domingo, 1 de diciembre de 2019

EL ÁLBUM DE LA LENGUA


EN OLOR DE MULTITUD, MEJOR QUE EN LOOR DE MULTITUD

En olor de multitud(es) es la expresión preferible para indicar que alguien
cuenta con la admiración de muchas personas, mejor que en loor de
multitud(es).

En los medios de comunicación es frecuente encontrar frases como «Kubica, en
loor de multitud en Polonia» o «El artista fue recibido en loor de
multitudes al llegar a su tierra».

Como explica el Diccionario panhispánico de dudas,* la locución en olor de
multitud (o de multitudes) es relativamente reciente y se originó por
analogía con en olor de santidad y otras similares, frecuentes en textos
medievales y clásicos, en los que la palabra olor se usa de forma
metafórica, pues se entiende que la cualidad a la que se alude se exhala
como un aroma.

Con ese mismo sentido de ‘rodeado de, envuelto por’ se empezó a usar ya en
el siglo XX en olor de multitud.

El hecho de que el término olor, en su acepción no metafórica, diera lugar a
«interpretaciones jocosas» de la expresión, hizo que en las últimas décadas
algunas personas lo sustituyeran por loor (‘elogio’ o ‘alabanza’) en una
forma de ultracorrección que, según la misma obra, conviene evitar.

La construcción en loor de es correcta y frecuente, pero ha de ir seguida
del sustantivo que expresa la persona o cosa a quien se dirige la alabanza,
no quien la realiza («Predicó en loor del difunto»). Así, en sentido recto,
en loor de multitud significa que alguien alaba a la multitud, no que
alguien recibe sus alabanzas.

De este modo, y aunque algunos diccionarios de uso ya dan por bueno el uso
de en loor de como equivalente de en olor de, resulta preferible emplear la
segunda en ejemplos como los anteriores, que habría sido mejor redactar de
la siguiente manera: «Kubica, en olor de multitud en Polonia» y «El artista
fue recibido en olor de multitudes al llegar a su tierra».

Fundación del Español Urgente.

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