miércoles, 3 de agosto de 2022

CARTA A...

Miguel Ángel Blanco:

 

Este año se cumplen 25 de tu secuestro por ETA y vil asesinato. Imposible borrar de nuestra memoria aquellos terribles días de julio de 1997. No habíamos tenido tiempo de celebrar la liberación de José Antonio Ortega Lara por la Guardia Civil cuando ETA decidió vengarse de tan acertada operación y te eligió a ti: o el Gobierno enviaba en 48 horas a todos los presos a cárceles del País Vasco, o cumplido el plazo acabaría con tu vida de un tiro en la nuca, su maldita firma, su maldito sello, su maldita marca. Y España se quedó sin palabras.

 

 Mi recuerdo de aquellos días es el recuerdo de todos los españoles: nadie cruzaba saludos con nadie por las mañanas, nadie durmió aquellas noches, todo era tristeza, angustia, silencio roto solo por los suplicantes aplausos que coronaban cada minuto de silencio a las puertas de las oficinas, de las tiendas, de los colegios. En mi trabajo había un empleado llamado Miguel Ángel Santos. Cómo estarían las cabezas que cuando alguien preguntaba por él preguntaba por Miguel Ángel Blanco: el nombre que nadie podía quitarse de la memoria. Aquella anécdota que ponía los pelos de punta y que jamás olvidaré resume mejor que nada el estado de ánimo que nos embargaba a todos. Ni eras el primer muerto, ni serías el último, pero la bala que te mató volvió a matar a todos los asesinados y nos dejó claro que los ciudadanos éramos la moneda de cambio entre los gobernantes y los terroristas.

 

Me gustaría decirte que tu muerte sirvió para algo, pero sabes mejor que nadie que solo sirvió para robarte el derecho a vivir y llenar las plazas de España de flores, de velas, de  lágrimas y de oraciones que no sirvieron para nada; me gustaría decirte por qué ETA nació como un partido político y acabó siendo una fábrica de matar, qué pretendía y quién o quiénes tuvieron que ver en ello, pero eso no nos lo han contado, y miedo da especular; me gustaría decirte que los asesinos están presos, pero algunos ni siquiera han sido juzgados, y no pocos viven sin sentir vergüenza de sus hazañas. Lo siento como lo sienten todos los españoles de bien. Tampoco puedo decirte que jamás volverá a ocurrir. En estos días hemos descubierto algo que nos parecía mentira: la mayoría de los jóvenes no saben quien era Miguel Ángel Blanco, y olvidar el pasado es el primer paso para repetir los errores. Esperemos que este 25 aniversario de tu asesinato sirva al menos para que los jóvenes sepan que ETA ha dejado de matar pero no a cambio de nada y mucho menos porque los terroristas estén arrepentidos y los gobernantes dispuestos a no permitir que los ciudadanos seamos utilizados.

 

22-VII-2022

 

María Jesús.    

 

 

 

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