Ni gobierno, ni oposición
Ni el darnos licencia para quitarnos la mascarilla cuando estemos solos y en completa soledad, que es lo que ha hecho la mayoría desde que se obligó su uso hasta ahora, por mucho que se insistiera en que había que llevarla hasta en casa; ni la rebaja del IVA en el recibo de la luz hasta diciembre que es cuando más energía se necesita, y quien no pueda pagar lo poco, difícilmente podrá pagar lo mucho; ni la batería de partidos de fútbol que deben ser muy importantes porque se juegan mañanas, tardes y noches, han conseguido lo que sin duda Pedro Sánchez pretendía: que el indulto de los políticos catalanes presos, no de los presos políticos, como ellos siguen diciendo que son, pasara desapercibido. Y es normal.
Para la mayoría de los ciudadanos es difícil aceptar que políticos que fueron juzgados con todas las garantías legales y condenados por los delitos de sedición, malversación de caudales públicos y desobediencia, que es como ir en contra del Estado, de la Constitución y de todos los españoles, porque Cataluña no es solo de los catalanes independentistas, es de todos los españoles, y en democracia hay que tener en cuenta la opinión de las mayorías, que hayan sido indultados de la noche a la mañana, sin manifestar arrepentimiento, advirtiendo que seguirán con las mismas y sin más condiciones que la de no volver a las andadas en el plazo de tres años. ¿Quiere esto decir que después tendrán licencia para hacer lo que les dé la real gana? ¿Es el precio que pactaron para que apoyaran su investidura? Y ahora ¿quiénes son los responsables de los daños causados a los catalanes que no quieren dejar de ser españoles y a los españoles que quieren seguir siendo catalanes, Pedro Sánchez o los independentistas rebeldes…?
El PP lo tiene claro: Pedro Sánchez, y Pablo Casado lo pondrá en su sitio, es decir, fuera de la Moncloa. De momento, ignorando los errores de su partido y convencido de que los españoles no los recuerdan, pedirá su dimisión acusándolo de traicionar a España, que es la mejor de las armas para quitarle votos en las próximas elecciones, y trabajará cuanto haga falta para presentar un recurso ante el Supremo contra los indultos. Pero Pedro Sánchez ni se inmuta, sabe que para que el Supremo se pronuncie tiene que pasar mucho tiempo, piensa que los españoles se olvidarán pronto del tema y cuenta con otra arma tan poderosa como la de su enemigo político para mantenerse en el poder cuanto más tiempo mejor: no dejar de repetir hasta que todos se lo crean que ha politizado los indultos de la concordia, de la convivencia, de la unidad con la única finalidad de ganar las elecciones para llevarnos de nuevo al enfrentamiento de siempre.
Total, que hoy por hoy, los españoles, sin miedo a equivocarnos, podemos decir que ni tenemos gobierno, ni tenemos oposición. Y a ver quién de ellos se toma la molestia de demostrarnos lo contrario.
María Jesús.
28-VI-2021.
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