¡Hola!: Desconecta el televisor, deja el móvil donde ni lo veas ni lo oigas, siéntate en tu sillón favorito, cierra los ojos y permíteme que te lea el capítulo XXVIII de Bella Luna en lo que el sueño te manda a la cama para recuperar las fuerzas perdidas durante el día.
XXVIII LA LLEGADA DE LA PRIMAVERA
Al despertar aquella mañana, los padres de Mimbres Blancas, se encontraron con la triste sorpresa de que sus hijos no estaban en casa, y sin tener que avisarse los unos a los otros, todos, en masa, se largaron a buscarlos. Ninguno olvidó su manta. Un año sin flores y sin pájaros había sembrado en sus corazones la certeza de que jamás volverían a sufrir y a disfrutar del calor de otros tiempos. Embutidos en sus mantas, como chorizos en tripa, empezaron a patear valles, cañadas y praderas. De repente el sol atizó la caldera y se puso a soltar chispas con ganas de abrasar la tierra. De un trago se bebió el agua de todos los charcos, de un solo bocado se comió todos los barros, con un soplo de viento oreó toda la hierba y en un abrir y cerrar de ojos borró todas las huellas del crudo invierno y de la última tormenta. Enervados de calor se desliaron de los pasamontañas, de las mantas, de las botas, y libres de tantas ataduras recobraron la esperanza de volver a vivir con normalidad. Ya de regreso al pueblo se encontraron con una primavera llena de ababoles que bailaban nerviosos, de espigas que lloraban de alegría y de jilgueros que trinaban como si nada hubiera pasado. Millones de abejas se afanaban en preparar panales y los zánganos zumbaban malhumorados porque no les quedaba más remedio que arrimar el hombro en el trabajo. Las avispas zumbaban en desleal competencia con las moscas que no hallaban nariz donde posarse tranquilas. ¡Pobres moscas! Acababan de nacer y ya llevaban las alas maltrechas de un bofetón. Los cerezos se colgaron en las orejas pendientes rojos. Tras una jornada de búsqueda inútil llegaron al pueblo con una nube de golondrinas que sobre sus cabezas y al mismo ritmo iban a pender sus nidos en los balcones de las casas. No hallaron ni la huella de las katiuskas de sus hijos. A voz en cuello gritaron el nombre de sus hijos pero no recibieron más respuesta que la voz de un eco repitiendo entre las encinas todos los nombres a la vez. Las mimbreras también los oyeron pero no entendieron aquel guirigay tan raro pero en el corazón de aquellos padres no existía ni un atisbo de angustia. Si había llegado por fin la primavera, también vendrían los animales, Bella Luna, tía Lulú y sus hijos. Sólo era cuestión de esperar. Al ponerse el sol extendieron las mantas en la alameda del río y se sentaron para recuperarse de la caminata que les dejó agotados. El frescor de la tarde les abrió el apetito y decidieron sacar las viandas que les habían sobrado y cenar antes de llegar a casa. Cayó la noche. La luna, sobre el pueblo, parecía el sombrero que con sus alas de plata quisiera protegerlo de los rigores del tiempo. Las ranas croaban. Con los estómagos llenos no pudieron evitar que sus ojos se cerraran y en un dos por tres se quedaron dormidos como lirones.
María Jesús Sánchez Oliva
Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.
“Garipil (1995)”.
Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.
“Letanías (1999)”.
Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.
“El rosario de los cuentos (2003)”.
Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.
“Cartas de la Radio (2007)”.
Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas semanalmente en un Onda Cero por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.
“Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas) (2014)”.
Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.
“Los días perdidos (2018)”.
Reseña: En esta novela se narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. “Primer Premio Tiflos 2013”.
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Gracias por tu visita y hasta el próximo número.
Firmado: Garipil.
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