viernes, 28 de febrero de 2025

PORTADA

Queridos lectores: Acaba de salir el número 126 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo. AVISO PARA QUIENES YA SON COLABORADORES Y PARA QUIENES QUIERAN SERLO Creo conveniente dejar de publicar a partir de esta fecha (30-I-2025) noticias sujetas a la “Ley del Loro”, es decir: que se repiten hasta el aburrimiento en todas las cadenas de radio, televisión y redes sociales, ya que la finalidad era la de publicar noticias recogidas a pie de calle, protagonizadas por personas anónimas, no famosas. En su lugar, aunque tendrán preferencia las ya mencionadas, os invito a participar con anécdotas, reflexiones, curiosidades, experiencias… respetando, en ambos casos, las dos sabidas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y ejemplares. Y segunda: que sean enviadas a mjsanchezoliva@gmail.com poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Espero seguir contando con vosotros y quedáis invitados a agregaros como seguidores. LO MÁS DESTACADO DE FEBRERO LA VITRINA: La reina descalza, de Ildefonso Falcones de Sierra,es el libro que este mes invita a la lectura. MESA CAMILLA: Tres años de guerra matan más que las bombas (última entrada de febrero en salamancartvaldia). CAJÓN DE SASTRE: El Holocausto gitano (una historia olvidada que no se ha terminado de escribir). EL ÁLBUM DE LA Lengua: Información de la Fundéu con motivo de El Día Mundial de la Radio. LA BUTACA: Franco, el culpable de que en el fútbol español los árbitros se citen por los dos apellidos. CARTA a… Jeni Hermoso (campeona del Mundial de Fútbol-2023). COSAS DE GARIPIL: Un viaje al cielo (capítulo XXXV de Bella Luna)- Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón. Volveremos a encontrarnos en el próximo número. María Jesús Sánchez Oliva. Seguidores de Honor: Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012. Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012. María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013. Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015. Claudio Hernández Díaz (pintor). Nacionalidad: española. 30-VI-2020. Queridos lectores: Acaba de salir el número 126 de 30 días, mi periódico, tu periódico, el periódico de cuantos quieran leerlo. AVISO PARA QUIENES YA SON COLABORADORES Y PARA QUIENES QUIERAN SERLO Creo conveniente dejar de publicar a partir de esta fecha (30-I-2025) noticias sujetas a la “Ley del Loro”, es decir: que se repiten hasta el aburrimiento en todas las cadenas de radio, televisión y redes sociales, ya que la finalidad era la de publicar noticias recogidas a pie de calle, protagonizadas por personas anónimas, no famosas. En su lugar, aunque tendrán preferencia las ya mencionadas, os invito a participar con anécdotas, reflexiones, curiosidades, experiencias… respetando, en ambos casos, las dos sabidas condiciones. Primera: que sean buenas, positivas y ejemplares. Y segunda: que sean enviadas a mjsanchezoliva@gmail.com poniendo en el asunto “30 días” y en el mensaje el lugar de procedencia. Espero seguir contando con vosotros y quedáis invitados a agregaros como seguidores. LO MÁS DESTACADO DE FEBRERO LA VITRINA: MESA CAMILLA: CAJÓN DE SASTRE: EL ÁLBUM DE LA Lengua: LA BUTACA: CARTA a… COSAS DE GARIPIL: Si has visitado cualquiera de las secciones, mil gracias; si las has visitado todas, un millón. Volveremos a encontrarnos en el próximo número. María Jesús Sánchez Oliva. Seguidores de Honor: Mónica Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 23-IV-2012. Arturo Arias Terceiro. Nacionalidad: argentina. 12-VI-2012. María del Mar Nuevo Vialás. Nacionalidad: española. 29-VI-2013. Concepción Martín Martín (Conchi). Nacionalidad: española. 19-IV-2015. Claudio Hernández Díaz (pintor). Nacionalidad: española. 30-VI-2020.

LA VITRINA

Queridos lectores: En este número soy yo el elegido para invitaros a leerme. Por si decidís aceptar mi invitación, me presento y os adelanto mi contenido. Mi título: La reina descalza Mi autor: Falcones de Sierra, Ildefonso Esto puedo adelantaros: Me complace proponeros un viaje a una época apasionante, teñida por los prejuicios y la intolerancia. Desde Sevilla hasta Madrid, desde el tumultuoso bullicio de la gitanería hasta los teatros señoriales de la capital, podréis disfrutar de un fresco histórico poblado de personajes que viven, aman, sufren y pelean por lo que creen justo. Ambientada en la España del siglo XVIII, soy una novela de historia de amistad, pasión y venganza que une dos voces de mujer en un canto desgarrado por la libertad. Firmado: La reina descalza. Si abres mis hojas, abriré tus ojos.

MESA CAMILLA

Tres años de guerra matan más que las bombas Se cumplen tres años de la guerra de Ucrania y siguen sonando las sirenas, las muertes, las ausencias… y ante las velas que nos alumbran cunde el pánico. En un abrir y cerrar de ojos Trump ha pasado de ser amigo de Zelenski para ser su enemigo. Ya no es el héroe de la democracia que era, es, simplemente, un dictador. Ahora su amigo del alma es Putin, y si un loco con poder es peligroso, dos son el doble. “Más vale que Zelenski actúe rápido o su país desaparecerá”, ha amenazado Trump. Pero qué puede hacer Zelenski ante esta complicada situación… Cuenta con el apoyo de la Unidad Europea, pero esta se creó pensando en la paz, no en la guerra. Se ha trabajado mucho y bien por el turismo, por la cultura, por la educación, por los derechos humanos, por la libertad de movimientos, por la igualdad de oportunidades… pero se abandonó el tema de la seguridad, un error si es que esta consiste en armarse hasta los dientes para espantar enemigos, que yo, al menos, no lo creo; más bien entiendo que las guerras se acabarían si lo que se invierte en armamento se invirtiera en erradicar el hambre, en bibliotecas, en universidades, en salud, en bienestar, en igualdad de hombres y mujeres, en derechos humanos, en posibilidades, en trabajos dignos… pero de momento lo que necesita Zelenski para defender su país de la maldad de estos monstruos son aviones de guerra, tanques, bombas, armas y lo que todos pensamos aunque el miedo nos impide decirlo: hombres, jóvenes sobre todo, porque los suyos, después de tres años de guerra, vivos o muertos ya son cadáveres. Estos días las plazas europeas se llenarán de hombres y mujeres exigiendo la paz sin injustas condiciones. Ojalá sean muchísimos más que los que siguen empeñados con sus saludos nacis, con sus ataques violentos y con sus discursos de odio en seguir los pasos de Hitler, porque esta, como aquella, solo sirve para que medren los fanáticos a costa de matar inocentes. Y ya somos muy mayores y nos sobran datos y testimonios para volver a caer en la misma trampa. María Jesús. 24-II-2025.

CAJÓN DE SASTRE

Cómo fue el Holocausto gitano, una historia olvidada que no se ha terminado de escribir Autora: Celia Donert, historiadora "Antes de la guerra se habían asentado en los Balcanes entre tres y cuatro millones de romaníes, y de este número nadie puede saber cuántos han sobrevivido. Porque, al igual que los judíos, nuestra raza ha sido barrida de Europa por una nación de señores supremos, que querían esclavizar a todas las naciones que no podían eliminar". En 1946, el escritor romaní-francés Matéo Maximoff, que había estado encarcelado en un campo en Francia entre 1940 y 1944, publicó un ensayo mordaz sobre el asesinato en masa de romaníes durante la ocupación nazi de Europa. "Los alemanes afirmaron que los gitanos eran bárbaros, pero ¿no es mejor ser bárbaros que monstruos? "Los alemanes afirmaron que los gitanos eran ladrones, pero los acusadores han robado a toda Europa. "Los alemanes afirmaron que los gitanos eran asesinos, pero son los mismos hombres que ordenaron los horrores de Auschwitz, Buchenwald, Dachau y Ravensbrück". Entre 1933 y 1945, unos 500.000 gitanos perecieron como resultado de las políticas raciales promulgadas por la Alemania nazi y sus aliados. El término despectivo "gitano" se utilizó para referirse a una minoría numerosa y diversa que se autoidentificaba como romaní, sinti, manouche, jenishh o como miembros de varias otras comunidades romaníes de toda Europa. En español el término no es considerado despectivo, pero la Real Academia Española se ha rehusado a eliminar de su diccionario la acepción "trapacero" (estafador), y solo en 2015 aceptó añadir una nota indicando que ese uso es "ofensivo y discriminatorio". Unos 25.000 de los etiquetados como gitanos fueron internados en Auschwitz-Birkenau durante la Segunda Guerra Mundial, y muy pocos sobrevivieron. El 2 de agosto de 1944, el llamado "campo gitano" de ese complejo fue, para usar la terminología de los nazis, "liquidado". Más de 4.000 niños, mujeres y ancianos fueron asesinados en las cámaras de gas. El 2 de agosto se conmemora el Día de la memoria del Holocausto gitano. Hoy en día, los romaníes y los sinti son una de las minorías más grandes de Europa. Pero ese genocidio en la Europa de mediados del siglo XX sigue siendo mucho menos conocido que el Holocausto judío. Y los romaníes siguen sufriendo una discriminación generalizada. ¿Por qué? Fascinación y odio: Como el de los judíos, el genocidio de los romaníes y los sinti en la Alemania nazi, y en otras partes de la Europa ocupada, se basó en prejuicios de larga data. Prejuicios que tenían dos caras, una romántica y otra amenazante, señala Ari Joskowicz, autor de "Lluvia de cenizas", una historia de las experiencias y recuerdos compartidos de judíos y romaníes durante y después del Holocausto. "La romántica es la imagen aparentemente positiva de los romaníes tan libres como vagabundos, sin los agobios de las presiones de la modernidad, de la propiedad de la tierra, de las rutinas de trabajo. Esa es una imagen que a menudo fascina a quienes estudian a los gitanos. "El reverso es que, precisamente porque no están atados a las convenciones y normas de la sociedad, los ven como delincuentes por definición, incluso si no están violando la ley", explica el historiador. Cabe apuntar que el estereotipo romántico de los "gitanos errantes" no reflejaba la realidad de la vida de los romaníes. "En toda Europa, había una gran variedad de formas de vida y diversos roles económicos llevados a cabo por los gitanos", precisa Eve Rosenhaft, profesora de Estudios Históricos Alemanes de la Universidad de Liverpool. "Muchos de ellos estaban asentados en aldeas, muy parte de las comunidades locales, generalmente rurales. Incluso los que viajaban, tenían un hogar en invierno en alguna ciudad con la que comerciaban con caballos, afilaban cuchillos, hacían y vendían cestas". Los gitanos europeos, errantes o no, tenían vínculos con las comunidades donde vivían, como estos que aparecen acampando en una granja en Kent, Inglaterra, durante la temporada de recolección de ciruelas de 1942. Otro aspecto que contribuyó a la larga historia de racialización y criminalización de los gitanos, añade Joskowicz, fue el nacionalismo. "Así hayas vivido en un lugar durante generaciones, si no estás asociado con el grupo étnico dominante, que se supone que conforma la nación, la percepción es que eres un poco desarraigado de maneras mucho más metafóricas". Del racismo cotidiano al letal: Los gitanos son una de las minorías étnicas más antiguas de Europa. Los estudiosos creen que emigraron de la región de Punjab en India hace 1.500 años, probablemente como resultado de la invasión de Alejandro Magno. Al igual que los judíos, los romaníes han sido perseguidos y, desde al menos el siglo XVIII, los imperios europeos solían tenerlos bajo vigilancia, tratando de expulsarlos o de asimilarlos. A fines del siglo XIX se desarrolló un pánico en toda Europa por su presencia y la noción de "una amenaza gitana" entró en la agenda de muchos de los Estados europeos. Esa noción fue alimentada por la nueva pseudociencia de la eugenesia, que buscaba "mejorar" la genética de los seres humanos. Después de que los nazis llegaron al poder en Alemania en 1933, "las medidas tomadas por el régimen con respecto a esas poblaciones altamente vigiladas transformaron lo que era un racismo cotidiano y un exceso de vigilancia policial en algo letal y genocida", subraya Joskowicz. Una mujer con un niño durante una investigación realizada por el Centro de Investigación de Higiene Racial del Reich en 1938, que proporcionó la base pseudocientífica para el genocidio gitano. A pesar de ser alemanes, los sinti y romaníes, como los judíos, fueron declarados una raza extranjera según las leyes de Nuremberg de 1935. "Quedaron excluidos de los derechos de ciudadanía, y eso marcó el comienzo de un proceso que permitió la aniquilación", señala Rosenhaft. Los romaníes fueron sujetos a las mismas leyes raciales que los judíos, incluidas las restricciones al matrimonio y la selección para la esterilización obligatoria. Pocas voces, si es que hubo alguna, se alzaron ante ese empeoramiento de la persecución. Árboles genealógicos: En 1936, un doctor llamado Robert Ritter fundó la Unidad de Investigación de Higiene Racial y Biología Demográfica. Después de estudiar medicina y psiquiatría, Ritter había comenzado a centrarse en las teorías de la eugenesia y empezó a aplicarlas a los gitanos. "Ritter anhelaba distinguirse en su carrera y sabía que con esta higiene racial podía abrirse un lugar en la burocracia nazi", indica la historiadora alemana Karola Fings. "Entendía claramente qué quería el régimen que hiciera, y quería proveerle todos los datos necesarios a la policía criminal". "En realidad, los nacionalsocialistas no tenían ningún criterio para identificar a esa minoría con 600 años de historia; por eso produjeron árboles genealógicos que se remontaban al siglo XVI", explica Romani Rose, presidente del Consejo Central de los Sinti y Romaníes Alemanes. Casi obsesivamente, el equipo de Ritter se dedicó a rastrear las raíces de las familias gitanas, remontándose a siglos atrás. "Fingían ser muy amigables, hasta hablaban algunas palabras de romaní. Pero su objetivo era obtener toda la información sobre todas las personas y registrarlos", explica Fings. "Ese registro racial fue el primer paso para la deportación y el asesinato". En diciembre de 1938, el líder de las SS y jefe de la policía alemana, Heinrich Himmler, emitió este decreto sobre los romaníes y los sinti: "El tratamiento de la cuestión gitana forma parte de la tarea nacionalsocialista de regeneración nacional. "El objetivo de las medidas tomadas por el Estado para defender la homogeneidad de la nación alemana debe ser la separación física del gitano de la nación alemana, la prevención del mestizaje y, finalmente, la regulación del modo de vida del gitano puro y parcial. "El fundamento legal necesario solo puede crearse a través de una ley gitana que evite que la sangre se mezcle más, y regule todas las cuestiones más apremiantes que acompañan a la existencia de gitanos en el espacio vital de la nación alemana". El decreto ayudó a sentar las bases de las políticas antirromaníes impuestas por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, que incluían la segregación, la deportación y el asesinato en masa. "Incluso si alguien era un octavo de gitano, si uno de sus ocho bisabuelos era miembro de nuestra minoría, se le clasificaba como racialmente inferior en los certificados emitidos por el Instituto de Higiene Racial, y se recomendaba la 'evacuación', que era el nombre en clave del programa de exterminio", afirma Rose. Licencia para matar: Cuando Alemania desencadenó la guerra el 1 de septiembre de 1939, había planes para deportar a los alemanes considerados "impuros" a la Polonia ocupada en ese momento. "Ese fue un paso muy decisivo hacia el genocidio. Himmler siempre decía que primero los judíos y luego los sinti y los romaníes. Y así fue: cuando casi todos los judíos alemanes habían sido deportados, comenzaron a deportar también a todos los sinti y romaníes a Auschwitz-Birkenau", apunta Fings. Sinti y romaníes, bajo vigilancia policial, en Asperg, Alemania, en mayo de 1940. Serían encerrados en una prisión antes de ser deportados a campos en Polonia. Entre tanto, y hasta con más entusiasmo y rapidez que Alemania, otros países aniquilaron a sus poblaciones gitanas. "Para cuando los sinti alemanes fueron deportados, en Estonia, por ejemplo, ya casi todos los romaníes habían sido asesinados, así como miles en el estado aliado de Croacia y en la Serbia ocupada", cuenta Fings. "Lo que hizo la ocupación nazi o la presencia de los aliados nazis o la situación en tiempos de guerra fue darles licencia a otros países para inmovilizar, deportar y/o asesinar a sus propias poblaciones romaníes, siempre sobre la base de que los gitanos no solo eran étnica, cultural y racialmente diferentes, sino también peligrosos, criminales y antisociales", observa Rosenhaft. Incluso antes de 1942, cuando Himmler ordenó la deportación de todos los gitanos a Auschwitz, las autoridades locales bajo ocupación nazi ya habían implementado sus propias prácticas letales. En Lety, un campo de concentración para gitanos en el Protectorado Nazi de Bohemia y Moravia (la actual República Checa), más de 1.000 niños y adultos fueron encarcelados. Centenares murieron. El campo estaba dirigido por gendarmes checos, y los presos eran detenidos utilizando registros de la policía checa, que había estado recopilando datos sobre los romaníes durante muchos años antes de la ocupación nazi. Božena Pflegerová tenía 21 años cuando fue encarcelada en Lety, junto con su hijo de un año. Allí nació su hija, Berta. En años posteriores, escribió sus memorias. "Los niños morían muy a menudo de tifus y disentería. No pasaba un día sin que sacaran cadáveres, que amontonaban junto al pozo y cubrían con mantas, donde esperaban ser llevados al bosque al cementerio gitano (...) Aún los veo frente a mí. "A mi hija, que nació allí el 2 de septiembre de 1942 y murió de hambre el 2 de diciembre de 1942, ni siquiera le dieron un número. "¡Cuántos de ellos están enterrados en el bosque debajo del campamento como ganado! ¿No eran también personas de carne y hueso?". Durante décadas no hubo conmemoraciones oficiales dignas de las víctimas del genocidio de los gitanos de Bohemia y Moravia. Pero quienes no las olvidaron erigieron recordatorios como éste en Lety. En Francia, miles de romaníes fueron internados en campos, basándose en listas mantenidas por la policía francesa desde principios del siglo XX. Unidades militares y policiales alemanas de las SS dispararon contra al menos 30.000 romaníes en los países bálticos y en otros lugares de la Unión Soviética ocupada. Así, en toda Europa los romaníes fueron despojados de sus derechos, internados en campos y guetos, seleccionados para trabajos forzados u objeto de deportación o ejecuciones masivas. Los que pudieron, resistieron, huyeron, se escondieron o se defendieron uniéndose a los partisanos locales. Olvidado pero presente: Tras la derrota de la Alemania nazi, miles de supervivientes romaníes regresaron a sus hogares, con un futuro incierto. "Finalmente llegué a casa", contó Hermine Horváth, una mujer romaní de la Austria Burgenland, quien tenía 20 años cuando terminó la guerra. "De toda nuestra familia, solo mi hermana y yo seguíamos vivas. La casa de mi infancia ya no estaba allí. Los vecinos también se habían repartido el bosque y la viña, porque nadie pensó que íbamos a volver. Lo único que tenía era una olla y una cuchara, y el coraje para comenzar una nueva vida". Otro sobreviviente, el novelista y poeta Matteo Maximoff publicó un apasionado alegato en pro de la justicia. "Hay un proverbio en nuestro idioma que dice que la venganza es un derecho. "Nosotros, los gitanos, el pueblo más libre del mundo, exigimos que los mártires romanos de Auschwitz no sean vengados por la furia de la barbarie, sino por la mano de la justicia. "¿Tendremos nosotros, gitanos, un Tribunal de Justicia aliado que exija el castigo de estos monstruos? Puesto que las Naciones Unidas desean hacer justicia a todos los pueblos que lucharon por la libertad del mundo, ¿por qué no consideran justicia también para nosotros?". Una gitana enferma de tifus en el recién liberado campo de concentración de Bergen-Belsen espera con otros gitanos tratamiento médico, abril de 1945. Cuando el abogado judío polaco Rafael Lemkin acuñó una nueva palabra para describir la magnitud de los asesinatos por motivos raciales cometidos por el régimen nazi -genocidio-, definió tres grupos que eran víctimas típicas: los judíos, los polacos y los gitanos. "Y podemos ver lo que sentía sobre el genocidio romaní en su correspondencia, pues se esforzó mucho por averiguar lo que realmente sucedió. Le escribió a varias instituciones pero recibió información mínima", dice Joskovitz. "Había un concepto de que algo había pasado, pero no existía documentación, y sin ella terminas con una página en blanco. "Ahí surge la paradoja de un genocidio olvidado: si usas esa frase, eres consciente de que ocurrió, así que no se ha olvidado, pero tampoco está presente". "Vivimos las heridas de nuestros padres": A fines de la década de 1940, los supervivientes judíos estuvieron entre los primeros en testificar y reunir pruebas y testimonios sobre la experiencia de los romaníes. "Durante el Holocausto, en gran medida, sufrieron uno al lado del otro, aunque no necesariamente uno con el otro. Después de la guerra, sus esfuerzos por documentar lo que les sucedió y buscar justicia conectaron sus dos destinos", explica Joskovitz. "Varios individuos comenzaron a grabar entrevistas con los primeros dispositivos de grabación o a hacer que la gente escribiera su testimonio. "No eran sofisticado pero lo que existe de la documentación temprana del genocidio gitano, en particular de voces de los romaníes que luego fueron esenciales para documentar lo que sucedió, muy a menudo proviene de instituciones, redes y sobrevivientes judíos". En la Biblioteca del Holocausto Wiener, el archivo más antiguo del mundo sobre la era nazi y el Holocausto, por ejemplo, "hubo un esfuerzo consciente por recopilar relatos de testigos de las experiencias de los romaníes o los de los propios supervivientes romaníes", cuenta Barbara Warnock, directora de educación de la insititución. Su investigador en Viena en ese entonces contactó a varios supervivientes romaníes y sus desgarradores recuerdos aún se guardan en frágiles papeles. Este monumento, creado por Laszlo Bogdan, se llama "Porajmos", que significa devorar o quemar, y es un término que algunos usan para el genocidio gitano. Otras comunidades prefieren llamarlo "Samudaripen", que significa destrucción total. No obstante, en toda Europa, la discriminación y hostilidad generalizadas e institucionalizadas hacia las comunidades romaníes persistió. Los reclamos de quienes recurrieron a los tribunales en busca de reparación y compensación con demasiada frecuencia fueron desestimadas. En 1952, en Austria, 37 romaníes y sinti supervivientes de Lackenbach, el campo de detención gitano más grande en el Tercer Reich, con más de 4.000 prisioneros, firmaron una petición. Las autoridades austriacas dictaminaron que Lackenbach no había sido un campo de concentración, lo que significaba que quienes habían sido encarcelados allí no tenían derecho a indemnización. En este y otros casos "los que evaluaban sus reclamaciones eran los perpetradores" de los hechos, resalta Rose, presidente del Consejo Alemán de Sinti y Romaníes. "Vivimos las heridas de nuestros padres. (Después de la guerra) vimos cómo la policía realizaba redadas indiscriminadas con perros, con ametralladoras, solo por nuestros orígenes. "Mientras que cualquier exoficial de las SS que había estado en Auschwitz podía pasar vacaciones con su mujer y familia en lugares de camping, a sus víctimas sinti y romaníes no se les permitía entrar, y eran rechazadas y expulsadas de los restaurantes". "Granja industrial de cerdos" La memoria del Holocausto, no obstante, fue la base de la fundación de movimientos de derechos civiles entre los sinti y los romaníes. En 1981, un grupo de sinti alemanes, entre ellos Romani Rose, ocuparon un edificio de la Universidad de Tubinga tras descubrir que los archivos de Robert Ritter, el científico racial nazi, no solo estaban almacenados allí, sino que todavía estaban en uso. "Sabíamos que, después de la guerra, los perpetradores seguían trabajando con este material del Instituto de Investigación de Higiene Racial y de la Oficina Principal de Seguridad del Reich, documentos relacionados con la planificación del genocidio. "Y luego nos informaron de que en la Universidad de Tubinga un excolega de Ritter había solicitado financiación a la Fundación Alemana de Investigación para trabajar en este material antropológico. "Cuando la administración de la Universidad se dio cuenta de que era un escándalo, telefoneó al Ministerio del Interior en Bonn y luego abrió la puerta. "Entramos y encontramos miles de fotos, y nuestra gente, que había sobrevivido a Auschwitz, encontró sus propias fotos y de sus padres. Casi se derrumban al verlas", recuerda Rose. Donga fue llevada al campo el 24 de abril de 1942. También en la Europa comunista del Este, donde vivieron algunas de las comunidades gitanas más grandes después de la guerra, los sobrevivientes se contaban entre los fundadores de los movimientos políticos romaníes. De ahí surgió el Museo Checo de la Cultura Romaní, que se estableció después del colapso del comunismo en 1989, y desempeñó un papel clave en la campaña por el respeto a las víctimas del campo de concentración de Letty. En la década de 1970, el gobierno comunista de Checoslovaquia había permitido que se construyera una granja de cerdos en el sitio, y supervivientes romaníes y activistas comenzaron a hacer presión para que la retiraran. Las protestas se produjeron en un momento de aumento de la violencia contra las comunidades romaníes en la Europa poscomunista. Finalmente, más de 30 años después del colapso del comunismo, el gobierno cedió, y en 2024, el presidente checo, Peter Pavel, habló en el nuevo monumento, gestionado por el Museo de la Cultura Romaní. Reconoció que "la existencia de las víctimas romaníes del régimen nazi fue ignorada por la sociedad checa durante mucho tiempo", incluso por el gobierno comunista que "en lugar de construir un sitio de conmemoración digno, construyó una granja industrial de cerdos". "Al hacerlo, dejó clara su posición frente a las tragedias humanas que ocurrieron aquí". El monumento, dijo, "nos recordará que es necesario proteger los valores humanos básicos siempre y para todos, sin excepción". Los movimientos por los derechos civiles de esta minoría también están reescribiendo la historia del Holocausto romaní para poner en primer plano las voces de las víctimas, así como las acciones de los perpetradores. Sin embargo, los romaníes europeos siguen en la mira de algunos sectores de la sociedad. "La democracia y el Estado de Derecho son cultura. Hay que ganárselos. Creo que la República Federal es hoy una democracia regida por el Estado de Derecho. "Pero cuando la ultraderecha se reúne, como en la mansión Adlon (Potsdam, Alemania, 2023), y sueña con un renacer del Tercer Reich con ideas de remigración, en realidad significa la deportación de un millón de personas, así tengan pasaporte alemán, pues para ellos ser alemán es cuestión de sangre", subraya Rose. "Eso dejó muy claro que la democracia no está tallada en granito, sino que hay que defenderla". En el Día de Conmemoración del Holocausto de la ONU, en enero de 2024, Petra Gelbart cantó "Ausvicate hi kher baro", un lamento romaní que se convirtió en uno de los testimonios cantados definitorios del Holocausto gitano. Fue compuesto por prisioneros del llamado campo gitano de Auschwitz-Birkenau. "Significó mucho para mí, porque he estado involucrada en estas conmemoraciones anuales de la ONU desde 2009 y nunca hubo ni una sola mención de víctimas romaníes o santi. Ni una palabra. Nada. "Lo especial de ese año fue que hubo un orador romaní y una música romaní a quienes se les dio el espacio para representar nuestras pérdidas y a nuestro pueblo".

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

Con motivo de El Día Mundial de la Radio (13 de febrero) la FUNDÉU informa que palabras como «radioyente», «radiorreceptor», «radioaficionado»... se escriben con «radio-» unido al sustantivo al que se incorpora. Uso inadecuado * Conectaron con radio oyentes de Valencia, Portugal, Italia o Francia. * Se dedica a la instalación radiofónica y a la reparación de aparatos radio receptores. * Un aparato nacido de la tecnología de los resonadores magnéticos, que también emite una radio frecuencia. Uso adecuado * Conectaron con radioyentes de Valencia, Portugal, Italia o Francia. * Se dedica a la instalación radiofónica y a la reparación de aparatos radiorreceptores. * Un aparato nacido de la tecnología de los resonadores magnéticos, que también emite una radiofrecuencia. Recuerda también que, Tal como se recoge en el diccionario académico, radioyente o radioperador se escriben con una única o y radiorreceptor con erre doble. RECOMENDACIÓN DE LA FUNDÉU.

LA BUTACA

El culpable de que los árbitros en el fútbol español se citen por los dos apellidos. No se trata de una leyenda urbana, sino de una realidad causada por un particular apellido. Mateu Lahoz, Hernández Hernández, Gil Manzano, Del Cerro Grande… son algunos de los nombres de árbitros españoles que, como si fuera una coletilla, siempre se recitan de carrerilla con sus dos apellidos completos en caso de ser españoles. Esto, aunque puede parecer casual o fruto de la tradición, tiene una explicación y un responsable con nombre y apellido. Ángel Franco Martínez (31 de octubre de 1938, Murcia) fue un destacado árbitro español de finales del franquismo cuyo nombre resultaba, por razones obvias, un tanto problemático. La coincidencia gene raba problemas en los titulares de prensa cuando Franco aparecía en tono negativo. Frases como «Franco es muy malo», «Todos culpan a Franco» o «Franco se carga el partido», típicas de la prensa deportiva, resultaban peligrosas y molestas para el régimen. De ahí que se comenzara a citar los dos apelativos de este árbitro en las piezas periodísticas. Eso sí, cuando arbitraba en el extranjero simplemente era Martínez, nada de Franco. Esto se trasladó también al resto de árbitros de la Liga que, salvo por apellidos compuestos o repetidos, se citaban hasta entonces con un solo nombre. Y no fue la única ocasión en la que su apellido le ocasionó una mala pasada a Franco Martínez. En los años setenta, se supo que miembros cercanos a ETA planearon responder a la persecución franquista contra el terrorismo con una resonante acción mediática con los Franco de protagonistas. En vísperas de un derbi vasco en el estadio de Atocha, el secretario del ministro de Gobernación, Garicano Goñi, se reunió con el árbitro designado para el partido, esto es, Franco Martínez, para ordenarle que se «pusiera enfermo». Por San Sebastián estaba corriendo una coletilla que invitaba a «acabar con este Franco y luego con el de Madrid», según relató años más tarde el árbitro del Colegio Murciano, por lo que convenía hacerse con cuidado. Para prevenir un susto, Franco Martínez, que había estudiado para perito mercantil y que después trabajó como banquero, dimitió del partido con la excusa de que se había lesionado en un entrenamiento. Fue sustituido tras su falsa lesión por el madrileño Antonio Camacho, quien juzgó un encuentro que La Real acabó ganando 2-1 tras remontar un gol inicial de los 'leones'. Lo más curioso de todo es que la consagración de Franco como colegiado llegó justo tras la muerte de Franco como dictador. En 1978 arbitró en el Mundial de Argentina y dirigió una final de la Copa del Rey, que ya no era la Copa del Generalísimo y, por tanto, ya no le estaba vetado. «Era imposible por los gritos que me iba a dedicar la grada... 'Franco, hijoputa', 'Franco, cabrón', y que también iban a llegar hasta jefe del Estado», explicó muchos años después el protagonista en una entrevista con la revista 'Hoy' sobre por qué tardó tantos años en dirigir su primera final de copa. Lo haría en dos ocasiones más y también pitaría en la Copa de Europa. En total estuvo 17 años en Primera División y exhibiendo su buena planta, su carácter sobrio y su agudo ojo. Su apellido quedó como un hecho anecdótico. Desde su sección envió para 30 días Garipil.

CARTA A...

21-II-2025. Jeni Hermoso. Estimada campeona: Ya tenemos sentencia del caso que nos ha tenido año y medio hablando de consentimiento y machismo en el fútbol. La Audiencia Nacional ha declarado a Luis Rubiales culpable de un delito de agresión sexual por aquel beso que le dio sin su permiso durante la entrega de medallas tras alzarse con el título de campeonas del Mundial-2023 en Inglaterra. Acabo de echarle una hojeada. El juez impone a Rubiales el castigo más bajo posible: una multa de 10.800 euros. Y le absuelve, junto al resto de acusados, del delito de coacciones. Con eso, su pena se queda muy lejos de lo que pedía Fiscalía, más de dos años de cárcel. Pero quizá lo más importante no sea si la pena es más alta o más baja, sino el por qué no es mayor: la sentencia descarta que la agresión estuviera agravada por un abuso de superioridad, a pesar de que el agresor fuera presidente de la Federación y la víctima una jugadora. Dice el juez que Rubiales no se valió de una posición jerárquica y que los hechos no supusieron un daño tan grave. No está usted de acuerdo con el juez. Yo tampoco. Si había confianza entre ustedes para celebrar la victoria con ese beso o no la había, es algo que solo lo saben él y usted, pero los jueces deben empezar a tener en cuenta que las mujeres, al igual que los hombres, tienen derecho a decir ¡basta! aunque antes hayan dicho siempre sí o nunca hayan dicho no, que viene a ser lo mismo. Y hace bien en recurrir la sentencia. Tampoco el tal Rubiales se muestra contento y también piensa recurrir. Dos años de cárcel por un beso sin violencia habría sido excesivo, pero una multa de menos de 11.000 euros por un delito de tal naturaleza para alguien que no tiene que pedir prestado para pagarla, es tan ridículo como aquel beso que él llamaba pico, término, cabe señalar, que ya tiene más de grosería, de abuso y de machismo que de respeto, de naturalidad y de amistad. Espero que no acaben dándole un premio por “valiente”. De todos modos permítame decirle que si aquel día, aprovechando que estaba usted rodeada de gente que la felicitaba, con la reina Leticia delante y las cámaras de televisión mostrando el acto al mundo entero, le hubiera usted dado un buen puñetazo en los “morros”, se hubiera ahorrado lo penoso de tener que denunciar, que no es plato de gusto, los disgustos de tantos imputados que tan pronto la apoyaban a usted como lo apoyaban a él, y hasta se habría ido sin tener que echarlo de vergüenza porque el bofetón del escarmiento, al menos en este caso, habría sido más útil que el peregrinar por los tribunales por el beso de un machista. Suerte. María Jesús.

COSAS DE GARIPIL

¡Hola!: Desconecta el televisor, deja el móvil donde ni lo veas ni lo oigas, siéntate en tu sillón favorito, cierra los ojos y permíteme que te lea el capítulo XXXV de Bella Luna en lo que el sueño te manda a la cama para recuperar las fuerzas perdidas durante el día. XXXV UN VIAJE AL CIELO Tarri y Ñoto decidieron no acostarse aquella noche. Ella se la PASÓ haciendo una gran tarta de nata y almendras, rosquillas bañadas en azúcar y bizcochos borrachos; él, limpiando y adornando el patio. Bella Luna se despertó al oír el canto de los gallos y sin pereza saltó de la cama. Al entrar en la cocina a desayunar sorprendió a su madre removiendo en una gran vasija de chocolate para que ni espesara de más ni espesara de menos. Sus ojos azules se abrieron desmesuradamente y miles de chispas de curiosidad zigzaguearon en ellos. —¿Es que vamos a tener visita? —Visita no, invitados. ¿A que no adivinas quiénes son? Bella Luna se tapó los ojos con las manos para pensar mejor. —A ver… a ver… ¡Ya lo sé! Tía Lulú. Ayer, cuando fuiste a visitarla al molino, la convenciste para que se venga a vivir con nosotros y quieres recibirla con un banquete. Estupendo. Ella se lo merece todo, y aunque dice que es feliz estando sola, yo sé que añora compañía, sobre todo en estos últimos días que se ha puesto tan lacia que parece una rosa a punto de ser deshojada por los primeros aires de otoño. Tarri se secó las manos en el delantal. —¡Frío, frío! No es tía Lulú. ¡Qué más quisiera yo que tenerla en esta casa y cuidarla como si fuera tu abuelita! Tendré que conformarme con que vengan todos los niños de Mimbres Blancas. ¿Querrás traerlos tú cuando salgáis de la escuela? —¡Naturalmente! ¿Pero por qué les digo que los invito? Son tan preguntones… Tan feliz era Bella Luna que el tiempo pasaba volando para ella y hasta había olvidado en qué día vivía. Tarri cogió un almanaque y señalando la fecha del día le dio nueve besos redondos, grandes, sonoros y seguidos todos de un “¡felicidades”! Bella Luna se subió en una silla y extendió los brazos para rodearle el cuello con ellos. —¡Agua, pero si hoy cumplo nueve años! No puedo creerme que estos dulces sean para celebrarlo con mis amigos. ¡Fantástico, fantástico! Voy a decírselo a mi padre. De una carrera llegó hasta la puerta del patio y fingió la voz para bromear con su padre. —Abra, por favor, que soy la ratita Ven. Vengo a buscar el queso de su despensa para dar de comer a mis ratoncitos. Esta noche tendremos trabajo. Todos los niños perderán los dientes con el festín que les espera en este palacio y tendremos que colaborar con nuestro amigo el ratoncito Pérez… Ñoto hizo lo propio echando un ojo por la cerradura. —A mala puerta llamas, ratita, porque aquí vive el gato Voy. Soy experto en comer ratas y ratones de un bocado en cuanto me da el olor en la nariz. ¡En qué buena hora llegas pues tengo un hambre canina...! La niña echó a correr muerta de risa y se fue a la escuela sin esperar a que su madre le peinara los tirabuzones. Antes de entrar en clase les dio a todos la noticia saltando de alegría. Todos la recibieron con tal alborozo que ninguno dio pie con bola; sus pensamientos, más que en las lecciones, estaban en el patio de los Lláguez. Al fin la maestra hizo sonar una campanilla. —Iros todos a tomar el aire de una vez y a ver si mañana venimos con menos ganas de cuchichear, que el día que se va, no vuelve, y hay que aprovecharlos todos. Todos salieron como una alocada bandada de pájaros. Ninguno pasó por su casa. Con los cabases en ristre siguieron a la anfitriona y se plantaron en la casa de los Lláguez. El manzano que había sustituido al que Ñoto tuvo que arrancar les dio la bienvenida con las ramas entrelazadas por cintas de colores por las que trepaban las moscas sin que a nadie les molestaran. Tarri abrió la puerta de la casa y Ñoto la del patio. Los invitados se quedaron con la boca abierta por la sorpresa. El patio estaba adornado con farolillos de papel en todos los colores. Anfitriona e invitados se sentaron entorno a una gran mesa redonda que Bella Luna jamás supo de dónde la sacaron sus padres. Tarri sirvió el chocolate y Ñoto los bizcochos y las rosquillas. El broche final fue la tarta. Bella Luna apagó de un soplo las nueve velas y fue recompensada con un aplauso. Tarri cortó un pedazo y lo dejó en una bandeja, luego dividió el resto en partes iguales y puso cada porción en su plato. Ñoto les regaló un plumier de mimbre para los lápices. En cuanto sus amigos, más contentos que unas pascuas, corrieron a enseñarles el regalo a sus padres, Bella Luna puso en una cesta el pedazo de tarta y una jícara de chocolate y se fue a celebrarlo con tía Lulú. Al llegar al molino se detuvo extrañada. “¡Qué raro que tenga la puerta cerrada si tanto de día como de noche la tiene de par en par!” Cogió el llamador y dio unos suaves golpecitos: ¡Pon, pon, pon...! Tía Lulú oyó los golpes pero más con el corazón que con los oídos y dando tumbos acudió a abrir. —¿Cómo vienes a estas horas desde el pueblo y tú solita? ¿Qué traes en la cesta? ¿Dónde os habéis metido todos esta tarde? —Un momento, tía Lulú, y te lo explico todo. Mientras Bella Luna sacaba de la cesta el chocolate y la tarta muy despacio para sorprenderla, tía Lulú, ajena a su intención, relataba: —Hoy tenía yo especial interés en veros a todos juntos en el molino y me habéis fallado… Segura estoy de que habréis armado algún revuelo en el pueblo, que por pitos o por flautas siempre estáis liando alguna de las vuestras. ¿A que no pienso mal? —Mal no, muy mal, hoy no has dado una en el clavo. ¡Mira! -retiró el paño blanco que cubría la cesta- Es mi cumpleaños y vengo a celebrarlo contigo. ¿Quieres sentarte a la mesa? Mientras te comes la tarta y te tomas el chocolate te cuento la fiesta con mis amigos. Tía Lulú le dio nueve tirones de orejas y se sentó para complacerla pero no pudo tragar ni un bocado de tarta. Un nudo en la garganta la hacía atorarse y tosía sin fuerzas. Intentó beberse el chocolate pero al tercer sorbo tuvo que dejarlo. —¿Qué te sucede esta tarde? Estás muy pálida y parece que tienes la cabeza en otra parte. ¿Es que estás enfadada porque no hemos venido? —Ni mucho menos. Yo nunca me he enfadado con nadie, ni siquiera con los que se enfadaban conmigo, es que estoy preparando mi viaje al cielo, y aunque ya estoy deseando llegar, cuesta dejar la tierra. —¡Qué estupendo! Iré al pueblo de una carrera, para avisar a mis amigos, y todos nos vamos contigo. ¡Será una excursión la mar de divertida! —¡Calla, locuela! Ese viaje todos tenemos que hacerlo solos y cuando nos crezcan alas porque hay que ir volando. ¿No ves que a mí ya me han empezado a crecer? Por esto se me caen los brazos y las piernas no me sujetan; han empezado a cederles su fuerza a las alas. Yo ya puedo echar a volar y tengo que hacerlo. Vosotros todavía tenéis brazos y piernas y sin alas solamente se puede andar por la tierra. Un ángel pasó entre ellas y con su presencia abrió un círculo de silencio. Sólo cuando se alejó para prepararle el camino a tía Lulú pudo seguir hablando Bella Luna: —¿Y qué te llevas en la faltriquera que parece pesarte como si llevaras piedras? —Los patucos de un niño con las mentiras que durante todos los días de mi vida me han cargado las personas. Ya me han prometido las estrellas que desde el cielo les puedo enviar las verdades. Por eso y porque el duende me está esperando me voy contenta y sin perder ni un minuto más. Tía Lulú cogió la faltriquera que llevaba prendida a la cintura con ambas manos para llevarla mejor, se puso en pie y echó a andar. —Abriré las alas desde la tumba de Fufú y él me ayudará a remontar el vuelo. Bella Luna la vio partir con desgana y como agobiada por el peso de aquel macuto. Extendió los brazos en un intento de volar tras ella, pero sus pies no podían dejar el suelo. Cerró la puerta del molino y haciendo círculos en el aire con la llave gritó: —¡Un momento, tía Lulú, espera un momento! Tienes que llevarte la llave por si la puerta del cielo está cerrada y tienes que volver. Tía Lulú alcanzó por fin la tumba de Fufú. Con un hilo de voz le susurró que la llave era ya suya, que la puerta del cielo se abría con el corazón, cerró los ojos para desplegar las alas y remontó el vuelo. Antes de hacerse invisible en la distancia volvió los ojos hacia Bella Luna para consolarla. —¡Ánimo que después de la lluvia siempre sale el sol y mira como a lo lejos ya se vislumbra el arco iris anunciando su llegada! Bella Luna se encaminó hacia su casa intentando sonreír para complacer a tía Lulú pero las lágrimas se lo impedían, sólo al sentir el peso de la llave entre sus manos comprendió que tía Lulú no la había dejado sola, le había dejado su molino donde con la ayuda de sus amigos convertiría los sueños de los niños en realidades y las realidades de los mayores en sueños. María Jesús Sánchez Oliva. Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable. “Garipil (1995)”. Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores. “Letanías (1999)”. Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios. “El rosario de los cuentos (2003)”. Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996. “Cartas de la Radio (2007)”. Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas semanalmente en un Onda Cero por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria. “Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas) (2014)”. Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos. “Los días perdidos (2018)”. Reseña: En esta novela se narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. “Primer Premio Tiflos 2013”. Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico: Garipil1995@gmail.com Estaré encantado de responderte. Gracias por tu visita y hasta el próximo número. Fir mado: Ga ripil.