Los niños no nacen asesinos, los hacen
Con frecuencia nos llegan noticias de Estados Unidos de niños que pistola en mano entran en un colegio y acaban con la vida de alumnos y profesores. Nunca nos preguntamos por qué matan estos niños. Nunca nos cuentan quién los entrena para matar. Solo nos dicen que matan, y tanto nos hablan de los crímenes, que siempre nos queda la misma sensación: que ser asesino sin dejar de ser niño en Estados Unidos es algo tan natural como hacer deporte o ir al cine. Estamos equivocados. Los niños de Estados Unidos, como todos los niños del mundo, sean pobres o ricos, guapos o feos, sanos o enfermos, listos o torpes, son niños buenos, demasiado buenos, diría yo, para lo que les toca vivir en no pocos casos, y algunos, como Parker, extraordinarios. Lo supimos hace unas semanas por las redes sociales y así decía la noticia literalmente:
Un niño de 9 años le quiso aumentar el sueldo a su maestra con su regalo de cumpleaños
Estados Unidos
Parker Williams, niño de 9 años, y alumno del tercer grado en la escuela Gorrie Elementary, de la ciudad de Tampa (Florida, EE.UU.), obtuvo 15 dólares como regalo de cumpleaños y, en lugar de comprarse algo de su gusto, decidió dárselos a su maestra, generando gran sorpresa entre sus compañeros.
El pequeño, adjuntó el dinero dentro de un sobre, y a través de una carta expresó:
“Querida señora Chambers, no creo que a los maestros se les pague lo suficiente por lo que hacen, entonces, ¿aceptará este regalo?”, escribió Parker.
Posteriormente, fueron los propios progenitores, quienes supieron del gran acto que había realizado su hijo, al encontrar una nota, con la respuesta negativa por parte de la docente: “No puedo aceptar esto, pero aprecio el gesto, Parker. Estudiantes como tú son la razón por la que enseño”, fue la respuesta de Mary Hall Chambers, que acompañó la respuesta con una carita sonriente.
A pesar de que la maestra no se quedó con el regalo, el niño contó que lo hizo sentirse muy bien.
Finalmente fue el padre del pequeño, Darrell Williams, quien compartió el gesto de su hijo en su cuenta de Facebook, donde los internautas no tardaron en alabar la bondad de Parker.
Conclusión: los niños no nacen asesinos, los hacen y, ante sus crímenes, nos deberían empezar a explicar quién, cómo, por qué y para qué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario