Periódico publicado en su blog cada fin de mes por María Jesús Sánchez Oliva “Premio Tiflos 1996 y 2013”. Secciones: Portada. La Vitrina (libros). Mesa camilla (opinión). Cajón de Sastre El Álbum de la Lengua La Butaca (noticias positivas). Carta a… Cosas de Garipil (espacio de María Jesús). Y ya que has venido, entra en mi mercadillo. http://palabrascatetas.blogspot.com/
viernes, 28 de febrero de 2025
CARTA A...
21-II-2025.
Jeni Hermoso.
Estimada campeona: Ya tenemos sentencia del caso que nos ha tenido año y medio hablando de consentimiento y machismo en el fútbol. La Audiencia Nacional ha declarado a Luis Rubiales culpable de un delito de agresión sexual por aquel beso que le dio sin su permiso durante la entrega de medallas tras alzarse con el título de campeonas del Mundial-2023 en Inglaterra. Acabo de echarle una hojeada. El juez impone a Rubiales el castigo más bajo posible: una multa de 10.800 euros. Y le absuelve, junto al resto de acusados, del delito de coacciones. Con eso, su pena se queda muy lejos de lo que pedía Fiscalía, más de dos años de cárcel. Pero quizá lo más importante no sea si la pena es más alta o más baja, sino el por qué no es mayor: la sentencia descarta que la agresión estuviera agravada por un abuso de superioridad, a pesar de que el agresor fuera presidente de la Federación y la víctima una jugadora. Dice el juez que Rubiales no se valió de una posición jerárquica y que los hechos no supusieron un daño tan grave. No está usted de acuerdo con el juez. Yo tampoco. Si había confianza entre ustedes para celebrar la victoria con ese beso o no la había, es algo que solo lo saben él y usted, pero los jueces deben empezar a tener en cuenta que las mujeres, al igual que los hombres, tienen derecho a decir ¡basta! aunque antes hayan dicho siempre sí o nunca hayan dicho no, que viene a ser lo mismo. Y hace bien en recurrir la sentencia. Tampoco el tal Rubiales se muestra contento y también piensa recurrir. Dos años de cárcel por un beso sin violencia habría sido excesivo, pero una multa de menos de 11.000 euros por un delito de tal naturaleza para alguien que no tiene que pedir prestado para pagarla, es tan ridículo como aquel beso que él llamaba pico, término, cabe señalar, que ya tiene más de grosería, de abuso y de machismo que de respeto, de naturalidad y de amistad. Espero que no acaben dándole un premio por “valiente”. De todos modos permítame decirle que si aquel día, aprovechando que estaba usted rodeada de gente que la felicitaba, con la reina Leticia delante y las cámaras de televisión mostrando el acto al mundo entero, le hubiera usted dado un buen puñetazo en los “morros”, se hubiera ahorrado lo penoso de tener que denunciar, que no es plato de gusto, los disgustos de tantos imputados que tan pronto la apoyaban a usted como lo apoyaban a él, y hasta se habría ido sin tener que echarlo de vergüenza porque el bofetón del escarmiento, al menos en este caso, habría sido más útil que el peregrinar por los tribunales por el beso de un machista.
Suerte.
María Jesús.
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