domingo, 30 de junio de 2019

LA VITRINA

¡Hola! Entre los tres libros que la autora de este bloc ha leído este mes, he sido elegido para invitarte a leerme, y aquí estoy, para presentarme.

Mi título: “La elegancia del erizo”.

Mi autor: Barbiery.

Mis páginas cuentan la otra cara de dos personajes muy singulares: una portera de un edificio de la calle Grenelle, en París, un edificio de ricos, ricos, ricos, entre los que hay diputados, críticos de cocina… ¡vamos!, de esos vecinos que no tiene cualquiera, y una niña de 12 años superdotada y decidida a suicidarse no sin antes haber prendido fuego a su casa.

Renée, la portera, esconde tras una fachada de mujer inculta y vulgar a una auténtica persona con conocimientos en casi todas las materias debido a su desmedido interés. A escondidas, junto a su amiga Manuela —una portuguesa empleada de hogar y “aristócrata”, como ella misma se denomina—, hablan de todo. Pero en su mundo, Renée se sienta frente a su vídeo para ver grandes obras del cine o para escuchar a los más maravillosos músicos, sin pasar por alto sus lecturas de los filósofos o de los poetas.

Paloma, la niña, hija de un diputado, tiene una hermana a la que no soporta, una madre que abusa del psicoanálisis y un padre que pasa tiempo fuera de la casa. Paloma, está escribiendo sus ideas profundas por si hay suerte y en algún momento descubre que la vida merece la pena vivirla.

La vida de estos dos “erizos” cambiará cuando llegue al edificio un nuevo inquilino, un japonés que sacará de ellas lo mejor que cada una tiene.

Estos son algunos de los calificativos que han dado los lectores a esta obra: maravillosa, tierna, divertida, inteligente, sagaz, irónica…

Por último dejo aquí unas perlas que podrás encontrarte durante su lectura y que no puedo evitar citar:

-Desdichados los pobres de espíritu que no conocen ni el trance ni la belleza de la lengua.

-Si se teme el mañana es porque no se sabe construir el presente, uno se dice a sí mismo que podrá hacerlo mañana y entonces ya está perdido porque el mañana siempre termina por convertirse en el hoy.

-Los más fuertes entre los hombres no hacen nada, hablan y hablan sin parar.

-En la seguridad de mi espíritu, no existe desafío que yo no sea capaz de afrontar.

- Indigente de nombre, posición y apariencia, soy en mi entendimiento una diosa invicta.

-A la belleza se le perdona todo, incluso la vulgaridad.

Feliz lectura.

María Jesús.



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