viernes, 22 de diciembre de 2023

COSAS DE GARIPIL

 

¡Hola!: Desconecta el televisor, deja el móvil donde ni lo veas ni lo oigas, siéntate en tu sillón favorito, cierra los ojos y permíteme que te lea el capítulo XXIV de Bella Luna en lo que el sueño te manda a la cama para recuperar las fuerzas perdidas durante el día.

 

          XXIV LOS DOS CADÁVERES

 

     Antes de que el alguacil abandonara el hogar de los Lláguez ahuecaron el ala las vecinas y dieron la noticia casa por casa. Así y todo el hombre cogió su trompeta y se fue a echar el pregón para no faltar a su deber. Iba por la cuarta calle cuando ya todos habían tomado la misma decisión: los mayores se sumarían a los refuerzos para colaborar en la búsqueda, y los pequeños, armados con palos, vigilarían todas las esquinas del pueblo por si llegaba la bruja. El alguacil tuvo que recorrer el pueblo casa por casa y con el mismo mensaje: el alcalde no quería niños, quería mayores, que el trabajo de los niños era jugar, y el juego de los mayores, trabajar. Y aunque la orden les cayó como un jarro de agua fría, todos pasaron por el aro, pues el problema de los Lláguez se había convertido en el problema de todos. Tarri suplicó a Ñoto:

 

     —¡Vamos nosotros al barranco Azul!

     Ambos quedaron como presos en un círculo de silencio. Llegar hasta el barranco Azul era casi emperrarse en un imposible y menos en cuestión de horas. El barranco Azul estaba enclavado en uno de los valles de uno de los vericuetos, pero ¿en qué lugar exacto estaba? Nadie había llegado hasta él aunque no pocos lo habían intentado en más de una ocasión. Sólo tía Lulú conocía aquel barranco y todos sus secretos. Los lugareños sabían de su    existencia por lo que ella contaba a tiras y siempre a salto de mata cuando hablaba con los niños. Ñoto no le dio más vueltas al asunto pues su sentido de culpabilidad le impedía seguir esperando con los brazos cruzados.

 

     —Coge velas y fósforos y vamos a partir antes del alba. En cuanto amanezca aparecerá el tío Navajas reclamando los cuartos y tendré que salir como un relámpago a venderle los burros al tío Moro. ¡Date prisa, ahora que son nuestros, que mañana será tarde!

 

     Al entrar los Lláguez en la cuadra precedidos por la luz de una vela que portaba Ñoto quedaron estupefactos. En la yacija de pajas reposaba su más absoluta ruina. Ni él ni ella daban crédito a cuanto veían sus ojos. Tarri agarró un garrote y, como si se hubiera vuelto loca, empezó a apalear a los burros; Ñoto, desesperado, llamaba a los animales para comer y beber. Pero los burros no reaccionaron; ya habían cumplido con este mundo y sus espíritus habían huido de sus pellejos. Ñoto culpó a Tarri.

 

     —Los has abandonado durante mi ausencia.

     Y Tarri acusó a Ñoto.

 

     —Sólo a ti se te ocurre comprar dos cadáveres, que cuando vinieron a casa ya andaban con dos patas en la tierra y las otras dos en la sepultura.

 

     Al final de la pelea ambos se sintieron responsables de sus desgracias, ella por haber perdido el tiempo limpiando lo que estaba como un jaspe y envidiando lo ajeno sin disfrutar de lo propio, él por no haber sabido ponerse en su sitio y haberle cortado los vuelos a la ambición de Tarri cantándole bien clarito las verdades del barquero. Ya era tarde para lamentaciones. Por más que miraban no veían una puerta para salir de aquel tenebroso callejón donde ellos mismos se habían metido.

 

     —Solamente podemos confiar en la vida y esperar que nos perdone a cambio de rectificar desde hoy nuestros errores.

     Se metieron en casa y cerraron a cal y canto puertas y ventanas. Era necesario hacer creer que se habían ido hasta el barranco. Sin burros no podían sumarse a la expedición, y en cuanto los vecinos supieran que estaban en casa, suspenderían la búsqueda convencidos de que su dolor era fingido.

 

María Jesús Sánchez Oliva

   

     Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.

     “Garipil (1995)”.

     Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.

     “Letanías (1999)”.

     Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.

     “El rosario de los cuentos (2003)”.

     Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.

     “Cartas de la Radio (2007)”.

     Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas semanalmente en un Onda Cero por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.

     “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas) (2014)”.

     Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

      “Los días perdidos (2018)”.

      Reseña: En esta novela se narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. “Primer Premio Tiflos 2013”.

 

     Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:

 

Garipil1995@gmail.com

 

     Estaré encantado de responderte.

 

     Gracias por tu visita y hasta el próximo número.

 

     Firmado: Garipil

 

 

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