¿Cuál es el origen de la palabra vegano y quién fue su creador?
Por Germán Wille para LA NACIÓN.
En tiempos en que los movimientos veganos volvieron a ocupar un lugar central en el mundo de las noticias por su aparición accidentada -con rebencazos gauchos incluidos- en el escenario de la Exposición Rural, puede resultar pertinente conocer algo de la vida y de la obra de Donald Watson, una persona que, si bien no podría decirse que fue el primer vegano, fue seguramente el creador de ese término que hoy está en boca de todos.
Watson nació en el pueblo de Mexborough, en el condado inglés de Yorkshire del Sur en el año 1910. En su adolescencia era un muchacho enclenque y debilucho, miembro de una familia donde comer carne era una práctica más que habitual. Las visitas familiares a la granja de su tío George era un paseo común en aquellos años, hasta que un día, algo que el adolescente vio allí le cambiaría la vida para siempre.
Mientras recorría los dominios de su tío George, el joven pensaba que todos los animales del lugar brindaban algo de sí al hombre: los caballos, fuerza para el arado, o transporte; las ovejas, lana para abrigo; las vacas, leche; las gallinas, huevos y el gallo, su voz, que funcionaba como un despertador natural. Pero habían animales que estaban allí y que no brindaban, aparentemente, nada: los cerdos.
Grande fue su disgusto cuando se enteró que la utilidad del noble porcino estaba en su carne. Y lo supo, de la peor manera, al ver cómo escogían, atrapaban y luego mataban a la bestia, delante de sus ojos.
El sacrificio del marrano -cuyos chillidos desesperados quedaron grabados por años en los oídos del muchacho- cambiaron por completo su perspectiva acerca de la alimentación y de la vida en general. "La escena idílica de ese lugar era un engaño, ya que no era más que un corredor de la muerte donde los días de cada criatura estaban contados. Ese día decidí que las granjas, y los tíos, tenían que ser reevaluados", dijo Watson en una entrevista del año 2002, en la que hizo un repaso de su vida.
Primera decisión: ser vegetariano.
Así fue como, a los 13 años, y a partir del año nuevo de 1924, el adolescente Donald Watson decidió no comer nunca más carne. Cuando murió, a los 95 años, en noviembre de 2005, llevaba 81 años sin comer ni un solo bocado de alimento cárnico.
A la edad en la que Watson se volcó al vegetarianismo también abandonó la escuela y otro de sus tíos le enseñó el oficio de carpintero. La docencia en el arte del trabajo de la madera se convertiría en el medio de vida de este joven, al que todavía le faltaba dar un giro más profundo en su manera de alimentarse.
Enemigo de la violencia en cualquiera de sus formas, Watson fue objetor de conciencia y no participó de la segunda guerra mundial. Sus dos hermanos fueron también objetores, y además siguieron a Donald en sus hábitos como vegetariano, abstemio y no fumador. Tan poco habituales eran estas conductas en aquella época, que la madre de estos hermanos dijo una vez que "se sentía como gallina que había incubado un grupo de huevos de pato".
Nace el término Vegano
Después de 18 años de vida vegetariana, Donald Watson descubriría otro modo de crueldad que, a su criterio existía contra los animales, aunque no incluyera su muerte. Fue cuando percibió la explotación a la que eran sometidas las vacas lecheras.
Según se consigna en el obituario de Watson que publicó la BBC, el todavía vegetariano aborreció la manera en que los terneros eran separados de su madre a pocos días de nacer y la forma en que la vaca se criaba y alimentaba de manera poco natural para producir la leche.
Así fue como, excluyendo de su dieta los huevos, la leche, y la miel, todos productos derivados de los animales, Watson se convirtió en vegano antes de que existiera una palabra para definir su condición. Entonces, la tuvo que inventar.
De este modo el término que creó, vegano (vegan, en inglés), quedó conformado por las primeras y las últimas letras de la palabra vegetariano (vegetarian). La formación de esta palabra no es casual. Simboliza el principio y la finalidad de un hábito. Según el sitio de la Vegan Society, el vocablo expresa que el veganismo tiene su raíz en el vegetarianismo y va en busca de la culminación lógica y exitosa de un camino cuya razón de ser es lograr la buena salud sin hacer sufrir ni morir a ningún animal.
"La palabra vegano fue aceptada de inmediato y se convirtió en parte de nuestro idioma y ahora está en casi todos los diccionarios mundiales, supongo", decía el propio Watson en la citada entrevista realizada en diciembre de 2002 y publicada en la edición del 2003 del sitio The Vegan Summer.
La primera Sociedad Vegana
En el año 1944, Watson, junto a su esposa Dorothy y un grupo de amigos fundan la Vegan Society en Leicester, Inglaterra, la primera organización vegana en el mundo. Tiempo más tarde comenzó a escribir y publicar un humilde diario trimestral The Vegan News, de apenas doce páginas engrampadas con ganchos pero que ya comenzó con una suscripción de 500 personas.
En su primera edición, el mismo Watson escribía en The Vegan News: "La indiscutible crueldad asociada con la producción de productos lácteos djó en claro que el lacto-vegetarianismo no es más que un punto intermedio entre el consumo de carne y una dieta civilizada y verdaderamente humana. Creemos, por lo tanto, que durante nuestra vida en la tierra debemos tratar de evolucionar lo suficiente como para hacer "el viaje completo".
A partir de entonces la publicación crecería y multiplicaría a sus lectores, y luego aparecerían otras publicaciones -hoy sitios Web- que mantendrían a los veganos del mundo informados y alerta a las novedades de su doctrina de vida.
Últimos años y el legado de Watson
Tras su jubilación, Watson pasó los años finales de su vida -que fueron muchos- en una casa de la localidad de Keswick, condado de Cumbria. Allí disfrutó de un jardín con huerta propia, donde producía su compost con hojarascas y restos de vegetales. Genio y figura, el hombre revolvía esta mezcla terrosa con un rastrillo en lugar de pala y con sumo cuidado, para no dañar a ninguna lombriz de la tierra.
Su ancianidad saludable, que se prolongó hasta los 95 años, eran para él el certificado de lo buena que era su forma fe vida: "A los 93 años -dijo en una entrevista de 2004 que rescata la BBC- y nunca habiendo tomado medicinas ortodoxas o marginales, soy prueba de que después de una infancia débil en una familia que come carne, el veganismo funciona".
Consciente de que la doctrina que él había iniciado tomaría más fuerza con el tiempo, cuando le preguntaron cuál había sido su máximo logro, el inventor del término vegano contestó: "Sentir que fui instrumental para comenzar un gran movimiento nuevo que no solo podría cambiar el curso de la humanidad y el resto de la creación, sino mejorar las expectativas del hombre de sobrevivir por mucho más tiempo".
Sin temor a su propia muerte, que llegó finalmente el 16 de noviembre de 2005, Donald Watson vaticinó en la misma entrevista cómo sería su propia partida de este mundo: "Habrá un funeral. Habrá un puñado de personas y estarán los espíritus de todos los animales que nunca he comido. En ese caso, ¡Será un gran funeral!"
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