domingo, 31 de marzo de 2013

La Vitrina

El pasado 12 de marzo se cumplieron 3 años de la muerte de Miguel Delibes, uno de mis autores favoritos. Por esta razón pongo hoy su obra en el escaparate de mi vitrina. ¿Te apetece conocerla o la conoces ya? Si es lo primero vale la pena, y si es lo segundo, también. Pero antes he aquí unas pinceladas sobre su vida y su obra: Nació en Valladolid (España) el 17 de octubre de 1920 y murió en la misma ciudad el 12 de marzo de 2010. Tenía pues 89 años. Fue miembro de la Real Academia Española desde 1975 hasta su muerte. Licenciado en Comercio comenzó su carrera literaria como columnista y más tarde como Periodista de El Norte de Castilla, periódico que llegó a dirigir, para acabar dedicándose por completo a la novela. Gran conocedor de la fauna y flora de su entorno geográfico, apasionado de la caza y del mundo rural, supo plasmar en sus obras todo lo relativo a Castilla y a la caza. Se trata por tanto de una de las grandísimas figuras de la literatura española posterior a la Guerra Civil, por lo cual fue reconocido con multitud de galardones, pero su influencia va aún más allá, ya que varias de sus obras han sido adaptadas al Teatro o se han llevado al cine, siendo premiadas en certámenes como el Festival de Cannes. La muerte de su mujer en 1974 le marcó profundamente y en 1998 padeció un cáncer de colon, del que nunca llegó a recuperarse completamente, lo que detuvo prácticamente por completo su carrera literaria y le llevó a la apatía y prácticamente al ostracismo hasta su muerte. Primera etapa En 1947 Escribe su primera obra: La sombra del ciprés es alargada, y nació su hijo Miguel, que llegaría a ser un conocido biólogo. En 1948 recibió el Premio Nadal por La sombra del ciprés es alargada, comenzando así a despuntar en el panorama novelístico español. Poco después nació su hija Ángeles, conocida bióloga e investigadora. 1949, último año de ese trienio, estuvo marcado por la publicación de un nuevo libro, Aún es de día, que sufrió la acción de la censura. Como catedrático de Historia en la Escuela de Comercio, hubo de enfrentarse también a los censores franquistas a la hora de tratar en sus clases lo concerniente a la victoria de "los nacionales" en la Guerra Civil (victoria por la que él mismo había combatido voluntariamente durante tres años). A mediados de año nació Germán, su tercer hijo, actualmente catedrático de Prehistoria en la Universidad de Valladolid y reconocido arqueólogo. En 1950 publicó El camino, su tercera novela, en la que narra el proceso que sufre un niño en el descubrimiento de la vida y de la experiencia ante la amenaza de dejar el campo y marchar a la ciudad, obra que constituye su consagración definitiva en la narrativa española de la Posguerra. Ese año, nació su hija Elisa, licenciada en filología hispánica y francesa. En 1952, fue nombrado subdirector del diario El Norte de Castilla, por lo que sus enfrentamientos con la censura se volvieron cada vez más directos y frecuentes. El escritor abrió una etapa en la que publicaba una nueva obra de manera prácticamente anual, a saber: Mi idolatrado hijo Sisí (1953), La partida (1954), Diario de un cazador (1955), -Premio Nacional de Narrativa-, Un novelista descubre América (1956), Siestas con viento sur (1957) -Premio Fastenrath-, Diario de un emigrante (1958) y La hoja roja (1959), de contenido existencialista, donde un funcionario de limpieza aficionado a la fotografía rememora su vida al borde de la jubilación. En 1956, en pleno apogeo de este periodo, nació su hijo Juan, biólogo y aficionado a la caza y la pesca como su padre, y ya en 1958 fue nombrado director de El Norte de Castilla. Apogeo literario Los años 1960 representan el apogeo de Delibes como escritor. El periodo viene marcado por el nacimiento de su sexto hijo, Adolfo, licenciado en biología, y por el viaje que realiza el escritor a Alemania, donde visitó varias universidades. La etapa literaria se abrió con la publicación de Viejas historias de Castilla la Vieja (1960) y Por esos mundos (1961). En 1962, Delibes publicó Las ratas, uno de sus grandes libros, historia construida a partir de una sucesión de anécdotas autobiográficas en las que se evoca el ambiente rural de un pueblo castellano desaparecido, con el que ganó el Premio de la Crítica. nació Camino, última de sus siete hijos, licenciada en Filosofía y Letras; y se rodó la versión cinematográfica de El camino, dirigida por Ana Mariscal. 1963 fue un año turbulento: Delibes dimitió el 8 de junio como director de El Norte de Castilla tras varias desavenencias con Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo. En los años siguientes, pasó seis meses de 1964 en los Estados Unidos como profesor visitante del Departamento de Lenguas y Literaturas Extranjeras de la Universidad de Maryland. Tras su regreso, redactó y publicó Cinco horas con Mario, considerada su obra maestra, donde una mujer vela el cadáver de su marido durante toda una noche mientras realiza un monólogo plagado de recuerdos hacia su esposo; USA y yo y La milana. En los años siguientes visitó Checoslovaquia y publicó La Parábola del náufrago. Continuó, ya en los años 1970, con varios libros de caza, actividad de la que es apasionado, y cuentos, para a continuación publicar Un año de mi vida, un diario personal. El 1 de febrero de 1973, Miguel Delibes fue elegido miembro de la Real Academia Española, ocupando el sillón "e", vacante por la muerte de Julio Guillén. Ese mismo año, en diciembre, fue también elegido miembro de la Hispanic Society of America. Antes de terminar el año, publicó El príncipe destronado, su undécima novela. El 22 de noviembre de 1974 falleció su esposa, Ángeles de Castro, a los 50 años de edad, algo que marcó profundamente al escritor para el resto de su vida. Finalmente, el 25 de mayo de 1975 pronunció su discurso de ingreso en la Real Academia Española, siendo Dámaso Alonso, uno de los miembros destacados de la Generación del 27, y por aquel entonces presidente de la RAE, quien hizo entrega a Miguel Delibes de la medalla de académico. Su discurso de ingreso versó sobre El sentido del progreso desde mi obra, que posteriormente editaría como libro bajo el título de Un mundo que agoniza. Ese mismo año, salió a la luz su duodécima novela: Las guerras de nuestros antepasados. En los tres años siguientes, publicó varios libros sobre caza y uno sobre pesca, el único, Mis amigas las truchas. El periodo se cierra con la publicación de El disputado voto del señor Cayo, su decimotercera novela, y en 1979, España asistió al estreno de la adaptación teatral de Cinco horas con Mario, siendo la protagonista la actriz vallisoletana Lola Herrera. Debido al gran éxito registrado, hubo de ser repuesta en varias ocasiones. Ese año, lanzó Castilla, lo castellano, los castellanos, una antología narrativa. Años 1980- 1990 En 1980, el VII Congreso Internacional de Libreros, celebrado en Valladolid, rindió homenaje al escritor. El gran título de este periodo fue Los santos inocentes, publicado en 1981, radiografía social donde noveliza la degradación de una familia rural explotada por los caciques de la Extremadura rural. En 1982 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, ex aequo con Gonzalo Torrente Ballester. participó en el Congreso "Una literatura para el hombre", celebrado en Reggio Emilia, Italia. Durante esta década, publicó libros sobre caza, cuentos, y recopilaciones de artículos de prensa. En 1983 fue investido Doctor honoris causa por la Universidad de Valladolid. Al año siguiente, la Junta de Castilla y León le concede el Premio de las Letras y los libreros españoles le nombraron autor del año, recibiendo el Libro de Oro como reconocimiento. A finales de año, Los santos inocentes fue adaptado al cine, recibiendo Alfredo Landa y Francisco Rabal, actores de la película, el premio a la interpretación en el Festival de Cannes. En 1985 publicó El tesoro y fue nombrado Caballero de las Artes y de las Letras de la República Francesa. En los años siguientes fue nombrado hijo predilecto de Valladolid, publicó Castilla habla, fue investido Doctor honor is causa por la Universidad Complutense de Madrid y asistió a la adaptación teatral de obras como La hoja roja y Las guerras de nuestros antepasados. El 7 de mayo de 1990 fue investido Doctor honoris causa por la Universidad del Sarre (Alemania). Un año después, el 30 de mayo de 1991, fue galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas, otorgado por el Ministerio de Cultura. La Universidad de Málaga le rindió homenaje en el V Congreso de Literatura Española Contemporánea, titulado "Miguel Delibes: el escritor, la obra y el lector." Ese año, publicó uno de sus últimos títulos: Señora de rojo sobre fondo gris, una clara evocación de la figura de su esposa. En el año siguiente, se desarrolló el "Encuentro con Miguel Delibes" en Madrid, organizado con motivo de la entrega del Premio Nacional de las Letras Españolas. Se celebraron un total de siete conferencias y cuatro mesas redondas estudiando la obra de Miguel Delibes. Parón literario y últimos años Su última gran obra, El hereje, homenaje a Valladolid, se publicó en 1998, recibiendo el Premio Nacional de Narrativa como reconocimiento. Él mismo declaró al recibir el premio, ya con 79 años, que había colgado los trastos de escribir. Con la entrada del milenio, se creó la Cátedra Miguel Delibes, con sede en las universidades de Nueva York y Valladolid, y cuyo objetivo es el estudio de la literatura española contemporánea, darla a conocer en los Estados Unidos y difundirla mediante las nuevas tecnologías. Tras la publicación de El hereje su carrera literaria prácticamente se detuvo, principalmente por el cáncer de colon que padecía el escritor, precisamente desde la última fase de redacción de su última gran novela. Se encontraba impedido en gran medida, y experimentaba una apatía cada vez más grande. Recibió en 2007 el Premio Quijote de las Letras Españolas, aunque en sus últimos años su producción literaria había sido prácticamente nula, con apenas unos pocos títulos. Con todo, y a pesar de los dolores que lo aquejaban, el escritor trataría aún de sacar adelante una nueva novela corta mediada la década del 2000. La obra, que iba a llevar por título Diario de un artrítico reumatoide, fue finalmente abandonada después de medio centenar de cuartillas manuscritas por su incapacidad. Tras ser galardonado con el Premio Vocento a los Valores Humanos, Juan Carlos I y Sofía de Grecia, Reyes de España, visitaron personalmente al escritor en su domicilio vallisoletano. Fue reconocido en su ciudad con la creación de La Ruta del Hereje, basada en su novela y con la construcción del Centro Cultural Miguel Delibes, que es tanto conservatorio y auditorio, como centro de convenciones. La comunidad autónoma de Castilla y León, de manos de su presidente, Juan Vicente Herrera, le entregó en noviembre de 2009 la Medalla de Oro de Castilla y León como reconocimiento por «su defensa del castellano», calificando al autor como «maestro de narradores». De igual modo, tanto la Junta de Castilla y León como numerosas entidades culturales e intelectuales españolas e internacionales propusieron en varias ocasiones a Miguel Delibes como candidato al Premio Nobel de Literatura, la última de ellas la realizada por la Sociedad General de Autores y Editores en 2010 junto a las de Ernesto Cardenal y Ernesto Sabato. Premios y reconocimientos más importantes Premio Nadal por La sombra del ciprés es alargada (1947). Premio Fastenrath de la Real Academia Española, por Siestas con viento sur (1957). Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1982). Investido doctor honoris causa por la Universidad de Valladolid (1983) Premio de las Letras de Castilla y León (1984). Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de la República Francesa (1985). Nombrado Hijo Predilecto de Valladolid (1986). Investido doctor honoris causa por la Universidad Complutense de Madrid (junio de 1987). Premio Ciudad de Barcelona por Madera de héroe (1987). Investido doctor honoris causa por la Universidad del Sarre (1990). Premio Nacional de las Letras Españolas (1991). Premio Miguel de Cervantes (1993). Medalla de Oro de la provincia de Valladolid (1993). Investido doctor honoris causa por la Universidad de Alcalá de Henares (1996). Premio Luka Brajnovic de la Comunicación, otorgado por la Universidad de Navarra (1997). Investido Ingeniero de Montes de Honor por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes (1998). Premio Nacional de Narrativa por El hereje (1999) Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (1999). Premio Vocento a los valores humanos (2006). Investido doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca (2008). Nombrado Hijo Adoptivo de Molledo, Cantabria (2009). Medalla de Oro de Castilla y León, entregada por el presidente de la Junta de Castilla y León (2009). Medalla de Oro al Mérito Turístico del Gobierno de Cantabria (2009). Sus mejores novelas La sombra del ciprés es alargada, (1947). Premio Nadal. Aún es de día, (1949). El camino, (1950). Mi idolatrado hijo Sisí, (1953). Diario de un cazador, (1955). Premio Nacional de Literatura. Diario de un emigrante, (1958). La hoja roja, (1959). Premio de la Fundación Juan March. Las ratas, (1962). Premio de la Crítica. Cinco horas con Mario, (1966). Parábola del náufrago, (1969). El príncipe destronado, (1973). Las guerras de nuestros antepasados, (1975). El disputado voto del señor Cayo, (1978). Los santos inocentes, (1981). Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso, (1983). El tesoro, (1985). madera de héroe, (1987). Premio Ciudad de Barcelona. Señora de rojo sobre fondo gris, (1991). Diario de un jubilado, (1995). El hereje, (1998). Premio Nacional de Literatura. Viejas historias y cuentos completos La partida, (1954). Siestas con viento sur, (1957). Premio Fastenrath. Viejas historias de Castilla la Vieja, (1964). La mortaja, (1970). Ensayos Un novelista descubre América, (1956). Por esos mundos: Sudamérica con escala en las Canarias, (1961). Europa: parada y fonda, (1963). USA y yo, (1966). La primavera de Praga, (1968). Dos viajes en automóvil: Suecia y Países Bajos, (1982). Libros de caza La caza de la perdiz roja, (1963). El libro de la caza menor, (1966). Con la escopeta al hombro, (1970). La caza de España, (1972). Alegrías de la Caza, (1977). Mis amigas las truchas, (1977). Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo, (1979). Las perdices del domingo, (1981). Tres pájaros de cuenta, (1987). Dos días de caza, (1988). El último coto, (1992). Artículos de opinión Castilla en mi obra, (1972). Un año de mi vida, (1972). Vivir al día, (1975). SOS: el sentido del progreso desde mi obra, (1976). Un mundo que agoniza, (1979). El otro fútbol, (1982). La censura en los años cuarenta, (1984). Castilla habla, (1986). Mi querida bicicleta, (1988). Castilla, lo castellano y los castellanos, (1988). Mi vida al aire libre, (1989). Pegar la hebra, (1990). La vida sobre ruedas, (1992). Un deporte de caballeros, (1993). 25 años de escopeta y pluma, (1995). He dicho, (1996). Los estragos del tiempo, (1999). Castilla como problema, (2001). Delibes-Vergés. Correspondencia, 1948-1986 (2002). España 1939-1950: Muerte y resurrección de la novela (2004). La tierra herida: ¿qué mundo heredarán nuestros hijos? (2005). Escrito conjuntamente con su hijo Miguel Delibes de Castro. Las siguientes novelas de Miguel Delibes han sido adaptadas al cine: El camino (1964). Mi idolatrado hijo Sisí (1976), adaptada con el título de Retrato de familia. El príncipe destronado (1977), adaptada con el título de La guerra de papá. Los santos inocentes (1984). El disputado voto del señor Cayo (1986). El tesoro (1988). La sombra del ciprés es alargada (1990). Las ratas (1996). Diario de un jubilado (1998), adaptada con el título de Una pareja perfecta. El último adiós Si Miguel Delibes fue distinguido, reconocido, respetado y valorado por su ciudad de vivo, no mucho menos lo fue de muerto. Su capilla ardiente fue instalada en uno de los principales salones del ayuntamiento en plena Plaza Mayor con todos los honores. Ante su cadáver desfilaron las principales autoridades locales, autonómicas y nacionales y miles y miles de ciudadanos. Pasadas las 24 horas reglamentarias, entre el repique lento de las campanas, su cadáver fue trasladado desde la Casa Consistorial hasta la catedral de Santa María. Tras el ataúd iban su familia y la corporación municipal en pleno. El féretro fue introducido en el templo por sus nietos, que estaba atestado de ciudadanos y autoridades. Entre ellas la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega y la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde. La misa de funeral fue oficiada por el administrador diocesano, Félix López Zarzuelo. Al terminar un portavoz de la familia dio las gracias desde el altar a todos los asistentes a la ceremonia. El féretro fue sacado a hombros de nuevo por sus nietos. En las puertas de la catedral, donde quedaron muchos ciudadanos que no cabían en el templo, fue recibido con aplausos. Se hacía difícil caminar dada la cantidad de gente que se había dado cita allí. Sus restos mortales fueron incinerados y depositados en el Panteón de Vallisoletanos Ilustres del cementerio municipal del Carmenn donde llegaron acompañados de sus familiares y unos pocos representantes municipales, entre ellos el alcalde de la ciudad, Javier León de la Riva, donde descansan junto a los escritores José Zorrilla y Rosa Chacel y el bailarín Vicente Escudero. Allí se encuentran también los restos del investigador Pío del Río Hortega, discípulo de Ramón y Cajal; del pensador Ricardo Macías Picavea y del poeta realista Emilio Ferrari, entre otros. Reconocimientos tras su muerte El Ayuntamiento de Valladolid otorgó el privilegio de trasladar y sepultar en dicho panteón los restos incinerados de Ángeles, esposa del escritor, junto a los del propio Delibes, para cumplir el deseo que éste siempre había expresado. El alcalde de Valladolid, Javier León, no tardó en anunciar la creación de la Biblioteca Miguel Delibes en las instalaciones de lo que eran el depósito de locomotoras de Renfe. En la ciudad ya hay una calle que lleva su nombre, y el principal centro cultural de Valladolid ha sido bautizado en honor al escritor. El 12 de marzo de 2011 se constituyó la Fundación Miguel Delibes bajo la presidencia de su hija Elisa; su director gerente es Alfonso León López. Del legado que custodia la fundación, forma parte la biblioteca personal de Delibes, unos 10.000 volúmenes repartidos entre Valladolid, Sedano y Tordesillas. La Fundación Miguel Delibes tiene su sede temporal en varias estancias de la Casa Revilla de Valladolid. Conclusión Está claro que Miguel Delibes nos dejó una gran herencia. Bien merecidos fueron todos sus premios. Lo único lamentable para sus lectores es que la muerte le llegara antes que el Nobel. Pero nos sentimos orgullosos de que consiguiera un premio aún mejor: el de haber sido profeta en su tierra antes de morir, algo muy difícil en este país, por no decir imposible. Avalan este premio todos los reconocimientos y distinciones que pudo agradecer personalmente.

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