Pan de trigo ¡No me lo puedo creer! ¿Pero cómo demonios hemos sido tan torpes? Ni los distintos gobiernos con su pésima gestión, ni todos los bancos con sus triquiñuelas, ni las grandes empresas con su avaricia, ni los ciudadanos que nos vimos ricos y, antes de jugar la Primitiva, invertimos los dineros del premio, la culpa de nuestra ruina económica es de un refrán. ¿Quién nos lo iba a decir? Lo han descubierto los panaderos, y hartos de ver menguar sus ingresos, se han liado a recoger firmas para pedir a la RAE que retire inmediatamente del diccionario el refrán de “pan con pan, comida de tontos”. ¡Menos mal que trabajan de noche y duermen de día! El pan, queridos panaderos, es entendido por muchas culturas como el alimento básico, forma parte de ritos religiosos y mágicos, tiene notable influencia en el Índice de Precios al Consumo. Podemos tener la despensa llena, pero si falta el pan, falta de todo. El pan es el único alimento del que ni las migas podemos tirar, porque nos enseñaron de niños que era pecado, y aunque pasen los años, seguimos pensando que hacerlo es pecar, el que debería estar prohibido que faltara en alguna mesa, el que reclamamos para acabar con el hambre en el mundo, por el que trabajamos aunque haya que ganarlo con el sudor de la frente, el que Jesús multiplicó para dar de comer a sus seguidores, pan, bendito pan, el pan nuestro de cada día, el que traen los niños debajo del brazo, con el que podemos andar el camino, (si llevamos también vino, claro está, que no en todos los caminos hay fuentes, y si las hay, no sabemos si el agua está contaminada), con el que acompañado de una triste cebolla somos capaces de amar a nuestra pareja toda la vida (bueno, para mí que esto lo dijo alguien que, al igual que ustedes, trabajaba de noche y dormía de día y el infeliz no descansaba ni el día de Nochebuena), lo primero que aprendemos a comer, lo que gusta a todos, lo que no se le niega ni al enemigo… pero no solo de pan vive el hombre, y no sé ustedes, pero yo nunca he visto a nadie comer pan con unas sopas de ajo o hacerse un bocadillo de pan. Para mí que se han equivocado ustedes de culpable, porque si han descendido las ventas y ha aumentado el número de habitantes, culpable hay, en esto estamos de acuerdo, y yo diría que más de uno. Por ejemplo los nuevos expertos, esos expertos en todo que se pasan la vida predicando que el pan engorda que te saca de la moda en un santiamén, que desencadena todas las enfermedades habidas y por haber, que tapona las entendederas… y los que a fuerza de darnos lecciones de alimentación se han olvidado de que el pan también existe. Hace unos días, en un restaurante de cuyo nombre no quiero acordarme porque no pienso volver a él ni recomendárselo a nadie, el camarero, muy en su papel, me preguntó: —¿De qué quiere el pan? Lo tenemos de amapolas, de pasas, de higos, de pistachos, de aceitunas… —Pan, pan –dije yo. Y aunque la palabra sonó a redoble de tambor que afirma, que ordena, que deja claro lo que quiere, con todas sus ganas de agradar, insistió: Sí, pan, pero dígame, por favor , ¿de qué se lo traigo? Se lo puedo traer de pipas, de almendras, de piñones, de nueces, de castañas, de azúcar, con sal, sin sal… Y para que no siguiera con la lista, respondí todo lo educada que pude: —De espigas. A lo que el profesional, porque ya no somos trabajadores, somos profesionales, respondió: —Lo siento, de eso no lo tenemos. Y fuera porque ignorara que el trigo es el fruto de la espiga, -cosa nada rara en estos tiempos en los que hasta para abrir una botella hay que hacer un cursillo para aprender a manejar el abridor y no siempre se aprueba- fuera porque no tenían pan de trigo, lo cierto fue que cené sin pan, que fue como cenar a medias. Por lo tanto, queridos panaderos, no cuenten con mi firma para castigar a un refrán tan inocente como verdadero, porque tontos hay, y no pocos, pero esa tontería es la única que no ha hecho ninguno; no obstante, por si les sirve de apoyo o de consuelo, sepan que, digan lo que digan los expertos, yo sigo comiendo pan de trigo.
Periódico publicado en su blog cada fin de mes por María Jesús Sánchez Oliva “Premio Tiflos 1996 y 2013”. Secciones: Portada. La Vitrina (libros). Mesa camilla (opinión). Cajón de Sastre El Álbum de la Lengua La Butaca (noticias positivas). Carta a… Cosas de Garipil (espacio de María Jesús). Y ya que has venido, entra en mi mercadillo. http://palabrascatetas.blogspot.com/
miércoles, 31 de mayo de 2017
CARTA A...
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