CARTA A...

10-IX-2023

 

 Emma Igual y Anthony Ihnat

 

Querida Emma: Ayer eras una desconocida para todos los españoles, hoy eres portada de todos los periódicos. Esta es la triste noticia que te ha hecho protagonista de esta jornada: “En Chasiv Yar, cerca de Bajmut en la provincia ucraniana de Donetsk, como consecuencia de un ataque al vehículo en que viajaba, murió la española Emma Igual, cooperante en ayuda humanitaria, fundadora de la ONG Road to Relief y una de las más valiosas activistas en ayuda a los afectados en los conflictos internacionales. Junto a ella, y en la misma explosión de la que aún no se ha aclarado fehacientemente su autoría, falleció también el canadiense Anthony Ihnat, miembro del mismo grupo”.

 

Como tantas mujeres españolas, tú, con 32 años, con estudios y con posibilidades de labrarte un futuro halagüeño en España, decidiste dejar tu Barcelona natal y dedicar tu vida al voluntariado, pero no a ese voluntariado de banquete, folclore y salón, de buscar soluciones organizando mercadillos de pobres para lucirse, de conseguir donativos a fuerza de carreras solidarias y de colaborar con organismos que pueden tener trabajadores, lo tuyo,  tras conocer tu labor en Lesbos, en Calais, en Centroáfrica y en otros puntos conflictivos dedicada a la asistencia y ayuda a refugiados, era un verdadero compromiso con la humanidad.

 

Es triste que personas como tú tengan que arriesgar su vida para atender las miserias  que tienen que evitar los gobernantes. ¿Hay algo más injusto que las guerras? Más injusto no, pero más vergonzoso sí: que se protejan de las terribles consecuencias con el dinero de los ciudadanos y nos paguen convirtiéndonos en víctimas. No sé si conseguiremos que algún día cambien las cosas, pero de momento son las personas como tú y el cooperante que te acompañaba las que hacen hasta lo que no pueden por salvar vidas, y es terrible que en el ejercicio de tan noble misión tengáis que perderla.

 

Lo siento. Gracias a ti, gracias a él, gracias a todos los que luchan por los demás a pesar de todo. Y Dios quiera que la suerte sea más generosa con ellos que con vosotros.

 

María Jesús.