lunes, 30 de junio de 2025

CAJÓN DE SASTRE

Un destino por descubrir: el pequeño país que una vez existió entre España y Portugal Andorra, Gibraltar, España y Portugal forman parte de la península ibérica, que se extiende entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. A pesar de que este mapa geopolítico incluye cuatro territorios significativos, hubo un tiempo en que esta región europea contaba con cinco naciones. ¿Sabes cuál era la quinta? Aunque apenas abarcaba 30 kilómetros cuadrados, esta nación existió y se ubicaba entre España y Portugal. Su nombre es Couto Mixto, y no fue un país efímero, sino que mantuvo su estatus durante siete siglos. El origen de Couto Mixto La República de Couto Mixto era una micronación independiente en la región gallega que emergió de uno de los capítulos menos conocidos de la historia europea. Su nacimiento no se debió a una conquista, sino a una anomalía jurídica medieval que le otorgó un sistema administrativo único, junto con derechos y privilegios. Su origen se remonta al siglo XII, cuando el territorio recibió beneficios especiales y autonomía, probablemente por su ubicación estratégica. Este periodo coincidió con la firma del Tratado de Zamora, que, el 5 de octubre de 1143, estableció una frontera entre Alfonso I de Portugal y Alfonso VII de León, marcando el inicio del reino de Portugal y la dinastía alfonsina. Tras la creación de esta frontera, surgió un pequeño espacio fuera de la ley que dio lugar a este "microestado", formado por tres villas: Rubias dos Mixtos, Meaus y Santiago de Rubiás, esta última considerada su capital. Este microestado incluso tenía su propia bandera, escudo, y hasta un lema: Tres unum sunt (Tres son uno). Su bandera era cuadrada con franjas azul y blanca, emulando a la del Reino de Portugal, pero invirtiendo los colores, y con la diferencia de que la portuguesa contenía el escudo del país. Gobierno y vida en Couto Mixto Couto Mixto era gobernado por una república federal con un sistema político que se basaba en tres jueces electos, conocidos como 'home de acordo', seleccionados de las tres villas, además del 'xuiz' o juez, que actuaba como presidente del Gobierno. Este juez era elegido democráticamente cada tres inviernos por los propios vecinos, lo que les permitía manejar los asuntos locales y resolver disputas sin la intervención de autoridades externas. Curiosamente, la iglesia de Santiago funcionaba como Parlamento, donde se guardaba el tesoro de Couto Mixto: un cofre con tres cerraduras, una por cada juez, que contenía los documentos oficiales del país. Imagina vivir en una comunidad donde las decisiones se toman de manera local, sin depender de un gobierno central. Sus habitantes disfrutaban de un notable grado de autogobierno democrático, algo poco común en la Europa medieval, en una época en que España aún no existía como tal y el continente enfrentaba múltiples luchas de poder. Con una superficie de solo 27 kilómetros cuadrados, Couto Mixto no tenía una gran población. Entre las tres villas, la cifra de habitantes apenas alcanzaba mil, lo que, junto a su falta de recursos, contribuyó a su discreción a lo largo de los siglos. Su estructura social era igualitaria y basada en la cooperación mutua, esencial para sobrevivir en una región aislada. Hablaban gallego y celebraban festividades locales que reforzaban su identidad y tradición. Los ciudadanos podían elegir su nacionalidad, optando por ser españoles, portugueses o ciudadanos de la República de Couto Mixto. Además, estaban exentos de servicio militar, impuestos y disfrutaban de libertad en comercio y agricultura, lo que posiblemente facilitó el contrabando, dado que carecían de control fiscal y aduanero. La independencia de esta micronación se extinguió con el Tratado de Lisboa en 1864. El fin de Couto Mixto Couto Mixto llegó a su fin muchos siglos después de su fundación. La independencia de esta micronación se extinguió con el Tratado de Lisboa en 1864, que dividió oficialmente el territorio entre España y Portugal, cerrando un capítulo en su historia. Este tratado se centró en resolver disputas fronterizas y cuestiones de soberanía, afectando a la histórica independencia de Couto Mixto. "Portugal renuncia en favor de España a todos los derechos que pueda tener sobre el terreno del Coto misto y sobre los pueblos situados en el mismo, que en virtud de la división determinada por la línea descrita quedan en territorio español". Desde entonces, sólo queda su recuerdo. En 2008 se erigió una estatua en honor a Delfín Modesto Brandón, el último juez de la pequeña nación, y se conserva una réplica del cofre que contenía el archivo de la república en la iglesia de Santiago de Rubiás, como homenaje a aquella época. A pesar de que Couto Mixto dejó de ser un país hace casi dos siglos, aún se puede visitar. En la región encontrarás rutas de senderismo y podrás explorar los siguientes atractivos: Santiago de Rubiás: Famosa por su iglesia y su encantador entorno rural. Rubiás de los Mixtos: Un pueblo tranquilo con vestigios de su historia singular. Meaus: Otro de los pueblos históricos, con arquitectura tradicional y paisajes naturales. ¿Cómo llegar? La zona es de fácil acceso: desde Ourense, toma la A-52 (Autovía de las Rías Bajas) en dirección a Verín, y en poco más de una hora llegarás. La ruta atraviesa montañas y ofrece vistas espectaculares del paisaje gallego. Feliz viaje.

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