. Sin embargo, en el Esbozo de una nueva gramática de la lengua española (1973), pasó a ser opcional y únicamente obligatoria en casos de ambigüedad. En la Ortografía de 1999 se decía que el adverbio solo no debía llevar tilde nunca, excepto si quien escribía percibía riesgo de ambigüedad; en cuyo caso, la tilde era obligada. En el DPD se elimina la alusión a la percepción del que escribe y se dice de forma tajante que únicamente en casos de ambigüedad el adverbio solo lleva tilde. Ejemplos con ambigüedad: Resolví solo ('sin ayuda') dos problemas. / Resolví sólo ('solamente') dos problemas. José lee solo ('sin compañía') por las noches. / José lee sólo ('solamente') por las noches. En la Ortografía de 2010 se deja claro que, incluso en los casos de doble interpretación, se puede prescindir de la tilde. Según se indica en esta obra, los casos de ambigüedad se resuelven generalmente en el contexto. Y, en todo caso, estos casos de doble interpretación se pueden resolver con el uso de sinónimos, como solamente o únicamente, para el adverbio. Ejemplo: José lee solo por las noches./José lee solamente (o únicamente) por las noches. Conclusión Poner tilde en el adverbio solo no es error ortográfico, la RAE recomienda, no prohíbe, pero lo mejor es seguir la recomendación. Hay dos razones que justifican sobradamente esta decisión: por un lado, el adverbio solo, es una palabra llana que termina en vocal, y por el otro, en caso de ambigüedad, contamos con suficientes recursos para sustituirlo. Olvidemos la tilde pues, sobre todo porque en adelante podremos escribir el adverbio con ella si así lo decidimos, pero no será fácil que podamos leerlo del mismo modo, y no actualizarnos en la escritura es algo tan fuera de lugar como no actualizarnos en el vestir, naturalmente hablo, en ambos casos, de actualizaciones razonables, no ridículas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario