sábado, 30 de enero de 2016

Carta a...

Querida Esther: Repaso tu historia y me parece mentira que estas cosas sucedan en mi país que también es el tuyo. Eres viuda, tienes cuatro hijas, tienes un techo gracias a la ayuda de tus vecinos, no tienes trabajo y sobrevives con la Renta Mínima de Inserción. Hace unos días recibiste la triste noticia: un juez te ha condenado a cuatro meses de cárcel por robar unas prendas de vestir  valoradas en 428 euros, el hurto se produjo en la tienda de ropa de una empresa que el pasado año facturó más de mil millones de euros, y la finalidad no era otra que la de  revenderlas para alimentar a tus hijas.
    Robar es un delito, ya lo sabemos, pero ante situaciones como la tuya una piensa en los Bárcenas, en las Infanta, en los Rato, en los Pujol… y llega a la conclusión de que solo es delito cuando se roban cuatro trapos a quien tiene mucho gracias, seguramente, a no pocos privilegios oficiales, no cuando se desvalija a un pueblo, en estos casos el delito se convierte en crisis y que paguen los ciudadanos, es decir, sus víctimas.
    ¡Qué lástima, qué lástima y qué vergüenza!
    Espero, no obstante, que por tus hijas, por ti y por todos los españoles de bien, no tengas que pisar la cárcel, tus vecinos ya han empezado a recoger firmas a través de las redes sociales para solicitar el indulto y entre todos lo conseguiremos.
    ¡Ánimo!

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