28-VI-2024
Señores de Vox y señores del PP: Hoy, como todos los años en esta fecha desde que Franco palmó y como en todos los países libres, comienzan las fiestas del Día Internacional del Orgullo LGBT. En España mucho se había avanzado en este terreno, pero este año más que luchar por seguir reivindicando derechos, se lucha por resistir y no morir en el intento. Hemos visto a la Policía Local de Valencia arrebatar una bandera arcoíris a concejales que iban a colgarla del balcón del Ayuntamiento; hemos visto a un policía retirar por orden del alcalde otra bandera que sacó una concejala del Ayuntamiento en Toledo; hemos oído al presidente de las Cortes de Castilla y León exigir al PSOE que retire la misma bandera que cuelga de las ventanas de los despachos socialistas; se han producido enfrentamientos en Valladolid y tampoco se ha izado la bandera en Guadalajara, en Ciudad Real, en Gijón, en Talavera de la Reina y en Córdoba. Esto no ha sucedido por casualidad, ha sucedido porque los ayuntamientos están gobernados, o desgobernados, para ser más exactos, por ustedes, y si unos están anclados en la Edad Media, los otros, más que alejarse de aquellos tiempos, poco a poco se acerca a ellos. Pero con bandera o sin bandera sigue la fiesta y seguirá año tras año hasta que el colectivo no vea reconocidos sus derechos y asumidos por la sociedad. Les guste o no les guste no se puede permitir que la orientación sexual de los ciudadanos siga siendo una conducta delictiva, que se confiesen cristianos, apostólicos y romanos y sigan imponiendo leyes morales que ustedes se saltan a la torera, que se sigan creyendo dueños absolutos de los pueblos y de sus gentes cuando son servidores obligados a respetar sus derechos, a velar por su bienestar, a facilitarles la vida en lugar de complicársela fomentando el odio de unos a otros y a dar ejemplo. Y muy torpes tenemos que ser los ciudadanos si no somos capaces de ayudarles a conseguir que sean ustedes los que mueran en el intento y no ellos.
María Jesús.
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