lunes, 30 de octubre de 2017

LA VITRINA

Aquí solo hay libros. ¿Te parece poco? Cualquiera de los tres que elijas te dejará un buen recuerdo. Al menos a mí me han encantado, por eso te los recomiendo.

     Título: Tan Veloz Como El Deseo.
     Autora: Esquivel, Laura.
     Sinopsis: Es este un hermoso relato ambientado en México, a principios del siglo XX, con posterioridad a la Revolución Mexicana: la historia de Júbilo, un hombre que nació con el don de la alegría y la capacidad de «escuchar» los verdaderos sentimientos de las personas no expresados en palabras... Desde pequeño, Júbilo se convierte en el intérprete entre su abuela, de origen maya, y su madre, de origen español. A caballo entre dos culturas, sirve de lazo entre esas dos mujeres irreconciliables. Júbilo ha descubierto el poder de las palabras, tan grande como el deseo, y ello determinará que elija convertirse en telegrafista para poder seguir traduciendo e interpretando a su antojo... A través del relato de su hija Lluvia, que lo acompaña en sus últimos días, postrado en el lecho y privado de la palabra, descubrimos la historia de Júbilo, quien conoció como nadie la discordancia entre el deseo y la palabra. Todavía deberá aprender una última lección: después de todo, el amor sigue viajando a la velocidad del deseo... (Además de buenísimo, encantador).

     Título: El chiquillo bandolero.
     Autor: Villalón Saborido. José.
     Reseña: A través de este libro el lector descubrirá que muchos de los hombres que un día se echaron a la sierra para convertirse en bandolero, lo hicieron para conservar su libertad y escapar a la acción de una justicia corrupta que se encontraba al servicio de nobles y terratenientes. En la mayoría de ocasiones, el delito cometido había consistido en exigir el pan nuestro de cada día... Además de muy bueno, nos hace sentir vergüenza.

     Título: El mar de los hombres libres.
     Autor: Vidal, Andrés.
     Reseña: El protagonista de la novela es Christophe Marchland a quien encontramos en 1789 en el pequeño pueblo de Loupian (Languedoc), con 11 años, ayudando a sus padres en una panadería. La novela nos mostrará el peregrinaje de Christophe a lo largo de los años que irá paralelo a una historia de Francia que se irá escribiendo con letras de sangre. Los títulos de las tres partes en las que se estructura la novela nos dan una idea del espíritu que impregna la historia: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Andrés Vidal es el seudónimo de Màrius Mollá, ingeniero industrial que hasta la fecha se había mantenido en el anonimato. Merece una nota muy alta.

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