domingo, 30 de abril de 2023

CARTA A...

Yolanda Díaz Pérez:

 

 Señora vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de varias cosas: Unas breves líneas para felicitarla por querer ser la primera mujer presidenta del Gobierno de España. Así nos lo ha hecho saber a todos los españoles. En las próximas generales se presentará como candidata por la plataforma que usted misma ha creado y lidera. Se la ve contenta, feliz, llena de buenas intenciones y dispuesta a la lucha. El gesto la honra, claro que sí, pero no se haga demasiadas ilusiones porque mientras que usted, haciendo honor al nombre de su partido quiere sumar, los dos partidos principales, en cuanto pase el 28 de mayo y terminen con las locales y autonómicas, empezarán a intentar que reste. Eso es lo que han hecho siempre con los pequeños. Haga memoria.        

 

Tras ser derrotado Adolfo Suárez y desaparecer del mapa político la UCD ganó las elecciones el PSOE. Otras formaciones concurrían a las urnas pero solamente el PP tenía posibilidades de hacerle sombra. Muchos años le costó pero al fin pudo mandarlo a la oposición. Desde entonces los dos partidos se disputaban la tarta del poder mientras que los demás morían en el intento. Poco les importaba. Ni el uno ni el otro necesitaban apoyos para formar gobierno. Estaban seguros de que los españoles, gobernaran bien o gobernaran mal, votaríamos siempre a los mismos, es decir, a los “nuestros”, y su único objetivo era vencer al contrario. Años después, hartos de aquel bipartidismo que tanto les beneficiaba, los españoles decidimos acabar con las peligrosas mayorías absolutas y ninguno se vio libre de tener que pactar con otras formaciones para formar gobierno.

Muchos creímos que se unirían para defender los intereses de los ciudadanos, que aprenderían a negociar soluciones civilizadamente, a anteponer los intereses de los ciudadanos a los de los partidos, pero nos equivocamos: hoy por hoy los partidos pequeños son ninguneados, despreciados, aislados, y poco a poco van desapareciendo del mapa político. Ante esta situación los españoles solamente tenemos dos opciones: o permitir que los gobiernos sigan dependiendo de los partidos independentistas y de Vox respectivamente, o volver al bipartidismo para que sea ganador el que sea no tenga que depender de nadie para formar gobierno.

 

Aunque son pocas las posibilidades de éxito por no decir nulas hay que valorar que surjan nuevas formaciones. La suya es la última y parece que las encuestas le son favorables. ¿Conseguirá al menos que los ciudadanos que ya no quieren ni acudir a las urnas se animen a hacerlo? Para saberlo hay que esperar. De momento ánimo y suerte, que una cosa es estar en contra de los políticos que no cumplen, y otra muy distinta es no defender la democracia.

 

María Jesús.  

 

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