¡Hola! Aquí estoy, con el libro Humor a ciegas entre mis manos, para compartir contigo la última anécdota de mi autora seleccionada para su publicación. Te dejo con ella.
Para no pasar hambre de sueños
Un día del mes quinto, del año de gracia de mil novecientos tal, alguien,
cuyo nombre y cuyo cargo no ha lugar, llamó a Gema: “Verás, tengo un problema Esther, una de nuestras afiliadas, no ve ni chispa y, por miedo y por no faltar a la voluntad de su señor padre, vende cupón en su pueblo. El pan de cada día lo tiene asegurado pero sus sueños pasan hambre. Se me viene a las mientes que quién mejor que tú, que no ves más que ella y que vives a tu libre albedrío, para que vayas a convencer, al padre y a la hija, de que en la ciudad, además de tener más caminos, nadie se come a los ciegos”. Y Gema, con las armas de sus veintidós años, prometió: "Ganaré la batalla el próximo fin de semana". Y al llegar a aquel pueblo con tal misión, se dijo que el mejor maestro sería el ejemplo. Varios tomos podría llenar con la experiencia, mas, sólo una anécdota viene a cuento.
—Quiero conocer lo más importante del pueblo. ¿Por qué no me llevas? —sugirió Gema el sábado por la tarde.
—Lo más importante es la ermita de la Estrella, pero hay un kilómetro desde
aquí. Mañana nos acompaña mi padre y oímos misa allí —aseguró Esther.
—Mañana… ¡Nada de eso! —protestó Gema— Ahora mismo vamos tú y yo.
—¿Solas?
—No, con mi bastón —aclaró Gema—. Tú me indicas y yo te guío. Si ves que me
mato das media vuelta y listo.
Esther se enhebró en el brazo de su amiga y se dispuso a caminar. A la
salida del pueblo se encontraron con una vecina que las saludó muy nerviosa.
—Hola, Teresa —dijo Esther—. Vamos a la Estrella. ¿nos acompañas?
—Imposible. Voy a avisar a don Pablo, para que lleve el Viático a mi madre.
Dice don Juan que no pasa de esta noche. ¡Adiós!
Y Esther se deshizo en lamentos, quién sabe si por la suerte que corría la
Moribunda, o por la que corría ella a merced de su amiga.
Ya en la carretera Gema siguió con el bastón la cuneta para no desviarse.
Tenía que salir airosa.
Al regreso, nuestra amiga aprovechó para bombardear a la otra con ideas
de cambio, y en la mente de Esther florecieron tímidamente las ganas de
cambiar.
Al entrar en el pueblo escucharon a sus espaldas el tilín tilín de una
campanilla.
—Ponte de rodillas —ordenó Esther.
Gema, consciente de las costumbres de los pueblos, se santiguó e imitó a su
amiga. En tan piadosa actitud sintieron desfilar ante ellas la supuesta comitiva
que alzó ufana el volumen del tilín tilín y dejó tras de sí una estela de
carcajadas.
—¡Qué monaguillo más sinvergüenza! —gritó Esther para que la oyeran
mientras se ponía de pies— Ni acompañando al Viático se priva de burlarse de un
bastón blanco.
—¡Qué monaguillo, ni qué Viático! —le respondió su padre que ya salía al
Encuentro! Le habéis estado rezando al hijo del Gato que pasaba en la bici.
A Gema le salió otro enemigo en el frente: el temor al ridículo que nacía
en Esther, de manera que tuvo que gastar mucha pólvora para convencerla de que
el tiempo transforma tales incidentes en divertidas anécdotas.
María Jesús Sánchez Oliva
Relación de libros publicados por mi autora: María Jesús Sánchez Oliva. Pero antes quiero recordarte que por ser el primero de sus libros me ha distinguido con este espacio en su blog del que me siento tan orgulloso como responsable.
“Garipil” (1995).
Reseña: Garipil es un semáforo. Nace con una idea en la cabeza: decir a la sociedad que las máquinas como él nacen para estar al servicio del hombre, para ayudarle en todas las tareas que tiene que realizar, para hacerle la vida más cómoda, pero en ningún caso para suplirlo. Su mensaje es tan aconsejable para niños como para mayores.
“Letanías” (1999).
Reseña: Letanías es una colección de historias breves pero completas. El libro ideal para los que quieren leer pero les falta paciencia para enfrentarse a libros con muchas páginas. Algunos de los relatos han sido premiados en distintos certámenes literarios.
“El rosario de los cuentos” (2003).
Reseña: En los primeros años de la posguerra española, en un pueblo de Castilla, un cura de la época es incapaz de encauzar a sus feligreses por el camino recto a través del Santo Rosario, como era costumbre. Ante su fracaso decide transformar cada misterio en un cuento. El resultado son quince cuentos para niños de distintas edades. Cada cuento está ilustrado con una viñeta alusiva a la época. Este libro obtuvo el tercer premio en el Concurso de Cuentos Tiflos en su edición de 1996.
“Cartas de la Radio” (2007).
Reseña: Cartas de la Radio es una colección de cartas o artículos de opinión escritas y leídas en un programa de radio por María Jesús Sánchez Oliva durante cuatro años. Las cartas van dirigidas a políticos, ciudadanos de a pie, víctimas del terrorismo, instituciones, asociaciones, etc., y no pocas nos llevan a acontecimientos que siguen vivos en nuestra memoria.
“Cuentos de la Cigüeña (Soles y Lunas)” (2014).
Reseña: Son doce cuentos escritos en verso con los que las mamás y los papás disfrutarán leyéndoselos a sus hijos y los niños aprenderán a amar la poesía a la vez que los cuentos.
“Los días perdidos” (2018).
Reseña: En esta novela se narra la historia de Ara, una mujer que de forma inesperada tiene que enfrentarse a una ruptura matrimonial. El impacto la lleva a recluirse en su ático de soltera. Tras varios años de aislamiento, al salir de casa una mañana, la avería del ascensor la obliga a bajar andando todas las plantas del edificio. En cada planta se encuentra con una mujer que le cuenta su historia. Son mujeres muy distintas unas de otras, pero todas, por distintas razones, han perdido muchos días de su vida. Ya en la planta baja se encuentra con Daniel, el único vecino del edificio que también ha perdido muchos días inútilmente, y de forma espontánea los dos deciden no perder ni uno más. Primer “Premio Tiflos” 2013.
Para más información sobre los libros, hacer un comentario o simplemente saludarme, solo tienes que contactar conmigo a través de mi dirección de correo electrónico:
garipil94@oliva04.e.telefonica.net
Estaré encantado de responderte.
Gracias por tu visita y hasta el próximo número.
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