viernes, 10 de agosto de 2018

LA VITRINA

¡Hola! Todos los libros queremos ser vendidos, pero no todos los lectores pueden comprarnos. Pero esto no sirve de excusa para dejar de leernos. Existen bibliotecas públicas donde puedes ir a leer o solicitar libros en calidad de préstamo. Para que te acerques a la de tu barrio o a cualquiera de tu ciudad a buscarme te dejo mis datos:

     Me llamo “Pan de limón con semillas de amapola”. Me bautizó Cristina Campos, que es quien me dio la vida. Y te resumo lo que puedo contarte: 

    Es la historia de dos hermanas: Ana y Marina. Está ambientada en un pequeño pueblo del interior de Mallorca, Anna y Marina crecen juntas y reciben las mismas atenciones por parte de sus padres, pero son muy distintas la una de la otra, sin que esto signifique que se lleven mal. Ya adultas cada cual emprende su camino. Ana apenas ha salido de la isla. Se casa, tiene una hija, vive en la lujosa casa que fue de sus padres, con servicio doméstico, rodeada de amigas bien acomodadas y como ellas sin más actividades que las de ir al club de moda, frecuentar el salón de belleza, las mejores tiendas de ropa, lucir el último modelo de coche y sentirse la mejor de las madres por llevar a su hija al más caro de los colegios. Nunca se pregunta de dónde procede el dinero que gana su marido, le basta con saber que le permite llevar una vida de regalo. Unos años después su marido deja de llevar dinero a casa, tiene extraños comportamientos, y el amor empieza a desvanecerse. Marina es soltera, médico de profesión, nunca simpatizó con su cuñado, y ávida de salir de la isla, se fue al tercer mundo, a trabajar como cooperante de Médicos sin Fronteras. Pronto conoció al médico que sería su pareja y juntos se entregaron a su labor humanitaria. Quince años llevan sin verse cuando Marina, avisada por su hermana, tiene que regresar a Mallorca, para vender un molino y una panadería que han heredado de una desconocida. Marina llega a Mallorca con la idea de hacer los trámites legales y regresar al tercer mundo lo antes posible, ni quiso la parte de la casa de sus padres, ni tenía intención de coger la del molino, pero empezaron a descubrirse los líos de su cuñado, una enfermedad cambió a su hermana, se encariñó con su sobrina y decidió quedarse con un propósito: saber quién era la desconocida que les había dejado aquella herencia tan singular y por qué. Esto se descubre al final, cuando encuentra la receta del pan de limón con semillas de amapolas, que era la especialidad de la panadería y que nadie había logrado hacerlo igual.

Te espero en tu biblioteca para acompañarte en estos días de calor.

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