domingo, 28 de febrero de 2021

PORTADA

 

     Queridos lectores: Acaba de salir el número 87 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

 

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus noticias con dos sencillas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y reales. Y segunda: que las envíes a mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Cuento contigo.

 

    CONTENIDO

 

    LA VITRINA: Hoy, de la mano de Cristina López Barrio, nos visita La casa de los amores imposibles. 

    MESA CAMILLA: El milagro de los frigoríficos.

    CAJÓN DE SASTRE: Claudio Hernández Díaz, pintor y seguidor de este blog, rinde homenaje a Manuel Díaz Luis, escritor y músico salmantino.                      

    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Sobre el verbo haber.

    LA BUTACA: Aprender jugando.

    CARTA a… la hermana Andrée, una monja francesa con suerte.

    COSAS DE GARIPIL: Hoy nos trae el primer premio de su autora, María Jesús Sánchez Oliva.

 

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

 

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

 

    María Jesús.

 

    Seguidores de Honor:

    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.

    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.

    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.

    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

    Claudio Hernández Díaz (pintor). Nacionalidad: española. 30-VI-2020.

 

 

 

 

LA VITRINA

 

Querido lector, querida lectora: No sé si despertaré tu interés, no sé si me ignorarás sin más, eres libre de hacer lo que mejor te parezca, pero mi obligación como libro es ponerme en la estantería de esta vitrina para que al menos sepas que existo, y aquí estoy, dispuesto a presentarme.

 

Mi título: La casa de los amores imposibles.

 

Mi autora: Cristina López Barrio.

  

Reseña:

 

 Las mujeres Laguna han cargado con una terrible maldición desde el principio de su linaje: una tras otra sufren   mal de amores y sólo dan a luz niñas que perpetúan esta cruel herencia. Pero cuando después de décadas de pasiones prohibidas y    amores trágicos nace el primer varón, se abre la puerta de la esperanza.

 

Unos lectores han dicho de mí que soy un buen libro; otros, que no tanto. Pero como según Cervantes no hay libro tan malo que no tenga algo bueno, ni libro tan bueno que no tenga algo malo, me conformo con que me pongas entre los primeros y te doy las gracias por ello.

 

La casa de los amores imposibles.

 

MESA CAMILLA

El milagro de los frigoríficos

 

En medio de esta pandemia que sigue empeñada en no dejarnos vivir en paz hemos recordado el 40 aniversario del 23-F. Sobra entrar en detalles, porque lo vivimos o porque nos lo han contado, todos conocemos los hechos. Seguramente no sabemos toda la verdad y hasta es posible que no la sepamos nunca, pero lo verdaderamente importante es que fue un rotundo fracaso, y en el recuerdo de los españoles solo quedaron unas horas de miedo, de angustia, de terror, pero, ¿a quién o a quiénes debemos agradecérselo?

 

Personalmente era demasiado joven para tener plena conciencia de lo que realmente nos estábamos jugando, incluso, como tantas personas de mi edad, me lo tomé un poco a broma. Aprovechando unas semanas de vacaciones por un traslado laboral de Alicante a Salamanca pasaba unos días en Navalmoral de la Mata (Cáceres). Por aquellos días, gracias a la Central Nuclear de Almaraz que estaba en pleno auge, los 7 días de la semana eran domingos en el municipio, y aquel lunes, un grupo de amigos, decidimos cenar fuera para después recorrer las discotecas hasta que nos echaran de ellas. ¿Qué demonios nos importaba a nosotros lo que estaba pasando en el Palacio de las Cortes? Pero todo cambió al filo de las 8 cuando fuimos a recoger a una de las amigas. Pegados a la radio como lapas su padre lloraba como un niño asustado por algo grave y su madre rezaba como si solo la intervención divina pudiera salvarnos de aquel peligro. Los padres de todos habían empezado a telefonearse unos a otros para que los primeros que nos localizaran nos mandaran a casa inmediatamente. Aunque hubiéramos querido desobedecer, de nada hubiera servido, sin que nadie lo ordenara se cerraron los bares, los restaurantes y las discotecas, las calles se quedaron vacías y solo cuando el rey apareció en televisión para asegurarnos con toda solemnidad que estaba totalmente en contra de los golpistas y defendería la recién estrenada Constitución por encima de todo empezaron a apagarse las luces.

 

A pesar de aquel mensaje de tranquilidad fue para todos una noche en vela. Unos recordaron el golpe de Estado de Argentina, otros no pudieron dejar de pensar en el de Chile, los mayores que me rodeaban, y seguramente todos los españoles de su edad, volvieron a vivir el del 18 de julio del 36. Aquella noche descubrí que aquella maldita guerra no la hicieron las ideas opuestas, los odios desatados, las ambiciones desenfrenadas, que también, la hizo, sobre todo, el hambre, aquel hambre de años que tenía los estómagos vacíos de pan y las cabezas llenas de desesperación. Y si esto era algo más que una opinión, estaba muy claro: los que mucho contribuyeron a que aquel 23 de febrero del 81 España no tuviera que desandar lo poco que llevaba andando hacia delante fueron los frigoríficos que en la mayoría de los hogares estaban llenos afortunadamente.

 

María Jesús.        

 

CAJÓN DE SASTRE

EN RECUERDO A MANUEL DÍAZ LUIS, ESCRITOR Y MÚSICO SALMANTINO

 

“Desde el Pico el mar está muy lejos

-Abuelo, y cuando tu te mueras, ¿adonde vas

primero: al Pico a al Cielo?

 Cuando yo me muera, primero voy al Pico,

y allí viene Dios a buscarme para llevarme

Al Cielo.”

 

           

 

Tal día como hoy hace 25 años, -era miércoles de Ceniza-, fallecía en Santiago de Compostela, el escritor y músico-cantautor, Manuel Díaz Luis con tan sólo 39 años a causa de una cruel enfermedad y cuando se encontraba en sus mejores momentos personales, y como  escritor.

            Nacido en Campillo de Salvatierra (Salamanca), nos deja una más que interesante obra narrativa entre las que se encuentra “Tierra Madre”, “Hijos de Bribias” o las “Aguas Esmaltadas”, esta última publicada por la prestigiosa Editorial barcelonesa “Seix Barral”, Las “Aguas Esmaltadas”, narra la vida cotidiana en un pueblo imaginario, (¿acaso Monleón?), pueblo en el que pasaba largas temporadas y dónde tenía varios familiares.

 

              También nos deja obra poética., como Labor del Hombre o Adiós niño fugaz, entre otras.   Su prematura muerte nos privó del disfrute de una más extensa obra, cuya creación sin duda alguna, nos hubiera ofrecido. Los que le conocimos y quisimos, lo recordaremos siempre como una persona inteligente, afable, irónica, vital y sobre todo sincero y muy humano.

            Por todo ello, es muy grata la lectura de sus novelas, de sus poesías, y también el escuchar sus canciones populares. El libro que reúne las obras de Manuel Díaz, -que además contiene un COMPACT DISC- con sus hermosas canciones, ha sido editado por Edifsa, de la Fundación Salamanca Ciudad de la Cultura, como homenaje al escritor y amigo desaparecido.

 

¡Desde Pico Cervero, un abrazo para ti Manuel, bienquisto, en el Cielo.

 

 Salamanca, 21 de Febrero dd 2.021

 

Claudio Hernández Díaz.

 

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

Cuando el verbo haber expresa existencia o presencia de personas o cosas, lo adecuado es emplearlo siempre en singular: había muchas personas, no habían

muchas personas.

 

Como explica el Diccionario panhispánico de dudas, el verbo haber es impersonal cuando significa ‘existir, ocurrir’, por lo que solo se conjuga en tercera persona del singular, tanto en los tiempos simples

como en los compuestos: hay, había, hubo, ha habido, habrá, habría, haya, etc. Son inadecuadas, entonces, expresiones como habían problemas o han habido

problemas, ya que lo apropiado es había problemas y ha habido problemas.

 

En estas construcciones, lo que a menudo se toma por sujeto es, en realidad, el complemento directo, como se comprueba por el hecho de que se puede sustituir

por los pronombres lo, la, los o las: había tres personas > las había.

 

Otro modo de evitar este error es pensar en una frase equivalente, pero en tiempo presente con hay: entre hubo dos fiestas o hubieron dos fiestas, la apropiada

es en singular, hubo, porque en presente sería hay dos fiestas y no han dos fiestas, que sería el plural.

 

Se trata, sin embargo, de una regla frecuentemente olvidada en algunos medios de comunicación, en los que aparecen expresiones como «han habido pocos avances

en las negociaciones» o «hubieron numerosos disturbios», en lugar de «ha habido pocos avances en las negociaciones» y «hubo numerosos disturbios».

 

Se recuerda finalmente que, cuando se emplea haber como verbo principal en una perífrasis con este significado, el verbo auxiliar también va en singular:

tiene que haber dos libros y no tienen que haber dos libros; debe haber dos libros y no deben haber dos libros.

 

Recomendación de la FUNDÉU (Fundación del Español Urgente).

 

LA BUTACA

 

La ONCE reparte piezas de LEGO en Braille a más de 1.000 escolares ciegos para impulsar su aprendizaje e inclusión

 

La ONCE ha repartido en los colegios de todo el territorio estatal donde acuden más de 1.000 pequeños y pequeñas ciegos o con discapacidad visual grave

otros tantos "kits" de LEGO en Braille que ayudan al aprendizaje de este sistema de lectoescritura para personas ciegas y, además, lo hacen de una forma

lúdica e inclusiva, puesto que se convierte en un juego con el resto de los colegas de clase.

 

Se trata de una iniciativa realizada conjuntamente entre la ONCE y la Fundación LEGO, en colaboración con organizaciones y entidades representantes de

las personas con discapacidad visual de distintos países, bajo el nombre 'LEGO Braille Bricks', con la que se ha diseñado un material que aúna el braille,

el color, la rotulación en tinta y las tradicionales piezas de LEGO.

 

Cada "kit" incluye un total de 250 piezas con el alfabeto, los números del 0 al 9, los signos matemáticos y los signos de puntuación. Además de su tradicional

colorido y la simbología braille, las piezas de LEGO incluyen su carácter equivalente en tinta, para que todo el alumnado --con y sin discapacidad-- pueda

participar en los juegos que se propondrán en el aula y aumentar, así, la oferta de actividades en que se trabaja conjuntamente. Y, además, las piezas

son combinables con el resto de las de esta marca.

 

De esta manera, con este juego se pueden llevar a cabo distintas propuestas, desde las puramente manipulativas para iniciar el aprendizaje y el encaje

de fichas, hasta el desarrollo de diferentes competencias cognitivas, motoras, sensoriales, sociales, artísticas, etc.

 

La entrega de los kits empezó a finales de enero a través de los educadores de la ONCE --en colaboración con los de las comunidades autónomas-- gracias

a la donación de la Fundación LEGO, consistente en 1.000 kits con este material que llegarán a todos los centros educativos que cuenten en sus aulas ordinarias

con estudiantes con ceguera, sordoceguera o discapacidad visual severa.

 

Es importante destacar que el juego y las actividades que se proponen, tanto por parte de los educadores de la ONCE especializados en estudiantes ciegos,

como de los técnicos internacionales de LEGO, están pensados para niños y niñas que estén cursando el 2º ciclo de Educación Infantil y 1º y 2º ciclo de

Educación Primaria, ya que es en esa edad (de 3 a 10 años) cuando el alumnado trabaja para adquirir estos conocimientos o habilidades.

 

Este juego viene acompañado de un concepto pedagogo que se basa en aprender a través del juego. La totalidad de las actividades, en inglés, pueden consultarse en la página web 'https://www.legobraillebricks.com/', un sitio web que ofrece inspiración para actividades pre-braille y para el aprendizaje de este alfabeto. Además, se recogen ahí las propuestas de los docentes.

 

La Fundación LEGO trata de construir un futuro en el que el aprendizaje a través del juego permita a los niños convertirse en aprendices creativos y comprometidos.

LEGO Braille Bricks se está lanzando en veinte países durante 2021 después del arranque piloto en Estados Unidos. Se trata de un proyecto dedicado a ayudar

a los niños con discapacidad visual a potenciar su pensamiento crítico, la resolución de problemas y la colaboración a través del juego, desarrollando

habilidades táctiles y el uso del braille.

 

La ONCE facilita apoyo educativo global a más de 7.400 alumnos con ceguera o discapacidad visual grave de todo el Estado, de los que el 98% están en centros

de enseñanza ordinarios en un ámbito educativo normalizado que responde a la tendencia generalizada de crear un único sistema donde se integren todos.

 

Desde Madrid informó para 30 días una maestra de apoyo.

 

CARTA A...

¡Hola! ¿Cómo quiere que la llame, hermana Andrée o Lucile Randon? El segundo es el nombre que le pusieron sus padres cuando nació; el primero, el que se puso usted cuando decidió hacerse monja. Silencio. No hay respuesta. Usted está en su país: Francia, y no me conoce de nada; yo, en el mío: España, y acabo de conocerla gracias a la prensa. La llamaré pues hermana Andrée, al fin y al cabo al otro nombre renunció voluntariamente, y no parece que se haya arrepentido. De cualquier forma es lo de menos, estas líneas son, simplemente, para felicitarla.

 

El pasado día 11 cumplió usted 117 años. Ni más ni menos. Es la persona más longeva de Europa según cuentan y lo mejor de todo: ha vencido al coronavirus y su única preocupación es que no se contagien sus compañeros de residencia.

 

¡Viva la vida!

 

María Jesús.

 

COSAS DE GARIPIL

 ¡Hola! Era el 8-VIII-1988 cuando mi autora se animó a presentar el relato que traigo hoy a un certamen literario. Ante su sorpresa obtuvo uno de los tres premios. Le hizo tanta ilusión que aquel día se prometió dejar de hacer lo que llevaba años haciendo: romper todo lo que escribía el día que le daba por limpiar cajones. Si entre tantos trabajos presentados, había sido elegido, no escribiría tan mal como ella creía… 

 

       CARTA A UN TREN

 

Querido Tren: De entre la niebla de una larga espera emerge la ilusión de que hasta ti va A llegar esta torpe misiva. He pensado que podría localizar tu cadáver entre las reliquias de un museo pero se alzó la voz de quien fue testigo de mil reacciones humanas: “No lo intentes. El brillo del valor se apaga a menudo entre las sombras de la sencillez”. ¡Necia idea que fue capaz de hacerme soñar con que alguien pudiera tener un pensamiento tan justo! Pero me resisto a creer que no quede de ti más que un amasijo de hierros fundidos. Estoy segura de que si los hombres te han negado los merecidos muros de un museo, las hadas te habrán premiado con la tibia paz de un cielo: tú eras un tren con alma, y las almas, cuando han servido, no pueden morir. Sé que encontraré una paloma que remontando el horizonte de la nada pueda entregarte este manojo de pensamientos que son, simplemente, un ruego.

 

 ¿Te acuerdas de nosotros, viejo tren? Tus amigos no te olvidamos. Desde que tú te fuiste no hemos visto más trenes.

 

Amaneció un nevado día de San Silvestre, pero corrí a un quiosco para comprar la prensa como cada mañana. Ojeando las páginas de un periódico local me topé con una noticia que prendió mi atención. “El tren correo… procedente de… con destino a… que durante equis años ha pasado por… hará hoy su último recorrido. Desde mañana entrará en servicio una extensa red de autocares. Por carretera quedarán comunicados los mismos destinos pero con mejor confor y más rapidez. En el breve espacio de equis años va a ser rehabilitada la red de ferrocarril y de nuevo un tren más actual, realizará el mismo trayecto”. Las letras menudas parecían esconderse con timidez en el envés de la vistosa imagen de un tren pintado. Era un gran tren y muy lujoso. Con un par de alas abiertas alardeaba de la enorme velocidad que era capaz de alcanzar. Muy atrás dejaba otro tren tan entrado en años como tú. Con las ventanillas de par en par exhibía sus salas de lectura, de televisión, de té… y otras lindezas como jóvenes azafatas que con una sonrisa y claveles daban la bienvenida a los pasajeros. ¿Quién habría sido capaz de protestar ante tan magnífica promesa? La noticia venía enmarcada por enormes anuncios de cotillones tentadores de fin de año pero cerré el periódico ajena a tales ofertas porque un sentimiento de gratitud me había comprometido a pasar la noche contigo.

 

El manto negro que desplegó la noche no venció la luz de los racimos de bombillas de colores que vestían de fiesta la ciudad. Caminé entre un río de gente pero ¡qué decepción!, todos corrían bulliciosos y con dirección opuesta a la mía. Entré en la estación y por primera vez toda la estancia fue mía.

 

 —¡Querido tren! ¿Nadie viene a decirte adiós?

 

Tu silbido, desde lejos, se lamentó.

 

—Cada noche de San Silvestre he albergado en esa sala de espera a seres sin hogar y silbé contento para que en sus solitarios corazones bailara la danza de la esperanza; hoy, para morir, me dejan solo.

 

 Se abrió una ventanilla y con unas monedas en la mano solicité un billete como quien cumple con un ritual.

 

 —¡Querido tren! ¿Cómo sigues siendo tan barato?

 

 Tu silbido, aproximándose, me explicó:

 

—Vine para servir a todos y me fue preciso ser asequible a todos los bolsillos. Hoy me ordenan marcharme porque piensan que todos son ricos.

 

 Esperé en el andén. El reloj de la estación marcaba la misma hora que la que estaba impresa en mi billete pero te demorabas.

 

—¡Querido tren! ¿Tampoco hoy vas a ser puntual?

 

 Tu silbido, entrando en la estación, comentó:

 

—Se han empeñado en ponerme topes al tiempo con ese alocado invento que llaman reloj. Olvidan que nací para ser leal y cortés. Esto lleva más tiempo de lo que ellos establecen. He burlado normas para no poner vidas en peligro y visitar todas las estaciones. Hoy, desprestigiado, me retiran en el desván.

 

 ¡Ay!, querido tren. Con crónica pereza y reciente tristeza al fin llegaste a la cita. Tus puertas fueron brazos extendidos pero sólo yo me dejé abrazar. De tu paisaje se esfumaron los más entrañables matices. Ni maletas a empujones, ni cestas con frutas, ni bolsas con la merienda, ni besos en el andén, ni adioses desde las ventanillas, ni saludos en los departamentos ni un “¿adónde va?” o “¿de dónde viene?” Sólo una voz opaca que anunció: “El tren correo… procedente de… con destino a… que está situado en el andén tal… vía cual… efectuará su salida dentro de cinco minutos“.

 

 Sitiada por un círculo de silencio y sorprendida del pueril motivo que me ponía en viaje pensé apearme, pero tu silbido, mezclado con el chirriar de unas lágrimas, me pidió:

 

 —¡Ven! Tengo que descargar recuerdos de mis vagones para subir ligero la última cuesta.

 

 Sonó la campanilla y se estremeció la hilera de vagones. Bajo mis pies crujieron tus huesos. Mecida por el traqueteo oí la cantinela cansada de tu locomotora:

 

Cambié el ritmo del mundo. En los mercados se vendieron burros y carros. Fue un éxito el traslado a lomos de mis vagones. Fui paraguas para la lluvia, sombrero para el sol, manta para el frío. Para quienes venían conmigo, regalaba las bellezas del paisaje, y para quienes me veían pasar, compañía con mi traquetear. Sin agobios llevé mis alforjas repletas de cestos de gallinas, sacos de trigo, pellejos de aceite, telas, lanas y cartas con noticias de todos los colores. Reí con unos estudiantes y lloré con otros, sala de fiestas fui para brindar por algún fin de carrera, mercado fui para comprar y vender ganado; el trato se firmaba con un apretón de manos y conmigo de notario. Latí a golpe de amor enlazando dos pensamientos y de desamor desuniendo dos sentimientos, sentí el alivio de quien regresaba del hospital curado y la agonía de quien tenía prisa por morir en casa, recité rosarios con curas viejos y jugué con niños traviesos, en amenas tertulias hice compartir el pan y el vino del viaje, dormí con una pareja de guardias mientras un pícaro sin pasaje se ocultaba del revisor entre los pliegues de mis vagones, de anécdotas soy un archivo: de cuarteles, de fiestas, de fábricas… pero no tengo tiempo para relatarlas. Mi gran pena fue la de aquella época de guerra y, a pesar de que han pasado muchos años, moriré sin entender nada de lo que vi. Sólo sé que cargué con sangre, miseria, miedo, hambre… Me contaron que se mataban por ideas opuestas y no acabó la tragedia hasta que no traje a unos cantando y llevé a otros llorando pero me chocó que todos viajaban destrozados. Ni un día falté a mi trabajo aunque todos mis hierros temblaban de pánico y me sangraban las heridas que me propinaban las balas de unos y las de otros. Y mi gran alegría fue la de una joven que con mi ayuda dio el primer paso a lo que fue una hermosa revolución. Nadie sabe qué fatigas pasamos hasta aquel día que me dijo: “Mañana no me esperes que mi ilusión ya es realidad”. Pero ¿qué me hace decir la embriaguez de emociones? ¡Silencio! Esta cadena de vida ha de ser cerrada con el eslabón de la discreción. ¡Adiós!

 

 Tus ruedas desgastadas siguieron la voz. “El tren procedente de…”  Sin oír la frase, con la emoción por equipaje, me apeé.

 

 —¿No te anima dar paso al progreso como el invierno se lo da al verano?

 

 Te vi entrar en el túnel del tiempo cargado de sentimientos mientras silbabas como un eco.

 

 —¡Ay!, si viniera un tren como viene el verano…

 

 Nació el año nuevo pero sin autocares. Pasaron muchos San Silvestres pero sin traernos el tren. Ya no hay mercados para comprar un burro y un carro. ¿Cómo regresaré? Instalada en el andén del tiempo confío en que oigas mi mensaje.

 

—Vuelve, querido tren, para comunicarnos que, más útil eres tú con tus achaques, que un magnífico tren estampado en las páginas de un periódico local.

   

María Jesús Sánchez Oliva.

 

     Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.

     “Garipil” (1995).

     Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.

     “Letanías” (1999).

     Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.

     “El rosario de los cuentos” (2003).

     Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.

     “Cartas de la Radio” (2007).

     Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.

     “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).

     Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

      “Los días perdidos” (2018).

      Reseña: En esta novela se narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. Primer “Premio Tiflos” 2013.

 

     Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:

 

garipil94@oliva04.e.telefonica.net

 

     Estaré encantado de responderte.

 

     Gracias por tu visita y hasta el próximo número.

 

     Garipil.

 

 

martes, 2 de febrero de 2021

PORTADA

 

     Queridos lectores: Acaba de salir el número 86 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo.

 

    Te recuerdo que puedes ser uno de mis corresponsales. Para esto basta con que envíes tus noticias con dos sencillas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y reales. Y segunda: que las envíes a mjsanchezoliva@gmail.com, poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Cuento contigo.

 

    CONTENIDO

 

    LA VITRINA: De la mano de Sergio Martínez nos visita este mesLas páginas del mar. 

    MESA CAMILLA: Feliz desenlace.

    CAJÓN DE SASTRE: El país donde las mujeres no pueden decir su nombre por miedo a las represalias.

    EL ÁLBUM DE LA Lengua: Aproximadamente unos, combinación innecesaria.

    LA BUTACA: La noticia de hoy nos llegó durante el Estado de Alarma desde Buenos Aires (Argentina).

    CARTA a…  Sus Majestades los Reyes Magos.

    COSAS DE GARIPIL: Cuento premiado en 2007.

 

    Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón.

 

    Volveremos a encontrarnos en el próximo número.

 

    María Jesús Sánchez Oliva.

 

    Seguidores de Honor:

    Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012.

    Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012.

    María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013.

    Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015.

    Claudio Hernández Díaz (pintor). Nacionalidad: española. 30-VI-2020.

 

 

 

 

LA VITRINA

Queridos lectores, queridas lectoras: Sé que hay muchos libros para leer, pero como el sueño de todos es ser leídos, me presento por si te agrada elegirme.

 

Mi título: Las páginas del mar.

 

Mi autor: Sergio Martínez.

 

Reseña:

 

Es difícil hablar de mí porque ¿cómo hablar de una novela que narra dos historias diferentes con un personaje principal común en las dos y que una y otra transcurren con una diferencia de pocos años? ¿Cómo creer que es la misma persona ese muchacho que vive en el pueblo junto a su familia y que se esmera por aprender a leer y a escribir y el marinero que se jugará la vida durante tres años en un viaje sin fin? ¿Cómo hablar de la hazaña del descubrimiento del estrecho de Magallanes o de la primera vuelta al mundo?

 

Pues todo esto encontraréis en mis páginas. Por un lado tenéis un joven montañés de la comarca de Liébana que en 1519 malvive junto a su hermano Nicolás por los caminos y los campos de España. Huyen de algo que se dirá a través de medias palabras y de palabras no pronunciadas, de un hecho que solo conoceréis al final de la novela. Estos dos muchachos llegarán hasta Sevilla, gran urbe de la época y poseedora del único puerto del que parten las naos hacia el Nuevo Mundo. Necesitan poner tierra de por medio y se embarcarán en una expedición que quiere llegar a la isla de las Molucas, o sea, (de las especias), en el mar de la India.

 

Aquí os toparéis con la segunda historia. El 10 de agosto de 1519, cinco barcos con casi 250 hombres ponían rumbo a la isla de las especias a través de una nueva ruta. Al mando iba Fernando de Magallanes. Tres años después solo regresó una nave al mando de Juan Sebastián Elcano y con 18 hombres.

 

Esta doble historia os mantendrá atrapados a lo largo de mis 625 páginas. Mi autor alterna las historias de esta peligrosa expedición en busca de lo desconocido y del humilde joven de Liébana cuyo destino era cultivar la tierra como habían hecho sus padres y los padres de estos, y que sin embargo quería leer y escribir. Las líneas argumentales se leen de forma ordenada y no cuesta seguir el desarrollo de la acción. A lo largo de toda la narración estaréis en vilo sin saber de qué huyen los hermanos o si resultarán supervivientes de la dramática expedición. Os encontraréis con capítulos muy descriptivos sobre todo cuando hable de las islas o de los territorios Que iban explorando los personajes. Merece especial mención el capítulo de la Patagonia y la primera vez que ven los pingüinos. En cuanto a los personajes el protagonista, del que no sabéis su nombre, os guiará lo largo de toda la travesía. Un protagonista que va evolucionando a medida que pasan las páginas y todo eso sucede ante vuestros ojos. Un personaje forjado a base de dolor y desilusión que acabará brillando con luz propia

en la novela. Seréis testigos de su profunda transformación a lo largo de toda la narración. La tensión psicológica que vive casi continuamente el protagonista

hacen de él un personaje atormentado que aprenderá a vivir consigo mismo a duras penas. Luego tengo una amplia gama de personajes secundarios que tendrán

un lugar importante en el discurrir de la vida de su protagonista. Desde personajes reales como Magallanes o Elcano hasta Sancho, el tuerto, personaje que os resultará entrañable, los padres del muchacho, su primer amor, sus hermanos o sus compañeros de viaje pasando, cómo no, por el malo de la novela, don Lope, un hidalgo que habita en esta pequeña aldea y que se quiere ir haciendo con todos los terrenos de la zona causando muchas desdichas. La historia, para la mayoría, es calificada de  fantástica. Las penalidades que atravesaron esos 250 hombres, sus ojos abiertos a lo nuevo, su afán de lucha, su capacidad de sufrimiento han sido descritos perfectamente. El argumento es de lo más interesante, la estructura es perfecta para manteneros enganchados

y los personajes son brillantes.

 

En esta novela tendréis todo lo que queráis buscar: rebeliones, el viaje del que busca una vida nueva, el drama de la desesperación, motines abordo, hambrunas…

Unos ingredientes muy sugerentes para todos los buenos lectores.

 

Soy una novela con un gran rigor histórico, que ha precisado de una profunda investigación, por lo que os animo a leerme. Creo que no os decepcionaré. Si os queréis aproximar a la época de los grandes descubrimientos, de las grandes expediciones y de los grandes hombres, si queréis vivir de cerca las injusticias que se llevaron acabo con los nativos de las tierras exploradas y al mismo tiempo vibrar con la crónica de un gran

viaje, aquí tenéis vuestro libro.

 

Huelga decir que os quedo muy agradecido y me despido con la acertada frase del joven de Liébana: “El que recibe un favor, carga con una deuda”.

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MESA CAMILLA

Feliz desenlace

 

Hay gobernantes regulares, hay gobernantes malos, los mejores son los que no son ni buenos ni malos, posiblemente también los haya buenos, pero cuesta creer que esta no sea la única regla sin excepción, también los hay peligrosos, incluso muy peligrosos. La Historia está llena de nombres que han quedado grabados por sus maldades.

 

 Donald Trump pertenecía al último grupo. Su llegada a la Casa Blanca ya pareció más un error que un acierto. Todo indicaba que se trataba de un fanático sin límites, de una persona que actuaba movida por la maldad, y su esperpéntica salida sin reconocer que los ciudadanos han sabido rectificar a tiempo pone de manifiesto que estaba más para ser tratado por siquiatras que para gobernar un país como Estados Unidos. Su mandato se ha caracterizado por las declaraciones grandilocuentes, por las polémicas dialécticas de todo tipo, por las amenazas y por los incidentes diplomáticos entre otras medidas de alto nivel que han perjudicado seriamente a su país y a todos los países. A todo esto hay que añadir su absoluto desprecio a los migrantes, a los colectivos más desfavorecidos y a los ciudadanos de raza negra. Imposible no destacar sus burlas de la pandemia, del cambio climático y de otros problemas que preocupan a todos los gobernantes menos a él. Más que avergonzarse, se ha jactado de levantar muros, de separar a los hijos de sus padres, de enjaular a los niños como si fueran alimañas… Cuesta aceptar que en el país donde nacieron los Derechos Humanos un presidente cometa estas atrocidades y pueda irse sin rendir cuentas, porque lo echan los ciudadanos con su voto, que ya es algo, y amenazando con volver.  Cerrarle las puertas de la Casa Blanca a los cuatro años es pues un feliz desenlace.

 

No sabemos si el nuevo inquilino será un gobernante de los regulares, de los malos, de los buenos o de los ni buenos ni malos. Nos conformamos con que no sea de los peligrosos, porque cuando Estados Unidos estornuda, todo el mundo se constipa, y ya estamos hartos de gripes que tienen remedio.

 

María Jesús.

 

25-I-2021

 

CAJÓN DE SASTRE

 

El país en el que las mujeres no pueden decir su nombre por miedo a represalias y se las entierra en tumbas anónimas.

 

Mahjooba Nowrouzi Servicio Afgano, BBC 31 julio 2020.

 

La campaña WhereIsMyName? fue un movimiento iniciado hace tres años por mujeres

para recuperar sus identidades públicas.

 

Una mujer, la llamaremos Asal, tiene una fiebre muy alta. Vive en el oeste de

Afganistán y decide ir al médico. El diagnóstico es que ha contraído covid-19. Asal regresa a casa, sufriendo de dolor y fiebre, y le da las recetas a su esposo para que pueda comprarle los medicamentos. Cuando ve su nombre en la receta, se pone furioso y la golpea por revelar su nombre "a un hombre extraño".

 

En Afganistán, los miembros de la familia a menudo obligan a las mujeres a

mantener su nombre en secreto. No se lo pueden decir a ningún "extraño", ni siquiera a los médicos.

 

 Pero muchas mujeres han empezado a rebelarse contra esto. La activista Sahar Samet dice que da su apoyo para reivindicar un derecho básico. Campaña "WhereIsMyName?".

 

El problema comienza al nacer. Se necesitan años para dar un nombre a una niña.

Cuando una mujer se casa, su nombre no se menciona ni en las invitaciones de

boda. Si se pone enferma, su nombre tampoco se menciona en las recetas del médico.

Y cuando muere, su nombre no aparece en su certificado de defunción ni en su

lápida.

 

Esta es la razón por la que las mujeres afganas están haciendo campaña para usar

sus nombres libremente bajo el lema "WhereIsMyName?" (¿Dónde EstáMiNombre?), que ha sido ampliamente utilizado en carteles y redes sociales.

 

Una cuestión de honor:

 

Otra mujer, de la misma provincia, Herat, habló con la BBC y tampoco quiso ser

identificada ni que su voz apareciera en la radio. Ella justifica ese comportamiento de los hombres.

 

"Cuando alguien me pide que les diga mi nombre, pienso en el honor de mi

hermano, de mi padre y de mi prometido, así que me niego a decirlo”.

"¿Por qué debería enfadar a mi familia? ¿Cuál es el punto de mencionar mi

nombre?”. "Quiero que me llamen la hija de mi padre, la hermana de mi hermano. Y en el futuro, quiero que me llamen la esposa de mi esposo, luego la madre de mi hijo".

 

Estas dos historias son impactantes, pero no son únicas.

 

Usar el nombre de una mujer está mal visto e incluso puede considerarse un

insulto en muchas áreas de Afganistán. Muchos hombres afganos son reacios a mencionar los nombres de sus hermanas, esposas o madres en público porque se considera vergonzoso y deshonroso. En general, las mujeres solo se conocen como la madre, la hija o la hermana del hombre mayor de su familia. La ley afgana dicta que solo el nombre del padre debe registrarse en un

certificado de nacimiento.

 

Marido ausente:

 

Más allá de las dificultades prácticas que crea esta situación, también tiene un

impacto emocional.

 

 Farida Sadaat se casó cuando aún era una adolescente y tuvo su primer bebé a la edad de 15 años. Más tarde ella y su esposo se separaron, y se mudó a Alemania con sus cuatro hijos.

 

Farida Sadaat se mudó a Alemania y no permite que el nombre de su esposo, del

cual está separada, figure en los documentos de identidad de sus hijos.

Cuenta que su esposo no ha estado presente en la vida de sus hijos, ni física ni

emocionalmente. Así que ella cree que él ha perdido el derecho a que se imprima su nombre en "las tarjetas de identidad de sus hijos". "Crié a mis hijos por mi cuenta. Mi esposo se negó a divorciarse de mí para que no pueda volver a casarme”.

"Ahora, me niego a dejar que su nombre aparezca en las tarjetas de identidad de

mis hijos. Hay hombres en Afganistán que tienen varias esposas, como mi ex esposo, y no cuidan de sus hijos". "Pido al presidente afgano que cambie la ley y registre los nombres de las madres en los certificados de nacimiento y las identificaciones".

 

Comienza la campaña:

 

Laleh Osmay busca recuperar los derechos básicos de las mujeres afganas.

"Esto no puede seguir así", pensó una mujer afgana de 28 años hace tres años.

 

  Afganistán: la cruel mutilación que sufrió una mujer afgana a la que su esposo

  le cortó las dos orejas.

 

Cuando Laleh Osmany, también de Herat, se hartó, se le ocurrió la campaña

"WhereIsMyName?" para ayudar a las mujeres a recuperar lo que ella dice que es

su "derecho más básico".

 

Osmany le dijo al Servicio de Afganistán de la BBC que ella y sus amigas solo

querían hacer reflexionar, principalmente a las mujeres afganas, sobre por qué

se les niega su identidad.

 

"La campaña está un paso más cerca de lograr su objetivo de persuadir al

gobierno afgano de que registre el nombre tanto de la madre como el del padre en

los certificados de nacimiento", dice.

 

Cree que la reciente cobertura del servicio de Afganistán de la BBC llevó a

Maryam Sama, miembro de la Cámara de Representantes de Afganistán, a hablar

sobre la campaña en el parlamento.

 

Sama solicitó que se registraran los nombres de las madres en los certificados

de nacimiento y tuiteó que hay apoyo parlamentario para que el asunto sea

discutido más a fondo.

 

Maryam Sama ha apoyado la campaña WhereIsMyName? ante el Parlamento afgano.

Después de que la entrevista a Osmany fuera publicada en la página de Facebook

de la BBC, algunos comentarios fueron de apoyo, pero otros fueron muy críticos.

Algunas respuestas se burlaban de ella, diciendo en broma que la próxima debería

hacer campaña para que pongan los nombres de todos los familiares a los

certificados de nacimiento.

 

Apoyo de famosos:

 

Farhad Darya y su esposa, Sultana, viven en Estados Unidos donde abogan por los

derechos de las mujeres en Afganistán. Algunos grandes nombres y celebridades afganas, como el cantante y productor musical Farhad Darya y la cantante y compositora Aryana Sayeed, han respaldado la campaña desde el principio.

Farhad Darya dice que ser madre, hermana, hija o esposa de alguien es un papel,

no la identidad de una mujer. "Cuando nos referimos a las mujeres por sus roles, su identidad original y real se pierde", dijo a la BBC.

"Cuando los hombres niegan las identidades de las mujeres, con el tiempo las

mujeres mismas comienzan a censurar su propia identidad".

 

Aryana Sayeed, una de las cantantes más famosas de Afganistán y activista por

los derechos de las mujeres, le dijo a la BBC que apoya la campaña, pero teme

que tenga un largo camino por recorrer hasta que logre sus objetivos. La famosa cantante Aryana Sayeed se encuentra entre las celebridades que apoyan

la campaña.

 

Mujeres invisibles:

 

"La razón principal para negarles a las mujeres su identidad es la sociedad

patriarcal, en la cual el 'honor' masculino no solo obliga a las mujeres a

mantener sus cuerpos ocultos, sino también a ocultar sus nombres", dice el

sociólogo afgano Ali Kaveh. "En la sociedad afgana, las mejores mujeres son las que no se ven ni se escuchan. Como dice el refrán: 'El sol y la luna no la han visto'.

"Los hombres más duros y difíciles son los hombres más respetados y honorables

de la sociedad. Si las mujeres miembros de su familia son liberales, se las

considera promiscuas y deshonrosas". La física Shakardokht Jafari cree que la campaña necesitaría el apoyo del gobierno. Shakardokht Jafari, física afgana del Centro Tecnológico de Surrey en el Reino Unido, dice que para que las mujeres afganas tengan una identidad independiente, también necesitan independencia financiera, social y emocional. "En un país como Afganistán", añade, "el gobierno debería emprender acciones legales contra quienes niegan la identidad a estas mujeres".

 

Desde la caída del régimen talibán hace casi dos décadas, las comunidades

nacionales e internacionales han estado tratando de devolver a las mujeres a la

vida pública. El Talibán impuso reglas muy estrictas para las mujeres hasta que perdieron el poder después de la invasión liderada por EE.UU. en 2001.

Sin embargo, las mujeres como Asal todavía son maltratadas por sus maridos por

decirles a los médicos sus nombres. Jafari cree que cuando las luchas civiles no pueden cambiar una sociedad altamente patriarcal y tradicional como la de Afganistán, los gobiernos deben intervenir y usar medios legales para luchar contra la misoginia.

El tema se ha planteado en el parlamento afgano, pero ¿cómo reaccionarán los

políticos ante el reclamo de WhereIsMyName?

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EL ÁLBUM DE LA LENGUA

 

aproximadamente unos, combinación innecesaria

 

En la expresión aproximadamente unos, los dos términos que la componen comparten y aportan la misma idea de proximidad, por lo que su uso conjunto es en general innecesario.

 

No es raro encontrar en las noticias de algunos medios de comunicación frases como «Aproximadamente unos 365 000 vehículos se van a desplazar por las carreteras aragonesas» o «Aproximadamente unos 1500 indígenas de San Ignacio de Velasco bloquean la carretera».

 

Sin embargo, aproximadamente significa ‘con proximidad, con cercanía’ y unos/unas, antepuesto a un número cardinal, ‘poco más o menos’. Ambos términos, por tanto, aportan la misma idea, por lo que su uso conjunto resulta redundante (http://aplica.rae.es/grweb/cgi-bin/v.cgi?i=OeirPmRWbgvTkgHz) y la mayor parte de las veces evitable, como señala la Gramática académica.

 

Lo mismo ocurre cuando unos se combina con otras expresiones de valor aproximativo como cerca de, alrededor de, más o menos… («Alrededor de unos 600 aficionados blancos animarán esta noche al equipo en Moscú»).

 

Así, en ejemplos como los anteriores habría sido más recomendable escribir «Aproximadamente 365 000 vehículos se van a desplazar por las carreteras aragonesas», «Unos 1500 indígenas de San Ignacio de Velasco bloquean la carretera» y «Alrededor de 600 aficionados blancos animarán esta noche al equipo en Moscú».

 

Recomendación de la FUNDÉU

 

LA BUTACA

Lo difícil se hizo fácil

 

Una nena cordobesa de 11 años, Romina Oviedo, tenía que caminar tres kilómetros en subida para poder tener señal de internet y recibir la tarea que le enviaba su maestra.

 

Vive en una casa de campo, hecha de adobes, a 15 kilómetros de su escuela rural, llamada Leopoldo Lugones, en Lutti, una localidad de Calamuchita, pero la llegada de la pandemia puso a prueba su compromiso por seguir estudiando.

 

Desde el 20 de marzo, cuando se decretó la cuarentena, la maestra Sandra Suárez y los chicos de cinco familias que acuden a la escuela dejaron de tener clases presenciales, como sucedió en todo el país. Los alumnos se quedaron en casa y empezó el desafío de estudiar a distancia.

 

La docente se tuvo que reorganizar e ingeniar para no perder el contacto. Lo hizo desde su casa en La Cruz, a 40 kilómetros de Lutti. "Les enviaba semanalmente la tarea por Whatsapp, y luego ellos me respondían con las actividades completas. Los llamaba para dar devoluciones", indicaron.

 

Las clases virtuales empiezan a las 9 de la mañana y terminan cerca del mediodía. "Romina es la primera en establecer el contacto. Soy su maestra desde nivel inicial así que viví de cerca toda su evolución, conozco sus varias habilidades: es muy inteligente y resolutiva", contó Sandra.

 

En la rutina de la cuarentena, en pleno intercambio de ideas, una mañana Sandra escuchó al otro lado del teléfono a la mamá de Romina (Claudia) decirle: "Dale Romi, que tenemos que volver a casa a preparar el almuerzo". Perpleja por el comentario, le preguntó "¿dónde están?", y la respuesta fue sorpresiva: "Acá en la cima de la lomita, porque no tengo señal en casa para descargar las actividades".

 

La historia emocionó a un grupo de proveedores de Internet independientes que se unieron para llevarle el servicio a su casa. Los especialistas tardaron cuatro días trasladando todas las herramientas necesarias. Fue un viaje de cuatro horas, de las cuales dos fueron por rutas de ripio.

 

Con la conexión en casa, Romina estudia con agilidad y contenta: "Todo es más fácil, puedo llamar por videollamada a Sandra y lo que no sé ahora lo busco en Google, cosa que antes era imposible”.

 

Desde Buenos Aires (Argentina) informó para 30 días Maira.

 

Extraído de la prensa.

 

CARTA A...

 

Queridos Reyes Magos: Todos los años desde que tengo recuerdos os escribía las vísperas de vuestra llegada para pediros algo, incluso cosas que no dependían de vuestras manos mágicas, dependían de la voluntad de los hombres, pero este año lo hago cuando ya habéis emprendido viaje de regreso y para daros las gracias:

 

 Gracias, porque aunque la maldita pandemia ha dejado a muchos padres sin trabajo, con sus negocios cerrados y dependiendo de préstamos que ni siquiera saben si podrán devolverlos, han hecho un esfuerzo para que las cartas repletas de sueños de sus hijos no les fueran devueltas por falta de ese sello real que es imprescindible para que lleguen a vuestras manos y podáis hacérselos realidad; gracias, porque aunque la maldita pandemia prometía robaros la salud y para desanimaros prohibió a padres e hijos que salieran a recibiros entre globos de mil colores, caramelos, aplausos y villancicos, no dudasteis en coger vuestros camellos y venir desde tan lejos para dejar claro que vuestro compromiso de siglos con los niños no puede romperlo ni el miedo, ni la pobreza ni la enfermedad; gracias, porque aunque la maldita pandemia impedía salir a la calle después de las diez de la noche, vosotros os saltasteis el toque de queda y casa por casa las recorristeis todas, incluso aquellas donde había niños confinados, y en cuanto abrieron los ojos y vieron sus juguetes, la tristeza, aunque fuera por un día, tuvo que cederle el sitio a la alegría, la desesperanza a la ilusión y la incertidumbre a la tranquilidad. Gracias, queridos Reyes Magos, millones de gracias, porque los niños que no cuenten con juguetes para jugar, tienen muchas posibilidades de jugar con los hombres cuando lleguen a mayores, y los padres, vosotros lo sabéis mejor que nadie, no quieren eso para sus hijos.

 

Espero que la gran nevada que os ha pillado por el camino os permita llegar a vuestros palacios sin sufrir ningún percance y el maldito virus muera bajo su frío manto para que el próximo año podamos recibiros como merecéis.

 

María Jesús.

 

COSAS DE GARIPIL

¡Hola! Bienvenidos a este espacio. En primer lugar, como responsable del mismo, en nombre de mi autora y en el mío, quiero dar las gracias a los seguidores que nos han felicitado las fiestas y nos han deseado un feliz nuevo año. También nosotros os deseamos lo mismo, ella con uno de sus relatos premiados y yo con un muy sincero ¡gracias!

 

2007. Navalmoral de la Mata (Cáceres). Certamen de Relatos Navideños. Convocado por RadioNavalmoral. (Cadena COPE) y Central Nuclear de Almaraz. Segundo Premio. Entregado el 5 de enero de 2008 en la biblioteca de la Fundación Antonio Concha.

 

LAS BUENAS ALMAS

 

     Molinillos, por aquellos días, era un pueblo de pocas casas y mucha gente. Sólo la casa del Sapaña tenía dos moradores: él y su novia. Estaba ubicada en las afueras del pueblo, justo en el camino que conducía al bosque, un bosque donde los árboles centenarios se peleaban por encontrar espacio para estirar sus ramas, un bosque donde los gritos de los animales salvajes prohibían el paso a la raza humana. Sólo el Sapaña, que tenía más miedo de la raza humana que de los animales salvajes, conocía sus recovecos palmo a palmo.  Aunque muy descuidada, era una casa como las demás, pero ante los peligros del bosque, sus dueños decidieron abandonarla, y como nadie quería heredarla, se la apropiaron ellos.

    En Molinillos, por aquellos días, no había familias ricas, pero tampoco las había pobres; todas tenían un corral con vacas, cabras, gallinas, cerdos… un huerto para sembrar legumbres y árboles frutales. El Sapaña sólo tenía un hijo, un hijo que se quedó sin madre al nacer.  También él se quedó huérfano siendo niño, y como no tenía padres, a la hora de repartir la tierra, sus abuelos no lo tuvieron en cuenta. Y para poder vivir,tuvo que dedicarse a apañar.

    De Molinillos, por aquellos días, los hijos no tenían que salir fuera para ganarse la vida, todos aprendían el oficio de sus padres y seguían sumando eslabones a una cadena de generaciones que parecía interminable. También el hijo del Sapaña aprendió el oficio de su padre. Salían a apañar por las noches, los dos juntos y cuidando no ser vistos. Cada noche apañaban en un lugar distinto y sólo lo justo para comer al día siguiente.  Las noches de invierno eran maravillosas. La gente se metía pronto al amor de la lumbre y podían moverse con mayor libertad. Las de verano, por el contrario, eran terribles. Después de cenar la gente se sentaba en los poyos de las casas a tomar el fresco y no podían salir. Cuando salían, ya de madrugada, no tenían que encender el candil para cortar los tomates sin hacer daño a la tomatera, y era un alivio, pero la luna, desde el cielo, parecía mirarlos con los ojos de todos los habitantes del pueblo y temblaban de miedo. Pero todas las noches salían, todas menos la noche de Nochebuena. Esa noche el padre le decía al hijo:

    —Esta noche VIENE Dios al mundo y no debemos salir a apañar.

    —¿Tienes miedo de que nos vea robar?  —preguntaba el hijo.

    —No, no —respondía el padre—. Nosotros no robamos, apañamos, además, Dios no se enfada con los que roban para comer, se enfada con los que, además de su pan, se comen el pan de los demás.

     —Entonces… —se asombraba el hijo— ¿por qué no salimos si tengo hambre como todas las noches?

     —Porque una Nochebuena que fui a la iglesia con mis padres —decía el padre— el cura dijo que esta noche Dios venía al mundo, a visitar a todos los hombres, y como es el que multiplica los panes y los peces para que nadie se quede sin ración, no vamos a  pasar calamidades en balde.

     Pero pasaban los años y, como Dios no iba a visitarlos, todas las Nochebuenas se acostaban sin cenar.

    Una madrugada de julio, cuando ya tenía quince años, Sapaña hijo fue a buscar a su padre para salir a apañar y se lo encontró muerto en su saco de paja. Con un nudo en la garganta se fue a casa del cura.

     —Quiero que mande doblar las campanas, que le diga una misa a mi padre y me deje enterrarlo en el cementerio. En el bosque no puede descansar en paz: al igual que a mi madre, los lobos le sacarán los huesos —le suplicó más que le pidió.

     —Eso, un representante de Dios en la tierra, ni puede, ni debe hacerlo —dijo el cura—. Tu padre vivió en pecado con tu madre que, por su culpa,  sólo por su culpa, se unió a él en contra de la voluntad de los suyos, de los que tuvieron que negarle el permiso para casarse porque quería hacerlo con un hombre que jamás pisaba la iglesia, y aunque muchas veces le pedí que se arrepintiera, nunca pasó por el confesionario. Pero sí puedo bautizarte. Y salvo que reniegues de Dios como ellos, cuando mueras podrás descansar en el campo santo, como descansan todos los cristianos.

     El Sapaña, por toda respuesta, le rompió el jarro del agua bendita de una patada, y dejándolo de rodillas ante sus santos, salió disparado. Al llegar a casa cogió a su padre, lo enterró en el bosque, junto a su madre, y siguió haciendo lo único que sabía hacer: apañar para vivir por las noches, y para no morirse de soledad, vigilar las tumbas de sus padres por el día.

     Fueron pasando los días y llegó por fin el de Nochebuena. Recordó que aquella noche no podía salir a apañar, tenía que quedarse en casa, esperando la visita de Dios. Pero le dio tanto miedo quedarse solo que se envolvió en una manta y se fue al pueblo.

    Aunque con mucha vergüenza, llamó en todas las puertas.

    —Vengo a sentarme a la lumbre mientras cenan ustedes, para oírles hablar, para oírles reír… para no ver los fantasmas que han llegado a mi casa.

     En todas le respondieron que imposible, que era noche de cristianos, y para que viera la bondad de sus corazones, le daban un flan, un plato de arroz con leche, unas rosquillas de miel… Pero a todos le hizo lo que le hizo al cura: romperles de un puñetazo el recipiente de la golosina y salir corriendo.

    Al año siguiente las buenas almas de Molinillos temieron que el Sapaña volviera con ansias de venganza. Para librarse de su cólera, cerraron las puertas a cal y canto. Al filo de las doce, cuando ya los platos, las fuentes y los vasos  estaban vacíos, oyeron una trompeta que desgranaba un villancico tan dulce, tan cálido y entrañable que, muertos de curiosidad, se echaron a la calle. Siguiendo el sonido de la trompeta llegaron a la iglesia. La sorpresa les dejó paralizados. Ante la puerta, a pie firme, estaba un ángel, el ángel que interpretaba los villancicos, tenía una túnica celeste, un velo que sólo le dejaba libres los ojos y unas alas de plumas blancas sobre los hombros, en una mano llevaba un cirio encendido, y en la otra, la trompeta.

     —Es el Ángel de Dios que viene a anunciarnos la llegada de su Hijo amado —dijo el cura. Y todos se santiguaron, se pusieron de rodillas, escucharon el concierto con absoluta devoción y sólo cuando el cirio empezó a dar las boqueadas y el ángel les bendijo y se retiró, volvieron a casa.

    Pasó un año. Llegó la Nochebuena. Las buenas almas de Molinillos cenaron más temprano y, convencidas de que volvería,  salieron a recibir al ángel. A las doce en punto vieron una luz blanca, zigzagueando a lo lejos. Era el ángel que por buenos cristianos volvía a darles su concierto de villancicos y a echarles su bendición. Y la escena se repitió al año siguiente, y al otro, y al otro… Ni siquiera el año de la gran nevada el ángel faltó a su cita, y, año tras año, las buenas almas de Molinillos, le pedían salud para los suyos y le daban las gracias por sus bendiciones.

    Pasó el tiempo. El cura era ya muy viejo. Ya eran padres los que eran hijos cuando el ángel fue a visitarlos por primera vez. Llegó la Nochebuena de aquel año y nadie faltó a recibirlo, pero amaneció el nuevo día y el ángel no apareció.

      —¿Qué le hemos hecho, padre? —preguntaron las buenas almas al cura— No hemos matado a nadie, a nadie le hemos robado; todos seguimos siendo buenos cristianos.

     —Todos no —reflexionó el cura—, el Sapaña sigue en pecado, y sólo porque la paciencia de Dios es infinita, el ángel no se ha cansado antes de venir. Y las buenas almas lo vieron claro: por un pecador, no podían condenarse todos. Tenían que echar al Sapaña del pueblo. Bien pensado, era justo que Dios se enfadara. Ni siquiera vivía en su casa. Era una casa robada, como todo lo que comían que, aunque todos callaban por miedo a su cólera, todos lo sabían.

    El día de Navidad, al salir de misa, las buenas almas y el cura de Molinillos se encaminaron a la casa del bosque. Al llegar a la puerta se toparon con dos calaveras, dos calaveras que los animales habían desenterrado durante la noche, dos calaveras que imploraban un palmo de tierra para descansar en paz. Volviendo los ojos de horror, todos las rodearon. ¡Tan tan!, golpeó alguien la puerta, pero nadie respondió. ¡Tan tan!, la golpearon varios a la vez, pero sólo respondió el silencio. Por fin se adelantó alguien y la tiró de una patada.

     —¡Pase , padre, pase usted primero, que si paso yo…!

     No tuvo que terminar la frase para perder el miedo. Ante sus ojos, ante los ojos del cura y los de sus buenas almas, el Sapaña yacía muerto. Tenía una túnica celeste, la cabeza cubierta con un velo que todavía no le tapaba la cara, unas alas de plumas blancas sobre los hombros, una trompeta colgada al cuello, un cirio en la mano izquierda y en la derecha un mechero para encenderlo y marcharse al pueblo para dar su concierto a cambio de compañía.

 

María Jesús Sánchez Oliva.

 

     Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.

     “Garipil” (1995).

     Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.

     “Letanías” (1999).

     Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.

     “El rosario de los cuentos” (2003).

     Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.

     “Cartas de la Radio” (2007).

     Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.

     “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).

     Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.

      “Los días perdidos” (2018).

      Reseña: En esta novela se narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. Primer “Premio Tiflos” 2013.

 

     Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:

 

garipil94@oliva04.e.telefonica.net

 

     Estaré encantado de responderte.

 

     Gracias por tu visita y hasta el próximo número.