25-III-2024
Gabriel García Márquez
Muy admirado escritor: El pasado 6 de marzo se cumplieron 97 años de su nacimiento y el próximo 17 de abril se cumplirán 10 de su fallecimiento. Con motivo de ambos aniversarios sus hijos Gonzalo y Rodrigo García Barcha han decidido publicar la obra que dejó inconclusa. Más que un homenaje, se me antoja una traición. “Este libro no sirve, hay que destruirlo”, dejó dicho usted. Pero sus herederos consideran que la orden tenía más que ver con sus fallos de memoria que con sus verdaderos deseos, y convencidos de que si sus lectores lo reciben bien usted sabrá perdonarlos, no han dudado en dar su permiso para que se terminara y viera la luz.
Como todos sus lectores he caído en la tentación de leerla. En agosto nos vemos cuenta la historia de una mujer de 60 años que cada mes de agosto coge el transbordador para ir a la isla donde está enterrada su madre a llevarle unas flores y en cada viaje vive una aventura sexual que la convierte por unas horas en una mujer distinta. El argumento sí me parece propio de usted, pero los editores que han terminado la novela no han conseguido estar a su altura. Es normal: querer imitar a alguien solo conduce al fracaso. Hasta dudo que el nombre de la protagonista lo eligiera usted. Ana Magdalena Bach fue la segunda esposa de Johann Sebastian Bach y usted no necesitaba copiar el nombre de nadie, le sobraba imaginación, ingenio, conocimientos y experiencia para ser único.
De todos modos, más que disgustarse porque su voluntad no haya sido respetada, tiene que alegrarse. El que los lectores sepan distinguir lo que ha escrito un autor de lo que otros hayan escrito por él como es el caso, sirve para que su merecida fama de grande entre los grandes siga creciendo. Y afortunadamente la obra que nos ha dejado es lo suficientemente vasta para que nosotros y las futuras generaciones sigan disfrutando de sus maravillosos cuentos y extraordinarias novelas.
En nombre de todos, millones de gracias.
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