miércoles, 31 de mayo de 2017

EL ÁLBUM DE LA LENGUA

A cal y canto

    Cuando queremos decir que algo, sobre todo las puertas, está cerrado y bien cerrado, es decir, de una manera hermética e inaccesible, decimos que está cerrado o cerrada, según, a cal y canto.
    La expresión proviene de la antigua costumbre de tapiar puertas y ventanas para que no se colasen intrusos durante los periodos en los que el propietario no iba a estar en la misma. Para ello levantaba un muro a base de piedras (normalmente cantos rodados) y una pasta hecha de cal.
    De ahí que se extendiera la costumbre de señalar un sitio bien cerrado como  ‘a cal y canto’ o ‘calicanto’ como también permite la RAE.

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