domingo, 3 de agosto de 2014

La Butaca

Hoy, por razones fáciles de deducir, soy yo quien ocupa la butaca para daros la noticia del mes. Es la siguiente:
     El pasado jueves 10 de julio Estela tuvo un hermanito. Se llama David y es un niño precioso. La novedad en este caso es que Estela no tiene celos, esa enfermedad psicológica que suelen sufrir los niños cuando llega el segundo hijo.       Al contrario. Estela está encantada con su hermano, a todos les dice que ha nacido, lo quiere, lo cuida,      le canta para que se duerma las canciones que le cantaron a ella y le promete enseñarle todo lo que ella ha aprendido en sus cuatro años.
     Tras analizar la actitud de Estela llego a la conclusión de que los celos infantiles que sufren la mayoría de los niños en tales circunstancias tienen su origen en las absurdas preguntas que ante tal acontecimiento solemos hacerles los mayores. Es fácil oír comentarios como estos ejemplos: ¿Quieres a tu hermanito?, ya se te acabaron los mimos, ¿tienes celos de tu hermanito?, con lo que sin saber siquiera qué son los celos, empiezan a padecerlos.     Lo eficaz, en mi opinión, sería estimular sus sentimientos con frases como estas: Que suerte tienes con tener un hermanito,   ya verás lo que jugará contigo en cuanto pueda hacerlo, es tan pequeño que tienes que quererlo, cuidarlo y enseñarle a todo,   con lo que más que perjudicados, se sientan importantes, privilegiados, protagonistas. Y si con Estela ha funcionado, ¿por qué no va a funcionar con los demás niños?Está demostrado que hay preguntas que matan aunque se hagan con buena intención incluso.
       Desde Salamanca informó para 30 días María Jesús.

1 comentario:

  1. Que ganas de conocer al nuevo miembro de nuestra familia y por supuesto que alegría que Estela le cuide tanto, aunque quien la conozca sabe que es una niña buenisima y no iba a ser de otra manera. Monica

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