A cal y canto Cuando queremos decir que algo, sobre todo las puertas, está cerrado y bien cerrado, es decir, de una manera hermética e inaccesible, decimos que está cerrado o cerrada, según, a cal y canto. La expresión proviene de la antigua costumbre de tapiar puertas y ventanas para que no se colasen intrusos durante los periodos en los que el propietario no iba a estar en la misma. Para ello levantaba un muro a base de piedras (normalmente cantos rodados) y una pasta hecha de cal. De ahí que se extendiera la costumbre de señalar un sitio bien cerrado como ‘a cal y canto’ o ‘calicanto’ como también permite la RAE.
Periódico publicado en su blog cada fin de mes por María Jesús Sánchez Oliva “Premio Tiflos 1996 y 2013”. Secciones: Portada. La Vitrina (libros). Mesa camilla (opinión). Cajón de Sastre El Álbum de la Lengua La Butaca (noticias positivas). Carta a… Cosas de Garipil (espacio de María Jesús). Y ya que has venido, entra en mi mercadillo. http://palabrascatetas.blogspot.com/
miércoles, 31 de mayo de 2017
EL ÁLBUM DE LA LENGUA
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