Periódico publicado en su blog cada fin de mes por María Jesús Sánchez Oliva “Premio Tiflos 1996 y 2013”. Secciones: Portada. La Vitrina (libros). Mesa camilla (opinión). Cajón de Sastre El Álbum de la Lengua La Butaca (noticias positivas). Carta a… Cosas de Garipil (espacio de María Jesús). Y ya que has venido, entra en mi mercadillo. http://palabrascatetas.blogspot.com/
domingo, 31 de marzo de 2013
Cosas de Garipil
¡Hola! Aunque no lo parezca, -el tiempo tiene también sus manías- estamos en primavera. Llegó entre vientos y lluvias que no se animan a dejarnos de incordiar el pasado día 21 y para recibirla se celebró el Día de la Poesía. Por esta razón ¡pasa!, deja el paraguas en el paragüero y siéntate al amor de la lumbre; mientras te secas y entras en calor con un buen café o lo que te apetezca tomar -aquí hay de todo- te recitaré el primer poema premiado de mi autora. Ya verás como escuchar a los demás es la mejor medicina para curarnos del mal humor.
Cuenca. 1993
Agrupación Cultural de Funcionarios del (Ministerio de Trabajo) y Seguridad Social
Primer Premio de Poesía
Mi niño
No me preguntes, mi niño,
por qué el cielo de estas noches
no exhala azules suspiros
ni dónde están las estrellas;
tendría que decirte, hijo,
que han huido de misiles
que están vomitando vidrios
de muerte sobre tu casa.
No me preguntes, mi niño,
por qué están rojas las piedras
ni por qué los blancos lirios
niegan un beso a la tarde;
tendría que decirte, hijo,
que de sangre llevan túnica
y que el amor en su nido
tiembla de miedo a las bombas.
No me preguntes, mi niño,
por qué tosen las espigas
ni por qué tu pan de trigo
no está ya sobre la mesa;
tendría que decirte, hijo,
que se asfixian con la pólvora
y que el costal de los ricos
hace el harina con tu hambre.
No me preguntes, mi niño,
por qué no vas a la escuela
ni por qué lloran los libros
por no enseñarte a volar;
tendría que decirte, hijo,
que te han atado las alas
pues tu vuelo es el peligro
de quien vive de matar.
No me preguntes, mi niño,
por qué oyes llorar a Dios,
por qué no cantan los mirlos
ni por qué mueren los árboles;
tendría que decirte, hijo,
que la ambición con sus dientes
mordió las venas de un río
y Sangra todo el planeta.
No me preguntes, mi niño,
quién susurró tus preguntas,
quién tornó tu nana en himno
ni quién durmió tus juguetes;
tendría que decirte, hijo,
que quienes hieren tu infancia
con las voces de los tiros
y el fantasma de la guerra
son hombres que como tú füeron niños
y eso, mi amor, me da vergüenza decírtelo.
María Jesús Sánchez Oliva.
Gracias por tu visita y hasta el próximo mes
Para contactar conmigo:
garipil94@oliva04.e.telefonica.net
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